Este viernes regresa el fútbol peruano. Para alegría de algunos y desazón de otros, la Liga 1 debe reestrenarse este fin de semana en medio de una pandemia de coronavirus que sigue azotando al país y en especial a Lima, ciudad sede del certamen. Mientras deportistas de otros deportes entrenan a solas y otros aún desde sus casas, el fútbol le dará el toque inicial al deporte profesional, aunque viendo la actualidad, esta vez vale decir que nada está dicho hasta que el árbitro toque el pitazo inicial.
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-¿Por qué sí?-
Desde el primer momento en el que se anunció el retorno de los deportes, quedaba claro que el fútbol era como la bandera de todo esto. Ya lo había dejado claro el mismo Presidente Martín Vizcarra en aquel discurso del 22 de mayo cuando comunicó que: “Se permite actividades deportivas profesionales que no impliquen contacto físico directo, como también el fútbol profesional”. Un capítulo aparte para el balompié.
Existe un interés comercial de que el fútbol vuelva, eso queda claro. Porque es una industria que mueve muchos millones en el deporte nacional, desde la televisación hasta alquileres de campos de entrenamientos y estadios. Bajo esta óptica, si se han reabierto centros comerciales y vuelos nacionales, por qué no el fútbol, que es una de las cabezas de la industria deportiva.
Además, en la Federación Peruana de Fútbol (FPF) entienden que el Instituto Peruano del Deporte (IPD) ha visto en sus protocolos las medidas óptimas para seguir en el camino a la vuelta del fútbol, que debe darse este viernes con el duelo entre Cantolao-Universitario.
Desde Videna aseguraban que la cifra de contagiados entre futbolistas no era muy baja como para pensar en detener la vuelta al fútbol. Se hablaba de un 3 a 4% de contagiados solo entre jugadores. Si se cumplen los protocolos, esta cifra no debería aumentar, sin embargo hoy la asignatura pendiente es ver cómo resolver los ocho contagios en el plantel de Binacional. Que los clubes estén en Lima beneficia para que la FPF pueda vigilar el cumplimiento de los protocolos más de cerca.
Existe un sistema integrado en la que se sabe de todo lo que realiza la FPF es de conocimiento del IPD, por lo que cada paso que da el fútbol es de conocimiento del máximo ente deportivo nacional, y hasta ahora le ha dado el OK a todo.
-¿Por qué no?-
El pasado 9 de julio, la Dirección de Deportes Afiliados enviaba un memorándum a las distintas federaciones informándoles que las actividades de entrenamiento se mantenían en la fase en la que se encontraban, es decir la Fase 1. Para ese momento, Universitario se alistaba para iniciar la Fase 2 y otros clubes ya estaban en ella.
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Recién hoy, un mes después de esa directiva, se autorizó a que se pueda solicitar el pase a la Fase 2. Es decir, algunos deportes han estado un mes sin poder ‘evolucionar’ en sus entrenamientos debido a que, según lo que explicó Dinadaf, el índice de letalidad del coronavirus en Lima es muy alto.
El miércoles 5 de agosto por la mañana, en la web de la sala situacional del Minsa aparece que la letalidad en la ciudad de Lima es del 4.4%. En el memorándum que envió Dinadaf a las federaciones a inicios de julio se detallan estos lineamientos de prevención: “se categoriza a las regiones por riesgo de letalidad 2.5-5% como alto”. El índice sigue siendo alto y el riesgo de igual modo.
¿Por qué la medida de detener las fases no se consideró para el fútbol? Lima sigue siendo un centro de contagio muy alto en el país y las cifras de fallecidos no disminuyen a diario. Y si a esto sumamos los ocho contagiados en Binacional, todo se agrava. ¿Estamos en condiciones reales de volver?
Por ejemplo, el judo viene entrenando desde el pasado 20 de junio y aún no han podido realizar prácticas en grupo, a pesar de tratarse de un deporte de contacto y de cumplir todos los protocolos. El surf, bádminton, tenis, entre otros no tienen la necesidad del trabajo en grupo o con contacto, pero igual han estado entrenando bajo la misma fase desde que empezaron, desde ya casi dos meses.
El no al fútbol también viene desde los casos vistos tanto en el extranjero y los locales. Ni la MLS, acuartelada en Orlando, ni la Liga Paraguaya, que tuvo que postergar una semana el reinicio de su torneo, se han liberado del coronavirus. En Europa la pandemia sigue siendo un tema de discusión. Y ver en el Perú los positivos en Huancayo, el rompimientos de protocolos de Binacional –que viajó por tierra desde Juliaca parando en Arequipa y ya en Lima cuatros jugadores salieron de su concentración-, da para pensar que la burbuja peruana se pude pinchar fácilmente.
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