“El club arequipeño es el mejor club peruano de los últimos cinco años si sumamos todos los puntajes acumulados desde el 2014 hasta la fecha”. (Foto: USI)
“El club arequipeño es el mejor club peruano de los últimos cinco años si sumamos todos los puntajes acumulados desde el 2014 hasta la fecha”. (Foto: USI)
Pedro Canelo

“A seguir con humildad y calladitos”, escribió Diego Penny ayer en su cuenta de Twitter. El arquero de sintetizó, con este mensaje, la felicidad por el penal atajado a Rinaldo Cruzado, por los tres puntos en Matute ante Alianza y pidió mantener ese perfil bajo que, en ocasiones, nos hace perder de vista una estadística que merece más de un análisis. El club arequipeño es el mejor club peruano de los últimos cinco años si sumamos todos los puntajes acumulados desde el 2014 hasta la fecha. En las últimas ediciones del torneo local, el cuadro rojinegro dominó.


Después de una temporada 2013 ocupando los últimos lugares de la tabla y con una economía inmanejable, Melgar ingresó a la modalidad de administración temporal. Por esos días, la deuda ante la Sunat era de aproximadamente cinco millones de soles y los resultados deportivos hacían mirar cada vez con mayor melancolía el título nacional que ganaron en 1981. Entonces llegó el administrador José Suárez, la inversión del empresario Jader Rizqallah y un trabajo a largo plazo con Juan Reynoso liderando por cuatro años el comando técnico. Melgar cultivó un debido proceso.


Si sumamos puntajes acumulados desde el 2014, Melgar suma 331 puntos frente a los 324 de Sporting Cristal, el otro club que ha hecho la diferencia en estas últimas temporadas. Y si los números son un aliado para establecer algún pronóstico, en este 2018 hay muchas posibilidades de que ambos equipos se encuentren por tercera vez en una final del torneo nacional (tercera vez en los últimos cuatro años).


En el 2014, los rojinegros sumaron el mejor puntaje a lo largo de toda la temporada; sin embargo, no clasificaron a la Copa Libertadores al no campeonar en ninguno de los torneos en ese año (Torneo de Verano, Apertura y Clausura). Esto llevó a modificar las bases del torneo para premiar a los equipos más regulares.


Es cierto que Rizqallah afrontó el año pasado una investigación por lavado de activos y que su caso fue archivado por el cuestionado juez César Hinostroza, sin embargo, más allá de esta incómoda situación judicial se ha consolidado una estrategia deportiva en el club de largo plazo y que tiene resultados tangibles. Ha sido siempre protagonista del torneo local, con jugadores de selección mayor como Loyola y Santamaría (migró al Puebla de México), y jugadores de la selección Sub 20 como Christian Vásquez, Alec Demoniester y Michael Rasmussen.


Reynoso tuvo tiempo y planificación para alcanzar en el 2015 su segundo título nacional como técnico y para dejar una base de jugadores que le ha dado sostenimiento a la competencia. Su hermetismo con los medios –una distancia marcada de sus días como capitán de la selección en los noventa– también lo ha aislado al momento del reconocimiento. No es lo más justo, la antipatía no debe tapar los ojos en medio de un éxito tan evidente.


Después de Juan Máximo, llegaron Enrique Meza y Hernán Torres. Hay línea de continuidad con jugadores como Cuesta, Arias, Quina o el mismo seleccionado Nilson Loyola. En silencio, como dice Diego Penny, el equipo que convive con el Misti de fondo ha encontrado su mejor momento de erupción.

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