Este texto llega con una semana de atraso (y al menos cuatro años de espera): debía ser una suerte de bocado previo a la noche del martes 22 de noviembre, cuando el periodista Juan Carlos Ortecho iba a presentar en El Virrey de Miraflores su ópera prima, La Fe de Ayer: amor, fútbol y revolución -un subtítulo que también y tan bien lo define-. Ahí estaba el verdadero banquete. Mi buena suerte fue tenerlo antes de un viaje largo, hojearlo con envidia, oler sus páginas, discutir con él sobre ese tránsito que nos llevó -a cada uno, en cada ruta- a conocer la amada camiseta de nuestros padres. “Cuando descubrí el fútbol -arranca-, mis padres todavía se querían”. Con esa nostálgica frase empieza La Fe de Ayer, esta novela sobre fútbol y sobre sus viejos que le ha demorado más de cuatro años escribir.
Le pregunto entonces, una noche silenciosa en que secamos unas Stella Artois y una canastilla de papas fritas con pimienta... ¿Por qué tardaste tanto en publicarlo?
-Este libro no hubiera sido posible sin la ‘U’. Porque lo hice pensando en el club, luego entré a la ‘U’ y bueno, fue muy duro todo. Pero se lo debo a la ‘U’.
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Era, en principio, un libro autobiográfico. Se pone frente al espejo el autor: Nick Hornby es un escritor británico, nacido en 1957, autor de una de las novelas sobre este deporte más celebradas, Fiebre en las gradas. “No, no quería repetir a Hornby”, dice. Le creo. Su libro, entonces, recorría la niñez de su narrador, es decir, Ortecho, en una Lima convulsionada de dictadura militar de los 70, de encantamiento por la Revolución Cubana y, sin embargo, de ese oasis en medio del desierto: la ‘U’ era finalista de la Copa Libertadores del 72, la selección salía campeón de América el 75 y tres años después, una generación extraterrestre iba al Mundial de Argentina a lucir su talento para elevar paredes. “Yo estaba en el Cusco -dice Ortecho-, escribiendo. En Lamay, bellísimo. Tenía 5 capítulos listos y entro a trabajar al club. Ocurrió lo que suele pasar: el tiempo me consumió, los problemas ahí adentro igual y solo recién en 2019 lo retomé. Fue un año personal difícil ese, de una fractura”. Lo que vino fueron dos años de pandemia. Toda la industria editorial paralizada. Tiempo para dejar descansar el primer borrador, revisitarlo y darle un giro. Entraron a escena tres hombres claves para darle forma final a esta novela no convencional: Jerónimo Pimentel, director de Penguin Random House en Lima, José Carlos Yrigoyen, uno de los primeros ácidos lectores, y Raúl Cachay, editor del proyecto. La ‘U’, Alianza y la selección resumida en tres nombres.
Entonces, se convirtió en una novela de fútbol que cruza la edad dorada del fútbol peruano y el preámbulo del descalabro y el terror de los años ochenta en el país. Ortecho dejó de ser niño, se volvió adolescente y aprendió de leyes, fútbol y boxeo. La contracarátula del libro así lo explica: “Narrada desde una entrañable mirada infantil, esta novela aborda la construcción de los primeros afectos y el descubrimiento de los desencantos amorosos. Asimismo, el poder articulador que tiene el fútbol y los cambios acelerados que experimentaron la capital y una sociedad que entonces parecían condenadas a caer de manera irremisible por el despeñadero de la violencia y el pesimismo”. Para la atmósfera, para recorrer con el narrador el Felli y sus chocoboys, el cine Broadway o Magdalena del Mar, hay un qr en cada capítulo para escuchar Bee Ges o punk.
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Un libro para reconocerse. Ese es el que ha escrito Ortecho, el que le reclamábamos hace tiempo. Son 257 páginas que elevan la valla de quienes hacemos periodismo deportivo todos los días -con fracasos y estridencias, con divisionismo y opacidad-, a veces entrampados en el género ornitorrinco -la crónica- y que ni siquiera nos hemos puesto a pensar en que, quizá alguno, pueda escribir un libro que salte ese taburete y aspire a ser, realmente, literatura.
Antes que se acaben las cervezas, le pregunto a Ortecho.
-¿Qué crees que que habría dicho tu viejo, el arquitecto, esa noche del martes en El Virrey?
Me habría corregido. Tú eres muy observador, seguro decía, pero me habría corregido.
DÓNDE CONSEGUIRLO
En Virrey de Miraflores, Librería Sur y Estruendomudo. Precio: 79 soles.