Basta de racismo. El fútbol peruano continúa viéndose manchado por actos racistas del público en los diferentes estadios del país y tanto la Federación Peruana de Fútbol como la Asociación Deportiva de Fútbol Profesional no ponen verdadera mano dura para frenar este tipo de agresiones. Esta vez el agredido fue , jugador del FBC Melgar. 

Johnnier Montaño fue hostigado ayer con gritos racistas antes de ingresar al campo en el estadio Garcilaso del Cusco. El volante colombiano volteó a mirar hacia la tribuna y se golpeó el antebrazo derecho en señal de respuesta al acto vergonzoso que le tocó padecer en la Ciudad Imperial.

El pasado domingo, Jhoel Herrera, lateral del Real Garcilaso, se dio palmadas a pecho descubierto como respuesta a los insultos racistas de los aficionados que se encontraban en el estadio UNSA de Arequipa. 

Hasta el momento, las autoridades del fútbol peruano de la FPF y la ADFP no han dado a conocer una sanción ejemplar a este tipo de actos que deja mucho que desear por parte de los hinchas, quienes no tienen ningún derecho a denigrar a ninguna persona por su raza.

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