Las finales de la Liga 1 todavía no tienen escenarios definidos debido a discrepancias entre el presidente de Binacional con el comando técnico, liderado por Mosquera, y el plantel. (Foto: Binacional)
Las finales de la Liga 1 todavía no tienen escenarios definidos debido a discrepancias entre el presidente de Binacional con el comando técnico, liderado por Mosquera, y el plantel. (Foto: Binacional)

Anoche, mientras terminaba de jugarse la final entre y Sporting Cristal, hubo una extensa reunión entre el técnico de Binacional, , y el presidente del club de Juliaca, Juan Carlos Aquino. En esa conversación, el directivo manifestó la intención de proponer jugar la primera final del Descentralizado este domingo en Lima y cerrar la próxima semana en Juliaca. Mosquera no compartió esta postura.

El entrenador ofreció una larga explicación para buscar que Aquino cambie de decisión. La postura de Mosquera fue compartida por el cien por ciento del plantel de jugadores. Las razones fueron desde el punto de vista de la recuperación física y anímica del equipo después de la pérdida de un compañero y amigo, Juan Pablo Vergara.

Hace tres días que no entrenamos, estamos dos noches sin dormir. Estamos por debajo de nuestro nivel competitivo, hay jugadores que han donado sangre. Esta no es una ventaja competitiva. Estamos en desventaja anímica y del alma con Alianza. La única manera de equilibrar eso, es jugar acá”, es lo que nos comentó el profesor Mosquera, sin ánimos de profundizar alguna decisión oficial sobre si mantenerse o no en el cargo.

La situación pasó a mayores en Juliaca. Mosquera le comunicó a sus jugadores que se iba del club si se mantenía la decisión de jugar en Lima. El entrenador peruano no entendía esto como una amenaza, sino como una defensa a la naturaleza de su trabajo. “La decisión deportiva las tomo yo, y si no es así no sé qué hago aquí”, les comentó.

El plantel respondió rápidamente y le dijeron a Mosquera que ellos se iban con él. Que el presidente Aquino no podía ejercer un trato de decisiones unilaterales de manera tan arbitraria. Desde la directiva la primera respuesta, desde el impulso fue: “No jugamos entonces y le regalo la Copa a Alianza”.

Antes de este quiebre dentro del club, quienes intervinieron rápidamente fueron los gerentes de la Liga 1. Desde Videna compartieron siempre esa idea, de jugar primero en Juliaca. El argumento aquí es logístico, si la segunda final se juega en el estadio Guillermo Briceño podría darse un inconveniente en caso se juegue tiempo extra. El estadio de Juliaca no tiene iluminación para un partido que podría culminar más allá de las 5:30 p.m.

Al cierre de este texto, aún estaban reunidos en Videna los directivos de Binacional y de la Liga 1. Se espera tomar una decisión oficial en breve.

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