Una cosa de locos. Universidad San Martín se dejó empatar en los últimos minutos del partido contra Carlos A. Mannucci con un terrible blooper que terminó en un penal a favor de los trujillanos. Tarek Carranza se encargó de convertir la falta en gol y generar la molestia de los santos que habían fallado dos penales durante el partido.
Sobre los 38 minutos, el elenco tricolor llegó al área ‘santa’ a puro toque y el balón le quedó a Gonzalo Rizzo que, en su intento por sombrear a Diego Penny, terminó fallando y permitió que José Bolivar controle y tenga espacios para sacar el balón de ahí. Sin embargo, el defensor le pegó sobre la presencia de su compañero Saúl Salas y el bote le jugó una mala pasada: la pelota regresó y le pegó en la mano. Penal que el árbitro no dudó en cobrar.
La reacción de Diego Penny, echándose al piso y renegando por la increíble forma como le regalaban la chance al cuadro rival, demostraba la frutsración del cuadro universitario por tamaño error que les costó el gol del empate. Tarek Carranza se paró frente al balón, engañó al portero y definió al otro lado. Un gol muy celebrado por el cuadro carlista que remontaba el partido.
Al final, san Martín terminó cediendo tres puntos por no saber cuidar la ventaja de dos goles que tuvo, además de haber desperdiciado dos penales por obra de Jordan Guivin (atajado) y Santiago Rebagliati (desviado). Eso permitió que los trujillanos reacciones y logren una remontada que parecía imposible.