Renzo Gómez Vega

El último fin de semana, en el estadio Monumental, al jugador de Melgar le lanzaron un plátano. Todavía no se ha identificado a su agresor, un barrista que estaba ubicado en la tribuna Occidente. La Comisión Disciplinaria de la Federación Peruana de Fútbol le abrió un proceso al club Universitario por lo sucedido. En tanto, su dirigencia, encabezada pory secundada por voceros como , no solo le ha costado pedir disculpas, sino que ha puesto en el mismo nivel el acto denigrante contra Quevedo y su reacción tras los ataques. Reflexionamos sobre este delito con siete colegas, quienes respondieron las siguientes preguntas:

  1. ¿Qué medidas efectivas se pueden implementar para erradicar el racismo en los estadios del fútbol peruano?
  2. ¿Te parece que la dirigencia de la ‘U’ ha manejado lo sucedido adecuadamente? Sí/no. ¿Por qué?

Claudio Chaparro, periodista

1. Es necesario crear protocolos y comprometerse, en trabajo coordinado entre FPF y clubes, para sancionar de forma drástica: impedimento de por vida de ingresos a los estadios. Cualquier acto de racismo debe paralizar el juego de forma inmediata y el club local detectar, en el acto, con la ayuda de la gente, al racista. Y sacarlo delante de todos del estadio. Al mismo tiempo, crear campañas de conciencia, en el mismo estadio, permanentes, haciendo ver que el fútbol une y es de todas las sangres, aprovechando la llegada que tiene el fútbol en la gente. Los clubes hacen muy buenas campañas de marketing, que también las hagan sobre combatir el racismo. El racismo es una tara en el Perú. Erradicarla depende de todos y la convocatoria que tiene el fútbol debe ayudar.

2. Me parece que la dirigencia de la ‘U’ ha manejado el tema de manera miserable. Minimiza el acto al buscar sanción para el jugador rival. Creo que el gran error de esta dirigencia de la ‘U’ es incluir en puestos directivos y de gestión, desde Jean Ferrari, a tipos que actúan como hinchas tribuneros, sin criterio profesional. Y en este caso concreto, un acto racista, han procedido además de manera vil, insensata y cruel. La historia de la ‘U’ no merece dirigentes de ese tipo.

Sofía Carrillo, periodista y activista

1. Cuando se dan este tipo de actos, el árbitro debe parar el juego y mediante altoparlantes se tiene que advertir que si se mantienen este tipo de conductas se parará el partido. En este caso particular no se actuó de manera prolija. Ahora la Comisión de Justicia de la FPF debería determinar la sanción que puede ir desde multas económicas al club organizador hasta cerrar tribunas, quitar puntos o determinar partidos a puertas cerradas. Lo que no puede suceder es que no se haga nada, porque el mensaje sería que no consideran graves los actos racistas y/o discriminatorios.

Todo esto debe ir acompañado de campañas de sensibilización. Hace más de 15 años tuve la oportunidad de impulsar junto con voluntarios de la Mesa para la Lucha contra el Racismo de la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos la campaña “Sácale tarjeta roja al racismo”, incluso los clubes y la propia Agremiación Peruana de Futbolistas Profesionales tuvieron una muy buena respuesta, con Francesco Manassero y Sandro Cavero. Años después hizo lo propio el Ministerio de Cultura, pero si esto no es sostenido y acompañado de campañas antirracistas en espacios formales y no formales no veremos reales cambios. Modificar patrones soioculturales racistas y discriminatorios no es fácil. Debe entenderse que el racismo es un problema que debemos enfrentar y negarlo no lo desaparece.

