Esta vez le tocó ser suplente, pero sin duda es uno de los mejores del Real Garcilaso. Alfredo Ramúa es rápido, tiene quiebre y genera peligro cada vez que se acerca al área. Jesús Álvarez puede dar fe de ello en la goleada (3-0) de los cusqueños sobre Cristal.
Ramúa recibió y al percatarse de la nula marca de Álvarez, esperó unos segundos para que llegara un compañero. Cuando vio que se acercaba César Ortiz, amagó a la izquierda, luego a la derecha, Álvarez solo lo miraba y ante los amagues quedó muy mal parado. Los hinchas celestes no se lo perdonaron.
El volante argentino centró, Ortiz la paró y definió a la mano derecha de Penny para decretar el tercer y último gol de los cusqueños. El partido del ‘Chasqui’ fue para el olvido.