Jasson Curi Chang

Debajo de norte, donde canta la Trinchera, la ira se nota en mis venas. Acabo de anotar el que siento es el gol de mi vida. Cabeza, rebote, patada. Golazo, 1-0, y celebración como Spiderman. Pero no. El VAR actúa, es riguroso. El uruguayo Ostojich pita y apaga el grito. Para que la bronca sea mayor, en la siguiente jugada, LDU anota. No lo puedo creer. La noche parece más noche, los cánticos ahora son rumores de desconfianza en las tribunas.

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