La Copa Libertadores recién ha empezado pero ya tenemos el mejor gol del año. Es de Jhilmar Lora (Lima, 22 años), que anoche le pegó a la pelota como en los setenta nos dijeron que le pegaba Cubillas y, diez años después, Uribe. cEs su primer gol en Primera. Es su primer gol en copa. Es un gol que vale 500 mil dólares, el premio de Conmebol. De hecho, y más allá del debate sobre si quiso centrar, sobre si era un pase, sobre si miró o no al arco -sí miró-, otra vez ha quedado claro en Sudamérica que en el Perú todavía se patea así.
¿Qué tipo de lateral derecho es Lora? No es un portento como Advíncula, que hace 100 metros en 11 segundos, ni un rústico como Corzo, más hecho para el golpe por golpe, para el cachascán. Lora es, además de producto de la cantera, un marcador estético, más elegante que el promedio, con inteligencia para encarar apoyado en un pie derecho que juega. Sus mejores fotos son cuando se adelanta y parece extremo, las peores cuando le toca marcar -quedó estigmatizado con el gol de Barcos en la final del 2021-. ¿Tiene techo para crecer? Sin duda. ¿Es un refresco para esa zona en selección? A Reynoso le gusta y posiblemente estará en la lista contra Alemania y Marruecos.
El golazo
Mientras tanto, Lora emociona hasta a los que no son hinchas de Cristal: su primer gol con la camiseta celeste en 16 partidos de Copa Libertadores fue gritado en Matute, celebrado en el Monumental. Eso es unanimidad. Se trata de un partido, sí, pero no cualquier partido: era una definición cardíaca con estadio lleno y una nube gris que -lo dijo el mismo Yotún- acusa a los celestes de ser “pecho fríos”. Habría ya que archivar esa ironía. Y lo hizo, además, después de un año discreto: Lora alternó suplencia con titularidad, arrancó en menos partidos que el 2021 (12 versus 16) y en la competencia con Madrid, parecía perdido. Hoy, con Tiago Nunes, el muchacho que quería irse hace unos meses es un titular fijo. Los buenos técnicos construyen. Los mejores, potencian.
Anoche contra Nacional de Paraguay estuvo en todos los sectores de la cancha en que se le necesitó, con seguridad para pasar y atención para la marca. Pega apenas, pero sabe. Su buen pie para los centros debe tener responsables dentro del club, sin duda. También en videos de YouTube. Allí, en ese puesto de lateral derecho, Cristal fue fábrica: acuérdense de Jorge Soto. Piensen, sobre todo, en la felicidad que era ver patear a Ñol.