Este hecho debe generar la reacción inmediata de todos los futbolistas y personas vinculados al fútbol, afros o no afros. Además de acompañar al futbolista agredido y a todos sus colegas afros. Lamentablemente muchos hombres deportistas e incluso periodistas han construido su masculinidad en esta idea de que hay que tolerar todos los agravios y si alzas tu voz cuando te insultan de manera racista eres “demasiado sensible” y no es así. Acá se animalizó a todo un pueblo afrodescendiente a través de la figura de Quevedo. Es vergonzoso y las tibiezas no deben tener cabida, es necesario que los futbolistas se sientan en la capacidad y confianza de solicitar detener un partido de fútbol si se da un hecho similar nuevamente. Y a los futbolistas afros: no tengan temor de alzar su voz, hay un comunidad que tiene la obligación de respaldarlos.

2. El comunicado de Universitario pudo ser más contundente en la manera de rechazar el racismo además de anunciar las sanciones. Me dejó preocupada ver una entrevista en TV a Adrián Gallardo, coordinador deportivo de Universitario, que relativizó lo ocurrido en el Monumental sin asumir la gravedad de la violencia racista. Muchos aún en el ámbito deportivo pueden asumir que “son cosas del fútbol, del calor del momento”, de lo contrario no me explico el que muchos periodistas deportivos no hayan rechazado y condenado de manera inmediata el acto racista, durante la transmisión del partido. Sin embargo, más allá de eso, espero que tanto este club como los demás (porque no asumamos que solo en la “U” se dan estos hechos) tomen conciencia de lo sucedido y que también los futbolistas afrodescendientes se sientan respaldados por su club, la FPF y la ADFP. Y la pelota sí se mancha con el racismo, nada debe estar por encima de la condena a un acto de violencia racista.

Pedro Ortiz Bisso, periodista

1. En primer lugar, se tienen que cubrir las normas. Ese sujeto que realizó ese acto racista contra Quevedo, se le tiene que identificar y no permitirle ingresar a un estadio de fútbol nunca más. Así de radicales tenemos que ser. A los clubes se les tiene que sancionar por más que no tengan una responsabilidad directa. Si los hinchas no sienten que están perjudicando a su club, si esta sensación de impunidad en la que se manejan se mantiene, esto va a continuar. Para el club debe ser a través del estadio o una multa que verdaderamente les duela. Tienen que ser sancionados ejemplarmente para que esto no vuelva a ocurrir y hablo no solo de la ‘U’, también de Cienciano o de cualquier otro club donde ocurra un hecho similar.

2. El manejo de la dirigencia ha sido pésimo. Tienen un problema de comunicación grave porque por un lado dicen que condenan el racismo, pero por el otro intentan -o es la sensación que queda- atenuar lo ocurrido con las provocaciones de Quevedo o las declaraciones de Villamarín, cuando ninguno de esos actos está al nivel de lo cometido contra el jugador de Melgar. Al racismo no hay que darle un milímetro de espacio dentro del fútbol, es cierto que es un problema estructural, un problema de la sociedad peruana, somos un país muy racista. Pero es algo que tenemos que superar y si no empezamos tomando medidas ejemplares por un lado y por otro deslindar de una manera clara de estos actos, todo va a quedar en declaraciones vacías, que no tienen un sentido concreto.


Luccina Aparicio, periodista de ESPN

1. Sancionarlos porque es la única forma en la que tal vez puedan aprender a no cometer los mismos errores. Por ahí el hecho de cerrar tribunas, por ejemplo, me parece una buena opción, porque los deja sin poder ver el partido que es lo que más desean. Ellos van a ver un partido, a querer alentar a su equipo. Si tú les cierras o les niegas esa posibilidad, sería una medida importante. Es drástica sí, pero considero que es parte de la sociedad peruana, de tratar de educar de alguna forma a las barras. Se deben tomar acciones para que ellos puedan vivir el fútbol como lo que es: una fiesta, una pasión, una distracción, entretenimiento, llevarlos hacia ese lado. Activaciones en el mismo estadio, tratar de enfocar el evento hacia algo positivo, no hacia la rivalidad que si bien es cierto el fútbol siempre la va a tener, también hay otros matices. Pienso que, en ese sentido, el marketing puede pesar, en lo que haga la liga o la federación.

