ELKIN SOTELO @Elkinsot_DT
Cuando pensaron en el uruguayo Guillermo Sanguinetti, los asesores de Susana Cuba tenían en mente una apuesta: los refuerzos de Alianza Lima tenían que ser de ese mismo país para que se sumaran a lo que ya aportaban Walter Ibáñez y Mauro Guevgeozián.
¿Por qué uruguayos? Le explicaron a la administradora temporal que, desde la época de Juan Eduardo Hohberg, uruguayo bicampeón con Alianza 77-78, siempre se comentó que en Matute se practicaba un fútbol bonito, pero con poco temperamento.
La historia de los uruguayos en Alianza es positiva. A inicios del nuevo siglo, Nelson Olveira y el ‘Potro’ Romero ofrecieron buen rendimiento. Luego el técnico Gerardo Pelusso fue campeón con Martín Ligüera como refuerzo. Y los últimos fueron Ibáñez y Guevgeozián.
RECIÉN LLEGADOS
En el clásico, que ganó Alianza, destacó la imponencia de Pablo Míguez en el centro del campo. Resaltó su declaración de ayer porque la mayoría le puso el rótulo de destructor. “Juego fuerte, pero también me gusta la pelota. Lo que pasa es que recién salimos de pretemporada y estamos un poco duros, nos falta soltarnos. Pero cuando estemos a punto, seguro vamos a pelear el campeonato”, apuntó.
Gabriel Costa tiene nueve hermanos y su vida fue difícil. Ahora tiene hambre de triunfo y en el vestuario presenta personalidad.