ELKIN SOTELO C. @elkinsot_DT
Susana Cuba y la empresa a la que representa, Alba Consult S.A. ha sido ratificada para presentar un plan de reestructuración en Alianza Lima. Tiene a partir de la fecha dos meses para entregar dicho proyecto -que ya tiene delineado- y luego de eso la Junta de Acreedores determinará si sigue al frente por el resto de temporadas.
Cuba ingresó en el 2012 cuando el club estaba devastado por el huracán que significó la gestión del hoy preso Guillermo Alarcón. Se encontró con un plantel de jugadores excesivo e inflado en sueldos y con contratos largos muy sospechosos.
Tomó la decisión de negociar con algunos para terminar la relación, otros simplemente se marcharon por voluntad propia y algunos fueron despedidos con vehemencia como en el caso del técnico José Soto, quien tenía un extraño contrato hasta el 2014.
Alianza entró a juicios con algunos jugadores a los que les debía indemnizar. Es verdad también que Susaba Cuba fue aprendiendo lo esencial en el camino: que en el fútbol el manejo empresarial es singular y que no siempre dos más dos son cuatro.
Sin embargo, Cuba se ganó a pulso el apelativo de 'La Dama de Hierro' porque se enfrenta a manías y tradiciones negativas en Alianza. Algunos jugadores del pasado como Waldir Sáenz que solían entrar al club y andar como Pedro por su casa, ahora ya no lo pueden hacer. Trata de acabar con la informalidad, aunque a veces tenga tropiezos y malos entendidos.
Los socios de Alianza Lima marcaron distancia con Susana. Es lógico porque la mayoría siente que sus derechos han sido pisoteados; y es que la coyuntura de la ley concursal a la que fue sometido el club, hacía que ya no tengan ni voz ni voto en decisiones institucionales y deportivas. Por eso la gran mayoría no la quiere.
Los jugadores, en más de dos años con Susana, entienden que tienen ahora obligaciones y otro tipo de responsabilidad. Los casos de indisciplina se ha reducido considerablemente.
En el aspecto deportivo, Susana tuvo que apoyarse primero en un comité consultivo, integrado por socios, a quienes en muchas ocasiones tenía que frenar -y viceversa-. Los socios no dejaban de ser apasionados y la persuadían para mejorar contrataciones de futbolistas y/o entrenadores; ella hacía las veces de tacaña para no salirse del presupuesto y en esa lucha los resultados se hacían esquivos y se cometían errores evidentes de uno y otro lado.
El punto flaco de Susana Cuba ha sido su política de venta y conservación de jugadores jóvenes. Alianza ha tenido elementos interesantes que se marcharon sin una línea de carrera definida, en algunos casos sin dejar ganancias significativas al club. El más prometedor fue Yordy Reyna, quien salió al fútbol de Austria, cuando se calculaba que con más trabajo podía aspirar a un mercado mejor. Pero no se consiguió retenerlo al menos para que en el 2013 Alianza tenga a su mejor arma para luchar el campeonato. Los grones pasaron desapercibidos en el torneo y el dinero por Reyna fue utilizado para pagar empleados y deudas.
Pero Susana Cuba ha significado -aunque demoró mucho- mejorar a los sponsors y derechos de TV y firmar un contrato con Backus que está por encima de cualquier otro club nacional. También ha puesto orden en el tema de contrataciones de jugadores y vínculos con empresarios. Siendo la que finalmente aprueba el presupuesto, los asesores están limitados a pagar solo lo que tienen en el bolsillo y hay menos posibilidades de endeudarse torpemente y hacer triquiñuelas. Alianza este año no contrató a grandes jugadores ni arrebató figuras de otros equipos y lo que parecía un equipo discreto, terminó siendo el campeón del Torneo del Inca 2014. Ahora debe ir por el título nacional y desde ya se le reclama más inversión para mejorar la productividad futbolística.