Ocho victorias consecutivas. No es casualidad, es una consecuencia. Con este triunfo 3-2 ante Alianza Lima nos encontramos ante el mejor momento futbolístico de Sporting Cristal después de casi dos años. Los cerveceros están muy cerca de levantar el título del torneo Clausura. Después de muchos errores cometidos en dirigencia y en plantel de jugadores hubo un minuto de respiro para aprender las lecciones y tratar de dar, al fin, algunos pasos adelante.
El plantel celeste demoró casi nueve meses en despegar. Podríamos decir que este enredado sistema del torneo local favoreció mucho a un equipo que se tardó en alcanzar sus más altos picos de rendimiento. Daniel Ahmed logró armar su once base, esperó a Maxi Núñez (uno de los que más se demoró en explotar), apostó por algunos jóvenes como Chávez y Abram y salió a buscar los resultados con su estilo de ataque conocido. Quiso morir en su palo y ahora está más vivo que nunca.
Estamos frente a un plantel que está entendiendo cada día mejor el mensaje de su técnico. Convencidos. Eso siempre es decisivo para una campaña ganadora. Cristal agrada a la vista y nunca se cansa de ir al ataque. A veces sufre desgaste físico en la volante pero eso será motivo de trabajo para la próxima temporada.
Después de una cadena de malas decisiones dirigenciales para contratar jugadores, apareció Sergio Blanco. El 'Chapita' llegó prácticamente caído del cielo. Una llamada de urgencia de la Comisión de Fútbol celeste al Uruguay fue suficiente para traer a uno de los goleadores del campeonato charrúa 2013. Blanco ha sido clave. No solo anota goles, sino tiene presencia de peligro en el área rival. Ante Alianza Lima fue protagonista de dos goles (estuvo en la jugada del penal a Ávila y pivoteó el balón para Núñez en el tercero). La directiva celeste corrigió en el camino. Se retractó a tiempo.
A diferencia de la campaña 2013, esta vez la directiva del Rímac no se perturbó por los malos momentos del equipo en el Torneo del Inca y en el Apertura. Respaldaron sin pestañear a Ahmed y ahora pueden disfrutar de este buen momento. El apoyo que no tuvo Mosquera, lo tiene ahora Ahmed. Y esa también es señal de una lección que se aprendió por el bien de la institución.
Sporting Cristal ha mejorado y por eso está con posibilidades intactas de convertirse en campeón nacional. Pocos lo esperaban (después de un Apertura lleno de tropiezos) y ahora podrían jugar la definición de diciembre con Juan Aurich de Chiclayo. Aún tiene deudas, sobre todo en el sector defensivo, pero ha vuelto sonreír. Ha recuperado una vieja costumbre. La costumbre de ganar.