RAÚL CASTILLO @RaulCastillo87
Más de doce delanteros fichados en los últimos años y ni siquiera se acercan a los goles que lograba Luis Alberto Bonnet en un solo año. Ese delantero que casi siempre le marcaba a la ‘U’, que era tosco, nada fino a comparación de Sergio Leal o Julinho, pero que sabía marcar muy bien de cabeza, podía desmarcarse de los defensas y también era bueno con la derecha o izquierda cuando se encontraba a pocos metros del arco rival. Los 32 goles del ‘Chino’ Ximénez hicieron olvidarlo en el 2008, un rato lo hizo el ‘Vagón’ Hurtado y la presencia de Irven Ávila -desde hace tres años- ha colaborado dentro del ataque, pero Cristal aún no termina de contratar ese centrodelantero que busca la dirigencia para remediar los problemas de gol que se tiene –ahora- con Daniel Ahmed como con otros técnicos que han estado en el banquillo técnico del Alberto Gallardo.
Se podría decir que la búsqueda del centrodelantero soñado –que juegue más de un año seguido en el club- lleva más de diez años. Por ejemplo, el campeón de la Copa Libertadores con San Lorenzo, Edgardo Bauza, trajo consigo al brasileño Hugo Alves en el 2004, un delantero con un gran porte físico, algo torpe y que solo marcó un gol en partido contra Sport Boys tras ingresar, en ese entonces, por el juvenil Piero Casella. También –y con buenas referencias y el pasar de los años- llegaron los argentinos Daniel Néculman, Sebastián Domínguez, Gustavo Figueroa, Luis Escalada, Gabriel García, el colombiano Óscar Villareal y el brasileño Cristiano Da Silva. Probablemente, de ellos, muy pocos hinchas los recuerden inmediatamente y habría que estar raspándose la cabeza para intentar acordarse de jugadores que aportaron poco o nada en un pasado más penoso que exitoso dentro de sus carreras futbolísticas.
José Shoro, Jorge Leiva, Juan Diego González Vigil y José Carlos Fernández, reemplazo de Hernán Rengifo, entre otros delanteros, fueron fichados del campeonato local. Y la producción ha sido igual de mala. El caso del Leandro Leguizamón es solo una suma de más casos de atacantes que no han podido siquiera destacar con un partido de más de seis puntos dentro de una ficha técnica. Hace un año, para Claudio Vivas, era una lástima no poder usarlo porque marcaba en las prácticas y pudo serle de ayuda para llevarse el Clausura, ese año, sin embargo, el argentino logró su ‘transfer’, pero da la sensación de que el tiempo que estuvo fuera de las canchas lo terminó matando.
Definitivamente no luce como un centrodelantero, sino como un mediapunta. Los pocos penales que le han marcado y pocas asistencias que ha dado lucen más de un jugador que juega por los costados del área que en el centro como se le ha ubicado. Cero goles hasta ahora es su firma, un número por el cual se debe llena der nervios a la hora de definir y que el hincha no aguanta y reclama si lo comparamos con el Hernán Rengifo del 2012. O siquiera al tridente Rengifo, Ross y Ávila con el de Leguizamón, Ávila y Chávez, que es uno de los jugadores más destacados y promete un mejor Clausura con el buen regreso que ha marcado en las últimas fechas.
Ahora, la dirigencia celeste ya busca otros nombres de fuera para reforzar el ataque, los tres partidos que le quedan a Leguizamón probablemente no sumen más crédito de lo dado hasta ahora. No ha demostrado ser un goleador, siquiera marcar unos tantos, algo que los dirigentes tampoco han podido contratar en los últimos años, y ese motivo por el cual los hinchas seguramente recuerdan con nostalgia a Luis Alberto Bonnet, el último centrodelantero muy querido en el club. En las reservas como en las menores aguardan chicos como Beto Da Silva, Alexander Succar, Leandro Guadalupe, que también estudia a la par en la Universidad, o hasta en la categoría 98, y dentro de algunos años, Leonardo Parave, que estuvo en la Sudamericano Sub 15 del 2013, donde la selección peruana se llevó el título. Pero que tampoco es para apurarlos y deben hacer la transición para luego tener regularidad en la Primera.
La situación de encontrar un delantero extranjero con mucho gol parece una búsqueda sin fin. Ávila y Lobatón, los dos goleadores del equipo del 2014, no pueden cargar solos con casi toda la producción de goles, es necesario un delantero más, pero que el día que llegue, sabe que el hincha no le aguantará tanto tiempo, le pedirá goles y goles. Ya no hay margen de error, si es que se espera obtener el Clausura, tentar el título y de llegar de nuevo a Libertadores. El que debe llegar debe marcar las diferencias de inmediato.