¿Por qué los peruanos los vemos como invencibles? La realidad millonaria de Brasil que hace que dominen la Libertadores

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Los íntimos van a buscar la hazaña aún teniendo la historia en contra. Y es que no le ganan a un equipo brasileño por Libertadores desde 1997. Aquel año, recordado también por ser el que acabó con la sequía de casi dos décadas sin títulos, un gol del goleador histórico Waldir Sáenz alegró al pueblo blanquiazul. Han pasado 26 años y 19 partidos (todos perdidos) para que el conjunto victoriano busque terminar de una vez con las pésimas estadísticas.

Pero Alianza no es el único equipo peruano que tendrá en su grupo a un ‘cuco’ de Sudamérica; es decir, a un equipo brasileño. Sporting Cristal recibirá este miércoles a Fluminense de Marcelo (el multicampeón con Real Madrid), Ganso y Germán Cano. En la Sudamericana, a menor escala, Universitario enfrentará a Goiás y la César Vallejo enfrentará a Botafogo.

La pregunta se puede hacer aquí y en cualquier país de Sudamérica, menos Argentina, el campeón del mundo: ¿Por qué tanto miedo ante equipos brasileños? Y la respuesta salta a la vista. Desde hace algunos años en esta parte del mundo se habla portugués, la lengua por la que justamente Brasil no se siente parte de Latinoamérica. La supremacía es notoria. La edición pasada de la Libertadores se definió entre dos elencos de ese país: Flamengo venció justamente a Paranaense, el rival de Alianza. Y en la Sudamericana Sao Paulo perdió ante el ecuatoriano Independiente del Valle después de ganarle la semifinal a su compatriota Atlético Goianiense.

La supremacía también se ve reflejado en los cupos que obtiene la Confederación Brasileña de Fútbol para los torneos internacionales. Este año, la Libertadores pudo tener ocho equipos brasileños (siete cupos más el campeón que es Flamengo), pero tendrá siete porque Fortaleza no pasó la fase previa, por lo que irá a la Sudamericana. Justamente este torneo contará con siete elencos del gigante amazónico (seis cupos más Fortaleza). Y algo llamativo: al igual que Argentina, son los únicos países en los que en la ‘Suda’ sus clubes no se enfrentan entre sí en fase previa.

La pregunta ahora es: ¿Hay algún secreto detrás o todo se debe al talento con el que nacen los miles de brasileños que nacen a diario en el país pentacampeón de los mundiales? ¿Por qué han empezado a dominar este lado del continente? ¿Es una utopía creer que se les podrá superar algún día?

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El poder económico

El fútbol brasileño es poderoso por una única razón: economía. Es así. De acuerdo a la web especializada Transfermarkt, la Serie A de Brasil es la más valorizada de todo América con 1.35 mil millones de euros, más que la millonaria Major League Soccer (1.18 mil millones). Supera incluso a ligas europeas de segundo nivel como Portugal (1.24 mil millones) y Países Bajos (1.12 millones). Es decir, casi, casi, está a la par de la élite. Ni qué hablar de la comparación con la Liga 1 (168 millones).

Si hablamos de clubes, la brecha crece aún más. De la Copa Libertadores 2023, los tres primeros clubes mejor valorizados son brasileños: Flamengo (161.55 millones de euros), Palmeiras (143 millones) y el rival de Alianza Lima, Atlético Mineiro (114 millones). Athletico Paranaense se ubica en el séptimo puesto con 75.8 millones; es decir, vale cuatro veces más que los íntimos (16.5 millones). Fluminense ocupa la novena casilla con 56.9 millones, casi cuatro veces más que Sporting Cristal (14.5 millones)

Otro ejemplo claro para dimensionar el inmenso agujero que separa la liga brasileña de la peruana, pese a que ambos países comparten frontera, es que Vitor Roque -la ‘joya’ de Paranaense que será titular este martes ante Alianza- podría ser el fichaje estrella del Barcelona por un monto no menor a 50 millones de euros, de acuerdo a medios brasileños y españoles. Es decir, mucho más de lo que valen los tres equipo nacionales que están participando en la Libertadores.

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Premios exorbitantes

¿Qué título se celebra más en Brasil? ¿La Copa de Brasil o la Libertadores? La pregunta no es irracional si se tiene en cuenta los premios. El primer torneo, en el que juegan 92 equipos representando a todos los estados de Brasil, le daba al campeón, según datos obtenidos el año pasado, 11.34 millones de dólares. Mientras que la Conmebol le otorgó al monarca 18 millones más los seis millones y medio por pasar las fases. En la suma son 24.5 millones. Una cifra no tan lejana.

Si ponemos en referencia la Copa de Brasil, debajo tendremos a la Copa de Argentina que dio el año pasado 237 mil dólares al campeón. Es decir, casi 46 veces menos. Peor aún si hablamos de la Copa Bicentenario que no se jugó en 2022 pero sí en 2021 y entregó a Cristal (campeón) 50 mil dólares, más de doscientas veces menos.

En cuanto al Brasileirao, un torneo que se juega en un formato de todos contra todos sin necesidad de hacer playoffs, el ganador se lleva a sus arcas 6.24 millones de dólares. En tanto, La Liga 1 decidió darle a Alianza Lima, vigente campeón, 354 mil dólares el año pasado.

Derechos de TV

Sigue siendo un tema controversial en estos días en el fútbol peruano: los “benditos” derechos de televisión. De acuerdo a una investigación del diario chileno “La Tercera”, las ligas de la región reparten los siguientes montos por conceptos de transmisión: Brasil (casi 500 millones de dólares), Argentina (110 millones), Chile (92 millones), Colombia (60 millones), Uruguay (42 millones). El caso de Perú este año es particular tras la llegada de “1190 Sports”.

Según dicha empresa, el contrato incluye un adelanto de 500 mil dólares para infraestructura, además de asegurar un monto mínimo garantizado para cada club por el que cada institución percibirá un 20% más del dinero que recibió en 2022.

Adicionalmente los clubes recibirían el 70% de las utilidades que se generen una vez superado el monto mínimo garantizado anual de derecho obtenidos por la comercialización de los derechos de transmisión. “Se prevé que en el mediano plazo este monto pueda ser cercano a los 70 millones de dólares”, nos dicen desde “1190 Sports”.

Brasil no solo tiene cracks en cada rincón de su gigantesco territorio, también tiene poder económico para empezar a dominar Sudamérica a nivel de clubes. Así como se hablaba de una Superliga en Europa, se debe hablar de una igual en esta parte del planeta.