Primero la teoría.
Efecto Mariposa: Recibe el nombre un conocido efecto según el cual la existencia de una acción o situación determinada puede provocar una serie de situaciones o acciones sucesivas que terminan provocando un efecto considerable que no parece corresponderse con la situación o elemento que lo empezó.
Ahora, la historia de Roberto Chale, el Maestro, el señor pícaro que en una frase podía contar dos bromas.
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Yo le decía Don Roberto porque era la única forma de demostrarle todo el cariño posible a los años maravillosos en la que Universitario salió tricampeón del fútbol peruano. Tuve una infancia feliz, y solo me quedó ser un hincha agradecido cuando adulto lo llamé siendo periodista de El Comercio.
Lo conocí una tarde de Champions League del 2015. Hablamos por el teléfono fijo de su casa más de 20 minutos y su opinión sobre los partidos europeos salió publicada como una columna “Yo Digo” en las páginas del suplemento Deporte Total. Desde entonces nuestra relación fue más cercana intercambiando comentarios de partidos y anécdotas de su época de ‘Niño Terrible’.
El día que la ‘U’ despidió a Luis Fernando Suárez y yo escribí un ácido texto de la remontada 3-2 de Unión Comercio en el Monumental (Clausura 2015), Don Roberto ironizó con que había llegado su momento. Estaba cumpliendo alguna labor dentro del club. Con el transcurrir de las horas, su cercanía con Germán Leguía pusieron su nombre en la mesa para poder tomar al primer equipo.
En esas idas y vueltas, que ahora es un recuerdo que me arranca sonrisas, Chale dirigió al equipo desde la tribuna el 2-1 sobre Alianza Atlético de Sullana, y a los días se escapó de la firma de su contrato como técnico de la ‘U’. Simplemente se fue. No estaba de acuerdo con algunos puntos del mismo. Llegó a parar a la redacción de El Bocón antes de irse a su casa en San Borja. En la enésima llamada a su teléfono fijo, él me contestó. Jamás voy a olvidar una promesa que, en ese momento, solo me dieron un poco de paz (la ‘U’ estaba complicado en la tabla anual del 2015) y me causaron mucha sorpresa. “Si yo agarro al equipo es para ser campeón”, me dijo. La seguridad en la voz de Chale era tanto su marca registrada como su rapidez para contestar por una broma.
Desde la fecha 2 del Clausura 2015, con Chale la ‘U’ 28 puntos, nunca perdió en el Monumental, quedó tercera en la tabla y en el Acumulado le alcanzó para clasificar a la Copa Sudamericana 2016. Por efecto, a final de año le renovaron el contrato y tuvo a su lado al ‘Puma’ Carranza y al profesor Ramón Vásquez como preparador físico.
La pretemporada los primeros días del 2016 fueron la clave para explicar la razón del titular de esta nota. ¿Por qué Chale y el efecto mariposa?
A esa ‘U’ del 2016, como bien ha contado Pedro Ortiz Bisso en esta nota, le sobró la alegría y los goles. Una mañana en Campo Mar U, tras los primeros trabajos del día, reunió a su plantel y se dirigió a ellos como solo él sabía hacerlo: palabras en broma para que lo tomen en serio.
Miró a los ojos a Miguel Trauco, destacó el talento de Edison Flores, le dio confianza a Andy Polo y, sobre todo, alabó el hambre de goleador de Raúl Ruidíaz. Chale recordaría más adelante esa charla como el día que comenzó a convencer a sus jugadores que podían llegar a brillar en la selección peruana, que en ese momento apenas sumaba 3 puntos en las Eliminatorias. Era el mundialista de México 70 hablándole a los futuros mundialistas de Rusia 2018.
¿Qué pasó desde entonces? Al final de ese verano, Flores y Ruidíaz ingresaban por Pizarro y Farfán con Perú 0-2 abajo en el marcador ante Venezuela. Ambos fueron protagonistas en el empate agónico. La ‘Pulga’ asistió a Guerrero en el 2-1, y luego clavaría de cabeza el 2-2 final tras asistencia de ‘Orejas’.
Mientras iba cambiando el destino de la selección peruana, la ‘U’ ganó el Apertura 2016 de forma contundente con Chale en el banco. A mitad de año, Ricardo Gareca llevó a la Copa América en Estados Unidos hasta seis jugadores cremas: Cáceda, Trauco, Balbín, Flores, Polo y Ruidíaz.
Con Chale, la ‘U’ potenció a sus jugadores. Ruidíaz partió a México y Flores a Dinamarca el mismo 2016. Trauco y Polo se fueron el 2017 al Brasileirao (Flamengo) y Liga MX (Morelia), respectivamente. Don Roberto también dejaría a la ‘U’, pero su legado en la Bicolor se notaría el día que volvimos al Mundial tras 36 años de espera. Los cuatro cremas en mención fueron titulares frente a Nueva Zelanda. El aleteo en Campo Mar U removió el camino en Videna.
“Este equipo se merece entrar en la historia”, fue el titular de la entrevista en la sección “Posdata” publicado el 15 de noviembre del 2017 en la contraportada de la edición impresa del Diario El Comercio.
— De darse la clasificación, ¿qué es lo primero que hará?
Primero, agradecer a Dios por tener una nueva oportunidad de observar a Perú en la fiesta máxima del fútbol mundial. Luego me abrazaré mucho con mi familia.
Así era Don Roberto. Como un crema de bien, amaba a su familia tanto como a la ‘U’.