El cumpleaños número 23 de Hugo Sotil fue diferente. Aquel 18 de mayo de 1972 se estrenó “Cholo”, la película que marcó su debut y despedida del mundo actoral. Y sus nervios en la presentación eran los mismos que sintió durante todo el rodaje, donde tanto le costó hablar y hasta moverse. La curiosa cinta dirigida por Bernardo Batievsky recibió las críticas más demoledoras y apenas duró una semana en cartelera.
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Sotil fracasó caracterizando a Sotil. O quizá no, porque él siempre fue muy tímido e introvertido, tanto que ni se inmutó cuando posó junto al ‘Rey’ Pelé o a Diego Armando Maradona, por ejemplo. Porque el ‘Cholo’ solo sonríe con sus amigos (Johan Cruyff fue uno de ellos).
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Y, por supuesto, sonreía en el campo de juego, donde era un auténtico artista cuando se lo proponía.
‘CHOLO POWER’
Los primeros pasos en la carrera deportiva del ‘Cholo’ fueron agigantados. Su idilio con el balón comenzó en las pistas del distrito de La Victoria -cuadra 24 de prolongación Huánuco, para ser más exactos-, de ahí pasó a formar parte de las divisiones menores de Alianza Lima. Y en 1968 debutó en la Segunda Profesional con Deportivo Municipal, logrando de inmediato el ascenso. Dos años después, con 21 calendarios, jugó los cuatro partidos del Mundial de México 70.
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Con sus goles y singular habilidad, el muchacho provinciano inmigrante encajó a la perfección -de manera fortuita- en el marco de la reivindicación nacionalista impulsada por el gobierno del General Juan Velasco Alvarado. El precursor Túpac Amaru II fue el símbolo de aquel régimen militar (1968-75), pero en la práctica el ‘Cholo’ -ganador y exitoso- fue acaso la mejor imagen ante la sociedad, cuando se intensificaba la lucha contra el racismo y discriminación a la población indígena. La película de Batievsky trató de sintetizar eso, pero…
ÍDOLO CAÍDO
“Yo no sabía qué era el Barcelona. Había llegado al equipo más importante del mundo y no lo sabía. Apenas pisé el aeropuerto, vi a decenas de periodistas esperándome para la conferencia de prensa. ¡Y yo nunca había dado una conferencia de prensa!”.
En 1973 se puso la ‘10’ blaugrana, hizo dupla con el holandés Johan Cruyff -el mejor jugador del mundo en aquel momento-, convirtió once goles y fue fundamental para que Barza gane el título de la Liga Española después de 14 años. Y su cabezazo en el Bernabéu, que selló el 5-0 ante Real Madrid, se hizo legendario.
“Tuvo el honor de vestir la camiseta con el dorsal 10. Eso solo lo pueden contar grandes como Messi, Rivaldo, Luis Suárez Miramontes, Ronaldinho…”, comentó diario “AS” de Madrid, al situarlo en el sexto lugar de su ránking de los mejores americanos en la historia del club ‘culé’, publicado hace un mes.
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Tras un arranque de ensueño, donde encandiló a la afición con su habilidad para manejar el balón, eludir rivales en espacios reducidos y ofrecer siempre el pase certero, la estrella peruana comenzó a perder brillo. La prensa española ya informaba sobre sus excesos con el licor, y de su famoso Ferrari amarillo siempre aparcado en clubes nocturnos.
“Se puede estar tomando una copa en muchos sitios, incluso en tu casa. ¿Qué cambia que lo hagas en un bar? Solo las apariencias”, justificaba su proceder en 1976, en una entrevista de la revista española “Don Balón” titulada “Sotil, el ídolo caído”.
“La principal regla es cumplir en el campo y en los entrenamientos. Y yo cumplo. Hay una campaña en contra mía”, agregó. ¿Y sobre el Ferrari ‘madrugador’? “Debe ser otro auto amarillo”, respondió.
Lo cierto es que su nivel descendió. Perdió el titularato cuando llegó Johan Neeskens - paisano de Cruyff- y como solo podían jugar dos extranjeros, el ‘Cholo’ se nacionalizó español. Pero fue en vano. No jugó en la temporada 1974-75 y apenas tuvo un muy buen inicio en la siguiente.
“Don Balón” reveló que Atlético de Madrid y Zaragoza le hicieron llegar ofertas. “No estaría bien que juegue aquí por otro equipo que no sea Barcelona”, sentenció. Y cumplió: Dejó España, vendió el Ferrari y en 1977 regresó al Perú para firmar por Alianza Lima.
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Y SE LLAMA PERÚ
Sotil está ligado a los grandes momentos de la selección peruana. Fue el socio de Teófilo Cubillas en el Mundial de 1970 y anotó un gol épico en las Eliminatorias de 1977: su frentazo le rompió el arco a Chile y abrió el camino del triunfo 2-0, en Lima. Eso sí, llegó a Argentina 1978 con una lesión a la rodilla y solo jugó los tres primeros cotejos (triunfos ante Escocia e Irán y empate ante Holanda).
Apenas estuvo en un partido en la Copa América 1975, pero forma parte de la galería histórica del torneo. Aquel 28 de octubre en Caracas anotó en la final ante Colombia para decretar el 1-0. El ‘Cholo’ solo aparece en las fotos de los festejos en los vestuarios, porque un emisario de Barcelona se lo llevó de regreso esa misma noche: el club no le había concedido permiso para los anteriores ocho encuentros de Perú y él se escapó y compró su pasaje para jugar el decisivo encuentro. “Un día antes de la final, el ‘Cholo’ se apareció calladito y a todos nos regaló relojes suizos bañados en oro. Ahí me di cuenta de que íbamos a ser campeones”, nos contó Héctor Chumpitaz, el ‘Gran Capitán”.
ÚLTIMOS TOQUES
En 1977, está dicho, regresó a Alianza para conformar un equipazo junto a Teófilo Cubillas, César Cueto, José Velásquez y Guillermo La Rosa: logró el bicampeonato 77-78 y al año siguiente partió a Colombia para jugar por Deportivo Independiente Medellín. Solo tenía 30 años, pero ya había perdido fortaleza física. En 1981 volvió al ‘Muni’, pero ya parecía un exfutbolista por su poco apego al entrenamiento y su afición por la bebida. Además, esas camisetas pegadas y diminutos shorts de la época no le favorecían. En 1985 fichó por el recién ascendido Espartanos de Pacasmayo y al año siguiente debutó como entrenador en Deportivo Junín, donde incluso llegó a jugar un partido. Con 35 calendarios, le puso punto final a su carrera deportiva.
Se fue en silencio, no quiso homenajes ni partidos de despedida. Alcanzó la gloria, pero optó por regresar a su viejo barrio en La Victoria y ahí celebra con sus amigos o con cualquiera que quiera brindar con él. Así es feliz.
Este 18 de mayo, Hugo Alejandro Sotil Yerén cumple 71 años. El hijo de un chofer interprovincial y una ama de casa que llegó a la capital desde su natal Ica, pudo cumplir sus sueños y alcanzar récords. Por ejemplo, fue el primer futbolista peruano con filme propio en la pantalla grande. “Soy hincha de Alianza, pero cuando muera, quiero que me entierren con la camiseta del Barcelona”, dijo. Pero la película de la vida de ‘Cholo’ todavía tiene para rato.
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