La noche del miércoles, mientras terminaba de jugarse la final entre Alianza Lima y Sporting Cristal, hubo una extensa reunión entre el técnico de Binacional, Roberto Mosquera, y el presidente del club de Juliaca, Juan Carlos Aquino. En esa conversación, el directivo manifestó la intención de proponer jugar la primera final del Descentralizado este domingo en Lima y cerrar la próxima semana en Juliaca. Mosquera no compartió esta postura.
► Roberto Mosquera: “Jugaremos primero en Juliaca. Le pido disculpas al presidente”
Ayer por la mañana hubo una segunda reunión. Pasaron casi tres horas para que la directiva del cuadro puneño pudiera ceder y finalmente programar la primera final ante Alianza. Será este domingo a las 3:00 p.m. en el estadio Guillermo Briceño de Juliaca. El partido de vuelta será el próximo domingo 15 a las 3:30 p.m. en el Alejandro Villanueva de Matute.
El entrenador ofreció una larga explicación para buscar que Aquino cambiara su decisión. La postura de Mosquera fue compartida por el 100% del plantel de jugadores. Las razones fueron desde el punto de vista de la recuperación física y anímica del equipo después de la pérdida de un compañero y amigo como Juan Pablo Vergara.
“Hace tres días que no entrenamos, estamos dos noches sin dormir. Estamos por debajo de nuestro nivel competitivo, hay jugadores que han donado sangre. Esta no es una ventaja competitiva. Estamos en desventaja anímica y del alma con Alianza. La única manera de equilibrar eso es jugar acá”, es lo que nos comentó el profesor Mosquera en medio de esta negociación.
—Casi renuncia Roberto Mosquera—
La situación pasó a mayores en el equipo de Juliaca. Mosquera le comunicó a sus jugadores que se iba del club si se mantenía la decisión de jugar primero en Lima. El entrenador peruano no entendía esto como una amenaza, sino como una defensa a la naturaleza de su trabajo. “La decisión deportiva la tomo yo, y si no es así, no sé qué hago aquí”, les comentó.
El plantel respondió rápidamente y todos le dijeron a Mosquera que se iban con él, que el presidente Aquino no podía ejercer un trato de decisiones unilaterales de manera tan arbitraria. Desde la directiva la primera respuesta, desde el impulso, fue: “No jugamos entonces y le regalo la Copa a Alianza”.
Esa respuesta no le agradó al plantel y, de inmediato, se tomó la decisión de interrumpir el entrenamiento. Quien lideró esta manifestación de respaldo a Mosquera fue el colombiano Donald Millán.
Mientras esta situación se hacía cada vez más insostenible, en la Videna se organizaba una reunión con los representantes de la Liga 1 y la delegada de Binacional, Nataly Montoya. Esta charla también fue extensa. La posición de la Liga 1 era proponer también a Juliaca como primera sede, debido a que el segundo partido podría tener tiempo extra y penales. Y en el estadio Guillermo Briceño no hay iluminación para eventos deportivos.
Si bien el proyecto de acondicionar ese recinto para la Copa Libertadores está en camino, es imposible que esa refacción esté lista para el domingo 15. El encuentro podría acabar por encima de las 5:30 p.m. Sin duda que podría haber derivado en inconvenientes de último momento.
Recién al mediodía se pudo resolver esta indecisión en el club Binacional. Juan Carlos Aquino, presidente del ‘Poderoso del Sur’, habría argumentado su ilusión de que la fiesta de un posible título sea en Juliaca. Periodistas de Puno comentaron que Aquino tiene pretensiones políticas, pues ya ejerció como alcalde de la Municipalidad de Chucuito (Puno) entre los años 2015 y 2018.
—Incertidumbre prolongada—
Gustavo Zevallos, gerente de Alianza Lima, fue uno de los que estaba más pendiente de la decisión del club Binacional. “Hasta el mediodía no nos habían comunicado nada”, explicó el directivo íntimo.
Roberto Mosquera, en entrevista que acompaña a esta nota, confirmó que el diálogo con Aquino pudo prosperar. El presidente de Binacional cedió en su punto de vista y se acordó jugar primero en Juliaca. El plantel de jugadores rápidamente se reunió para ponerse a entrenar ayer por la tarde. Tienen tres días para trabajar el estado físico y anímico luego de la partida de Juan Pablo Vergara. Las entradas en el Guillermo Briceño se pusieron a la venta de inmediato. Tenemos final a la vista.