Fueron tres puntos buscados por cielo, VAR y tierra. Y una imagen lo dijo todo: Tiago Nunes ingresó al campo, saludó y felicitó a sus pupilos hasta llegar hacia Yoshimar Yotún, disimulando un poco como si no hubiese caminado en busca de su capitán. El abrazo fue innegociable y la paz reinó al fin en un Estadio Nacional color celeste de Sporting Cristal. Fue el final retratado de un partido sufrido ante The Strongest de Bolivia y la postal de la reconciliación entre los líderes rimenses, en la cancha y en el banquillo, luego de días tensos en La Florida.