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Tiene 19 años. Nació en Buenos Aires, Argentina, el 18 de agosto de 2004, y fue considerado un “prodigio” en las divisiones menores de Racing Club, el otro gigante de Avellaneda. Catriel Cabellos maneja ambos perfiles, entiende el juego como pocos y le sobra personalidad como para pedir el balón, conducir unos metros y sacar un zapatazo que se colgó en el arco de José Carvallo para poner el 2-1 con el que Alianza Lima derrotó a César Vallejo en el inicio del Torneo Apertura de la Liga 1.
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Fue el primer partido oficial de Catriel en Alianza, uno de los equipos más grandes del Perú. Y no le pesó absolutamente nada. Fue el abanderado de este Alianza que busca ser intenso y luchador en el mediocampo. Ganó tres duelos, remató dos veces al arco -un par más afuera- y convirtió un golazo. Ya lo había demostrado en los amistosos de pretemporada: cada que puede, remata. Aunque a veces se apresura en la decisión.
El de Catriel fue el segundo tanto de la noche, el que puso a festejar el estadio Nacional, la casa blanquiazul mientras el Alejandro Villanueva (Matute) cumple su castigo. El primero llegó por obra de Cecilio Waterman, el tanque panameño que llegó a La Victoria con el cartel de goleador. Y por ahora no falla. Después se hablará de si controla bien o no el balón. Al delantero se le pide goles y él lo hizo.
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Fue un tanto histórico, emotivo y hasta increíble. Su potente cabezazo tras centro de Serna lo convirtió en el primer futbolista centroamericano en anotar en la historia de Alianza. Lo celebró con las manos y la mirada apuntando al cielo, hacia donde se acaba de ir Luis Tejada, su amigo, el que le heredó la número 18 en la selección de Panamá. Lo curioso es que la primera anotación del ‘Pana’ Tejada en el fútbol peruano se dio en 2010, vistiendo el color rojo de Juan Aurich, y ante la César Vallejo, la misma víctima de Waterman.
Alianza Lima siguió el camino triunfante de Cristal (5-2 a ADT) y Universitario (4-0 a Mannucci), aunque no fue por goleada, mucho menos superando ampliamente a su rival. Ganó con lo justo, demostrando ser aún un equipo en construcción. Con aciertos y errores. Con movimientos interesantes y algunas fallas infantiles. Este es el UnoxUno de la primera victoria íntima en esta Liga 1.
El ataque: la jerarquía de Barcos y Serna en deuda
21 remates, ocho al arco. Siete veces más que su rival. La estadística marca lo que fue Alianza Lima, o lo que intentó ser: un equipo físico, con mucho poder ofensivo, con diversas maneras de atacar y generando contragolpes con recuperaciones altas, sea de sus volantes o sus stoppers. Aunque faltó eficacia. Solo anotaron dos goles. Arregui, antes de ser expulsado tontamente, falló una doble ocasión debajo del arco. Serna desperdició también una chance en los últimos minutos. Y Zanelatto estrelló un precioso sombrerito en el travesaño.
Alejandro Restrepo mandó un 3-5-2 ya conocido. Con Barcos y Waterman como delanteros con trabajos distintos. El Pirata retrocedía y habilitaba, como suele hacerlo desde que está en Alianza. Cecilio era más de buscar espacios. Detrás de ellos, Catriel y Arregui, los volantes que presionaban arriba. Cabellos fue el mejor del partido. Por sacrificio y por su gol. Adrian se fue expulsado tontamente tras una gresca en la que no debió estar envuelto sabiendo que estaba amonestado.
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Por las bandas, Ricardo Lagos y Kevin Serna. Ambos quedaron en deuda con su aporte en ataque. Richi estuvo más preocupado en defender y estuvo muy impreciso con el balón. Parece que no se acomoda a ser como carrilero. Por la derecha, Serna, que la venía rompiendo en los amistosos de pretemporada, no pudo mostrar todo su potencial. Luego de una semana en la que se rumoreó sobre un supuesto interés de clubes del extranjero, el colombiano nacionalizado peruano, estuvo muy apagado. Alianza lo necesita en todo su esplendor.
Por su parte, a Sebastián Rodríguez, al ‘10′, no se le notó cómodo en el campo. Por momentos intentaba ser el primer pase, pero fallaba mucho. Sin embargo, cuando esperaba el balón más arriba, casi nunca le llegaba. Fue sustituido en el segundo tiempo y se espera más de él.
Las serias dudas en defensa
En ataque también sumaron Juan Pablo Freytes y Jiovany Ramos, los dos stoppers. Freytes incluso estuvo cerca de meter un golazo en los primeros minutos. Ramos, por su parte, pasó mucho al ataque, incluso llegando hasta línea de fondo. Los dos han demostrado ser defensores físicos, aguerridos, a los que pocas veces le van a ganar un duelo individual: Jiovany ganó 8 de 10 duelos, mientras que Juan Pablo 6 de 7. Son unas fieras.
Pero tienen unas de cal y otras de arena. Si solo nos centramos en el juego físico del equipo que pelea todo en el mediocampo, Freytes y Ramos suman y mucho. Pero el problema está cuando tienen el balón en los pies. Fallan mucho. De hecho, Ramos erró el pase que terminó en el gol de Vallejo. De hecho, según los datos recogidos por SofaScore, el panameño perdió la posesión del balón en 13 ocasiones, mientras que el argentino en 18 ocasiones y Fuentes en 12. Es un punto a mejorar porque en la Copa Libertadores los equipos no perdonan. O, en todo caso, cambiar de estrategia.
Fuentes fue un baluarte en la defensa. Apoyado en su metro 95 de estatura, Aldair no perdió ningún duelo aéreo. Controló muy bien al habilidoso Yorleys Mena. Pero también tiene un déficit: salir jugando.
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