De ganar el Torneo Clausura, Sporting Cristal se coronará campeón nacional. (Foto: USI)
De ganar el Torneo Clausura, Sporting Cristal se coronará campeón nacional. (Foto: USI)
Pedro Canelo

Una Copa está servida, pero aún es difícil saber si el mejor equipo peruano del momento puede beber de ella.

En el retrato del último domingo por la tarde, el uruguayo-peruano Gabriel Costa se arrodillaba festivo frente a una tribuna celeste que, en medio de su agradecimiento, no dejaba de recordar una asignatura pendiente para . “La Libertadores es la Copa que quiero yo”, recitaba el canto coral en evidente alusión a esa deuda de resultados que tiene el cuadro cervecero en la competencia continental de clubes.

Como campeón del Apertura y ganador del Torneo de Verano, Cristal firmó el pase a la gran final del torneo nacional y aseguró cupo en la fase de grupos de la Libertadores. La campaña 2018 de los dirigidos por el ‘Comandante’ Salas es notable: puntero absoluto de la tabla acumulada con 65 puntos y con un abrumador registro de 47 goles a favor (el segundo en la clasificación, Melgar, solo tiene +10). La tarea que toca resolver es sostener el pico de rendimiento, señalar posibilidades de mejora y apuntar no solo al campeonato nacional en diciembre, sino a construir las bases para una Copa Libertadores 2019 con más alegrías que penas. Hay casi cinco meses para renovar ese sueño.

Antes de transmitir en vivo la entrevista con Ricardo Gareca, para las redes sociales de este Diario, conversábamos con el técnico de la selección peruana sobre cómo se estaba desarrollando el torneo local. El ‘Tigre’ dijo que técnicos como Mario Salas, Pablo Bengoechea, Franco Navarro, entre otros, fortalecían el campeonato y que el principal problema que encontraba para el progreso a nivel internacional era el veloz éxodo de jugadores talentosos en cada temporada. “Mira lo que pasó en Alianza, le costó tanto volver a un campeonato y al momento de afrontar la Copa se fueron más jugadores en comparación a los que llegaron. En otros países de Sudamérica es distinto, campeonas en tu liga y luego te refuerzas”, explicaba Gareca en las oficinas de selecciones en la Videna.

Suena simple; sin embargo, nos cuesta mucho prevenir esa situación adversa. Apenas aparece un equipo que se impone en casa, aparecen las dudas sobre si se podrá repetir ese dominio fuera de las fronteras. Siguiendo la línea del discurso de Gareca, en Cristal hay margen para la ilusión desde la vigencia de muchos de sus contratos. Jugadores como Herrera, Calcaterra, Merlo, Cazulo y Ballón seguirán todo el 2019, solo estaría pendiente la renovación de Costa y se quedan casi todos en el Rímac el próximo año. Con esa tranquilidad, presupuesto en mano, los dirigentes en La Florida evaluarán quién o quiénes podrían ser esos nuevos fichajes que ayuden a clasificar, después de 15 años, a una segunda fase copera.

En ese análisis sobre las críticas participaciones peruanas en torneos internacionales de clubes, la mochila no solo le pesa a Cristal. Pasan los años y recién estamos sintiendo el daño dirigencial que vivieron clubes grandes como Universitario y Alianza Lima. Hoy, ambos intervenidos por administraciones temporales, se ven obligados a los préstamos de futbolistas o a contratos cortoplacistas y así resolver al paso las urgencias del momento. Mientras esos números sigan en rojo, siempre serán más lo que se vayan que los que lleguen. Y la Libertadores nos seguirá dejando una resaca triste. Será, aunque nos duela, una Copa de más.

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