Universitario más crema y rojo que nunca. Aquí podríamos estar escribiendo de emociones si Calcaterra anotaba el 1-1 en el último segundo del partido. Aquí podríamos masticar las piedras de un -quizás- 0-0 si Alex Valera no hubiese visto la tarjeta roja. En cambio, hay que explicar la cruda verdad de un 1-0 en contra que, si bien deja la llave abierta, no le termina de cuadrar al hincha de la ‘U’. Sensaciones parecidas a las visitas ante Goiás (1-0) y Santa Fe (2-0). Goles en contra inexplicales, expulsiones innecesarias y oportunidades desapercibidas.
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Para la vuelta en Lima, Universitario podrá contar con José Carvallo y Martín Pérez Guedes. Sin embargo, ayer Diego Romero respondió a la previa que lo apunta como el arquero del futuro en la ‘U’. Sobrio y seguro, tan parecido al chileno Rodrigo Ureña, quien juega, corre y se tira al piso como manda la historia del club crema.
En el Monumental, el próximo martes 18, la ‘U’ no tendrá a Alex Valera, expulsado por tercera vez en el año e igualando a Nelson Cabanillas en tarjetas rojas del 2023. El comando técnico de Jorge Fossati tendrá que echar mano de Emanuel Herrera, quien deberá quebrar una racha de 10 partidos (serán 11 si no anota ante Unión Comercio el viernes 14) con el cuadro merengue.
El futuro es ahora
¿Y si juega Diego Romero en la vuelta? Me asalta la pregunta después de ver cómo el arquero suplente de Universitario tuvo el coraje de ser titular en Sao Paulo y responder cuando fue requerido. Cuestionado Carvallo desde hace meses por sus discretas actuaciones, y con Romero llamado a ser el futuro en el arco de la ‘U’, solo basta adelantar la oportunidad buscando mejores resultados.
Romero no tuvo culpa en el gol, pero debe mejorar su juego con los pies. Ante Corinthians, un par de veces fue buscado para salir jugando y sus pases se quedaron cortos.
Cinco para defender
A diferencia de otros partidos en la era Fossati, la línea de tres zagueros centrales (Corzo, Riveros y Di Benedetto) en gran parte del partido se convirtió en una línea de cinco defensores. Por eso jugó Bolívar en vez de Cabanillas y, por la misma razón, Polo jugó más tiempo en campo de Universitario y cruzó pocas veces al lado contrario. Corinthians puso un equipo con promedio de edad veinteañero y la exigencia física fue mayor.
Solo cuando se acercaban al minuto 80, una escapada de Renato Augusto (internacional con la selección de Brasil en 33 partidos y autor de dos goles a Perú en Eliminatorias) dejó en jaque a la defensa. Riveros perdió la marca de Felipe Augusto para lamentar el 1-0 en contra que definió el partido.
Por su lado, Di Benedetto supo frenar a Biro a punta de barridas, y Corzo hizo su trabajo primero contra Pedro Henrique (lesionado por Murrugarra en el primer tiempo) y, luego, ante Giovane.
El señor del medio
Murrugarra no es Pérez Guedes, por características es más parecido a Ureña, y aún así pudo jugar al lado del chileno sin estorbarse. El volante peruano cumplió la tarea de cortar los ataques del Timao por el medio y hasta que dejó la cancha hizo bien su trabajo.
El problema vino cuando Fossati mandó al campo a Alfonso Barco, un jugador con rasgos distintos. ‘Fonchi’ entró para que la ‘U’ circule mejor el balón, ya que Corinthians pasó a tener el 65% de la posesión en los primeros 15 minutos del segundo tiempo. ¿Lo consiguió? No. Barco se tropezó con sus ideas y en el gol de Corinthians fue espectador de lujo de toda la jugada.
Sofascore califica a Rodrigo Ureña con 6.8 puntos detrás de Diego Romero (6.9), Andy Polo (7.0) y Matías Di Benedetto (7.2). Sin embargo, el chileno representa todo lo que el hincha crema espera de un refuerzo extranjero. Carácter, coraje y fútbol, porque Ureña no es un patadura en el puesto en el que juega. De sus pies nacen las jugadas que buscan romper las líneas rivales, además aprovecha su patada para los cambios de balón de un lado a otro.
Ataque sin gol
La previa pintaba para creer que Piero Quispe podía tener el partido que lo confirme como una realidad y deje el cartel de promesa. El mediapunta crema, sin embargo, nos ratificó que los partidos de nivel internacional le quedan muy grandes. Desaparecido, intrascendente, impreciso. Podemos utilizar cualquier calificativo para describir la actuación de Quispe en Brasil.
Urruti, por su cuenta, se vio un segundo adelantando a todas las jugadas que pasaron por sus pies. No generó ni se asoció con Valera en el ataque, que ya suma cuatro partidos (Goiás, Santa Fe, Gimnasia y Corinthians) sin anotar en la Copa Sudamericana.
¿Y Valera? Irresponsable. Si el balón llegó a él, nunca pudo encontrar a un compañero cerca. Un cabezazo que pasó a 5 metros del arco de Corinthians podía salvar su noche, pero a los 70 le metió un planchazo innecesario a Rafael Santos y el VAR lo expulsó. La ‘U’ más crema y rojo que nunca.