Son tiempos en los que las redes sociales parecen haber elevado a la máxima potencia la rivalidad entre Universitario y Alianza Lima. Los ‘compadres’, viejos conocidos, ya no solo se enfrentan en el campo ni en la cantidad de hinchas que dicen tener, ahora luchan hasta por los ‘likes’. En ese sentido, DT El Comercio conversó con una voz autorizada: Jaime Pulgar Vidal. Periodista e historiador, Pulgar Vidal es autor del libro “El Clásico: El inicio de una rivalidad” que narra sobre el comienzo de este apasionante duelo, la misma que tendrá una reedición para el deleite de los fanáticos cremas.
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—¿Esta reedición del libro “El Clásico: El inicio de una rivalidad” trae algo nuevo para los hinchas?
Sí, en esta reedición modifico el marco teórico. Y en la parte final del libro hay algo que les va a gustar a los hinchas de la ‘U’. No puedo decir qué, pero sé que les gustará.
—¿Bajo qué idea nace el libro El Clásico?
El libro lo que narra es aquella rivalidad previa que debe tener todo clásico. Con previa me refiero a extra futbolística. Y que cuando dos equipos con esas rivalidades llegar a la cancha, este partido se convierte en un clásico porque ellos mismos están esperando para enfrentarse. Un clásico no nace simplemente porque se han enfrentado muchas veces, nació incluso antes de que se enfrenten por primera vez.
—Bajo esa perspectiva, ¿en el Perú solo existe un clásico y es el Alianza Lima vs Universitario?
Yo no creo que haya un clásico entre Universitario y Cristal o Alianza y Cristal porque los clásicos no nacen porque dos equipos sean buenos y se enfrentan muchas veces. Para que exista un clásico tiene que haber una rivalidad previa, algo que distinga a quienes conforman el equipo, sus hinchas, incluso a cómo entienden el fútbol. Recuerdo hace mucho tiempo, alumnos míos hicieron un gran trabajo acerca de la rivalidad que existe en el denominado “Clásico del Sur” entre Cienciano y Melgar, y me demostraron que existía realmente una rivalidad previa porque los cusqueños y arequipeños se ven de manera particular, distinta. Entonces hay una rivalidad previa que se expresa en la cancha.
—¿Qué temas o aspectos extra futbolísticos son los que antecedieron al clásico entre Alianza y Universitario?
Sociales, culturales, incluso políticas.
—¿Cuáles son las diferencias culturales marcadas entre Alianza y Universitario?
A diferencia de lo que dicen muchos que han investigado la historia de Alianza, no es necesariamente un equipo de obreros, tampoco de afrodescendientes. Es, más bien, un equipo de gente que prefiere oficios independientes, como el de carpintero, chofer de colectivo, albañil, entre otros, porque eso les permitía tener más tiempo libre para hacer algo que a ellos les parecía más importante, que era reunirse con los amigos, no solo como una cuestión de diversión sino también como una cuestión de solidaridad. Entonces el aliancista entiende el fútbol como un juego donde puede reunirse con los amigos y establece lazos solidarios y soportes para ayudarse cuando no tenían trabajo.
—-¿Y el de la ‘U’?
El de la ‘U’ es un jugador que se está preparando profesionalmente en la Universidad para tener un buen empleo, son estudiantes de derecho, ingeniería. Y, claro, tiene otra forma de ver la vida. Pero lo central, finalmente, en lo extra futbolístico son las percepciones. Mientras los jugadores de la ‘U’ son civilistas o hijos de civilistas, tanto así que cuando la ‘U’ gana el primer clásico por 1-0 van a festejar afuera del diario El Comercio, de la familia Miró Quesada que era civilista; los de Alianza cuando ganan el tercer clásico, se van a festejar afuera del diario La Prensa, que había sido tomado por Augusto B. Leguía.
—¿Esa idiosincrasia con la que nació el jugador de la ‘U’ termina por influencias y beneficiar en estas últimas décadas para que los cremas, por ejemplo, ganen tres finales seguidas a Alianza?
Algunos podrían decir eso. Y no solo en las finales contra Alianza, sino que los partidos que la ‘U’ necesita ganar, los gana. O por lo menos aparentemente deja todo en la cancha para ganar esos partidos porque entiende que el fútbol es una disciplina para ganar.
—En el contexto actual, con un fútbol tan globalizado y clubes multiculturales, ¿cuánto influye en la idiosincrasia de un equipo tener refuerzos del extranjero? ¿Y, para el futbolista de afuera que llega, es más fácil adaptarse a la cultura de la ‘U’ o la de Alianza?
Cuando Alianza creaba a sus equipos de fútbol desde la cantera, esos muchachos con corazón aliancista, probablemente salían a ganar. A veces les alcanzaba, otras no. Pero cuando empiezas a tener un equipo con jugadores extranjeros, probablemente no perciban esa identidad. Hay que recordar que cuando Alianza campeona con Pablo Bengoechea, en 2017, los hinchas festejaron el título pero no les gustaba el juego, no era el estilo aliancista. Entonces para un futbolista argentino o uruguayo probablemente sea más complicado tratar de entender la idiosincrasia del aliancista, estas formas de fútbol callejero, pícaro, alegre. Del otro lado, para el extranjero, entender lo que es la ‘U’ es más fácil, es el equipo que quiere ganar.
—¿Qué equipo es el que inicia la rivalidad?
Lo que dejo entrever en el libro es que los jugadores universitarios piensan que el partido siempre deberían ganarlo ellos. Se han preparado, han entrenado para eso. Son jugadores disciplinados en su vida privada incluso, cuidad su cuerpo, por lo tanto, los jugadores de ese equipo perciben que siempre deberían ganar el partido ante un equipo que no entrena, no se prepara, a veces gusta de la jarana que es el baile con mucha comida y mucha bebida, mucho alcohol. Pero es que los aliancistas juegan muy bien al fútbol. Entonces en el libro relato que son los universitarios los que están deseosos siempre de ganar ese partido.
—¿Cree que Alianza y Universitario se necesitan mutuamente para vivir?
Si entendemos el fútbol como una cuestión romántica, la respuesta sería que sí. Pero si vamos entendiendo el fútbol como una visión más contemporánea, como un negocio, creo que la respuesta es no. Porque la ‘U’ juegue con quién juegue y los hinchas llenan el estadio, y Alianza Lima también. Ya se acabó esa época en que el único partido donde el único partido a estadio lleno era el clásico. Entonces en términos financieros, creo que ya no se necesitan. Evidentemente el fútbol peruano siempre necesitará un clásico, eso es fundamental para poder vender el fútbol hacia afuera. Si no hay clásico un año, no hay otra cosa que se podría vender al fútbol sobre el fútbol peruano. No encuentro otro partido que suscite tan rivalidad como el de Alianza y Universitario.
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