2. Me parece que la dirigencia de Universitario no ha manejado bien la situación. Desde un principio debió salir solo una persona como vocero del club y no salir diferentes personas en diferentes medios, tratando de justificar lo sucedido con una acción del jugador que es una respuesta al público. Al final es un si “él lo hace, yo le pego el doble”. De algún modo la discriminación no debería existir, es algo antideportivo, entonces si lo tratan de justificar considero que quedan mal. Han dejado mal al club.

Bruno Ortiz Jaime, periodista

1. Ser drásticos en el cierre de tribunas para que los clubes sientan el golpe económico y radicalicen sus medidas contra estas expresiones. De igual manera iniciar un proceso hacia el sujeto que cometa el acto de racismo, tal como se hiciera en su momento con el tema de petardos en las tribunas. No es una criollada o una falta, es un delito.

2. Me parece que la directiva de la ‘U’ se maneja de manera tribunera y esa conducción contribuye poco o nada a la solución de problemas, más todavía de esta gravedad. Algo que debe condenarse, termina cayendo al nivel de una discusión escolar.

María Fe Serra, periodista en revista Sudor

1. Estamos en una sociedad que arrastra muchísimos lastres de discriminación, donde está normalizado el racismo, el clasismo, el machismo, la homofobia. Ha habido evolución en los últimos años, pero muchos de nosotros hemos crecido normalizando algunas actitudes discriminatorias que no nos dábamos cuenta que estaban mal. Las medidas preventivas efectivas tienen que venir tanto de los clubes como de la federación y desde varios frentes. Uno es la educación, los clubes tienen influencia fuerte en sus hinchas, si logran que el hincha confíe e interiorice las comunicaciones del club, podrían mandar mensajes que concienticen que eso no es correcto, que el club no comparte esos valores. Se pueden hacer campañas, visibilizando que los clubes son diversos, desde los jugadores, los trabajadores, hasta los dirigentes y los hinchas. Podrían haber capacitaciones internas en los clubes. Primero debes tener un club seguro, con mecanismos de denuncia, donde sabes que todos tus trabajadores entienden que el racismo está mal para dar mensajes coherentes. Evidentemente la prevención no siempre puede funcionar al 100%. Por eso debe haber sanciones drásticas de parte de la federación. Y ser claras, objetivas y estipuladas, no pueden estar sujetas a la interpretación.

2. Me parece que la dirigencia no ha manejado bien lo sucedido y con esos temas delicados se debe pronunciar relativamente rápido. El comunicado está bastante adecuado, al menos en él no había una intención de justificar lo que había pasado ni se mencionaba la provocación del jugador. Luego el propio Jean Ferrari pone un tweet que dice que han identificado a la persona y que van a aplicar sanciones, pero que también quería sanciones para las otras dos personas, porque su comportamiento no había sido ético. Todo en un mismo mensaje le quitó peso y nos dejó la sensación a todos de que estaba tratando de justificarlo. El vocero Adrián Gallardo (coordinador de Universitario) tuvo declaraciones muy desatinadas, minimizando el racismo, equiparándolo con otras cuestiones para quitarle el peso al acto. Lo importante es que sucedió un acto racista y que debe ser visible, que no se quite el foco de allí, porque es grave. No se deben mezclar las cosas.

Andrea Vela, reportera Movistar Deportes

1. Identificar a los responsables y aplicar una sanción ejemplar, que pueda sentar un precedente. El racismo es un delito y en el futbol peruano se pasa por agua tibia. No debe quedar ahí, los clubes y FPF deberían tener la responsabilidad de generar campañas de concientización y sensibilización para erradicar el racismo.

2. No. No es suficiente un comunicado anunciando las acciones que se tomarían, mucho menos si no van a ser enfáticos para condenar el racismo. Ha sido más lamentable aún escuchar a representantes del club tratando de minimizar los hechos. Se exige que tomen acciones inmediatas.

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