Tras la abrupta salida de Ángel Comizzo de Universitario, la incertidumbre y la preocupación se instaló en el hincha crema. Con el club viviendo la peor crisis institucional de su historia, con un plantel corto que no goza de nombres rutilantes y teniendo el reto gigante de volver por la puerta grande a la Copa Libertadores que disputará el próximo año (jugará la primera fase), parecía difícil conseguir un mejor conductor que el argentino en este momento crítico. Porque, dentro de todo, el ‘Indio’ tenía a su favor que ya conocía al grupo y poseía un crédito ganado debido al título nacional conseguido en el 2013 y la aceptable campaña que realizó esta temporada al frente del conjunto merengue.
Sin embargo, la llegada del experimentado e histórico técnico uruguayo Gregorio Pérez parece ser la luz al final de este túnel. ¿La razón? El nuevo entrenador merengue tiene un palmarés envidiable: ganó cuatro de los cinco títulos del segundo quinquenio de la historia de un peso pesado de Sudamérica como Peñarol, dirigió en Italia, fue asistente del ‘Maestro’ Óscar Washington Tabárez en la selección celeste en el Mundial Italia 1990 y ha dirigido en ligas importantes del continente como la argentina y colombiana, por citar un par de ejemplos.
Pero los estrategas con buen cartel no siempre han triunfado en nuestro territorio. Sucedió con Miguel Ángel Russo hace poco nada más en Alianza Lima, en el que tuvo un paso desastroso. El mismo Luis Fernando Suárez fue anunciado por los cremas en el 2015 con bombos y platillos por haber llevado a Ecuador y Honduras al Mundial. El colombiano no soportó la presión, ni la atmósfera complicada que se vive en Ate desde hace quince años por nefastos manejos dirigenciales y, además, los resultados no lo acompañaron.
Volviendo al presente, son las varias preguntas se hacen necesarias tras hacerse oficial que ‘Goyo’ dirigirá a los merengues en la próxima temporada: ¿Es verdad que la ‘U’ volverá a sus raíces de priorizar el pundonor por encima del juego vistoso y la pelota parada se volverá su principal arma? ¿Tendremos un Universitario que juegue a la ‘uruguaya’ el otro año? ¿Cuál es la verdadera filosofía futbolística del ‘Maestro’ Pérez?
¿Qué esquema utilizará?
Este es un tema del que todavía no se puede asegurar nada, él ya dijo que prefiere primero observar a sus nuevos jugadores en los entrenamientos. Sin embargo, vale destacar que el esquema que más utilizó en el último club que dirigió, el Independiente Santa Fe, fue el 4-3-2-1. Es decir, jugaba con un volante central netamente encargado de la tarea defensiva y dos volantes interiores con labores mixtas. Más adelante se ubicaban dos extremos con mucho ida y vuelta, mientras que arriba jugaba con un ‘9’ clásico. Lo más llamativo es que no usó enganche. Y decimos que todo esto es relativo porque, en su época dorada en Peñarol, jugó siempre con Pablo Bengoechea como ‘10’.
¿Cuál es su forma de liderar grupos humanos?
Pérez se caracteriza por ser un técnico que busca llegar al jugador personalmente más que con el mensaje a nivel colectivo. Por supuesto que trasmite su idea al grupo, pero se preocupa más en hacerlo individualmente y, por lo que dijo en una entrevista de este año para medios uruguayos, también le gusta tener mucha cercanía con sus dirigidos. “Al jugador hay que mimarlo pero también hay muchos condimentos. Hay futbolistas que necesitan que les hables más y otros menos. Pero paternal hay que ser”, señaló.
¿Cuál es su filosofía de juego?
Es un técnico uruguayo de la vieja escuela del fútbol de ese país. Prioriza mucho el aspecto defensivo y, sobre todo, le da un valor más que importante a la pelota parada. Él confesó hace unos meses que siente una alegría especial cuando lo trabajado en la semana desde la táctica fija se ve plasmado a la hora de disputar los encuentros. Además, comparte muchos conceptos sobre fútbol con el ‘Maestro’ Tabárez, de quien es amigo y fue asistente en la selección charrúa.
¿Qué piensa de los clásicos?
Esto dijo Pérez en la previa de un clásico Nacional vs. Peñarol jugado este año: “Es la fiesta de nuestro fútbol. Yo me siento mal cuando no gano un clásico, me encierro en mi casa y no salgo a la calle. Trato de recobrar fuerzas para reunirme otra vez con el grupo. No hay nada más bonito que jugarlos”.
¿Es verdad que está desactualizado?
Mucho se ha relacionado la edad de Gregorio (71 años) con su conocimiento del fútbol actual y del cómo se juega. Sin embargo, hace unos meses, mediante una entrevista, ofreció un completo panorama de lo que fue la última final de la Champions League.
“Los cuatro finalistas son ingleses (incluyendo la final de la Europa League), y todos con ningún técnico de nacionalidad inglesa. Con pocos futbolistas de nacionalidad inglesa, el Tottenham es el club con más elementos ingleses. Y por eso el contrato a largo plazo que le hicieron a Mauricio Pochettino. La última extensión de contrato fue por cinco años. El que tiene la posibilidad de salir campeón es el Manchester City con un plantel lleno de extranjeros”, analizó en su momento.
¿A qué técnico tiene como modelo en la actualidad?
Pérez, cada vez que puede, se deshace en halagos hacia Jürgen Klopp. Para el uruguayo, lo hecho por el alemán, es digno de admiración y respeto: “Desde cuando dirigía al Dortmund siempre me gustó la propuesta de Klopp. Su estilo y como juegan sus equipos. No renunció al mismo plantel para llegar a la final de la Champions. Fue una demostración de la convicción y del carácter que transmite ese hombre”.
¿Qué es lo más importante para Gregorio Pérez en el mundo del fútbol?
No son los títulos ni mucho menos el dinero. Para el estratega uruguayo lo más importante como técnico de fútbol es enseñar y dejar un buen recuerdo en el futbolista que pase por sus manos. “Han pasado los años y he visto reportajes donde me mencionan los futbolistas y es un masaje al alma. Que hablen bien o que te recuerden es lo más importante. El recuerdo y el respeto es lo más importante que uno puede dejar como técnico”.
¿Cuáles fueron sus raíces a nivel personal?
Pérez tuvo una infancia muy dura. Como se dice, él se hizo desde abajo y tiene los recuerdos de niño como su impulso para seguir adelante cuando las cosas se ponen difíciles.
“Mi padre era obrero de una fábrica y mi madre, ama de casa. A mi hermana y a mí nos tocó hacer muchas cosas en la adolescencia para ayudarlos. La pasamos mal, muy mal, y eso nos blindó para otras cosas. Aprendí a ser consciente de la vida y a valorar todo”, contó en su momento.
¿De qué equipo es hincha?
Es un fanático acérrimo de Peñarol, club al que sacó campeón cuatro veces y llevó a dos subcampeonatos de la Copa Conmebol (1993 y 1994). Y claro, como en la mayoría de casos, su amor por el ‘carbonero’ fue una herencia de papá. “Crecí admirando a todos los jugadores de mi equipo. Los de la década del 60 fueron mis ídolos, porque fue una generación que salió campeona de América y del mundo”.