En la exitosa revolución que dirigió –y sigue dirigiendo- Joachim Löw en el fútbol alemán (que tuvo como mayor logro la obtención del Mundial Brasil 2014), en las fotos y en las celebraciones siempre apareció a su costado un hombre que era desconocido para el mundo del fútbol... hasta hace casi dos meses: su compatriota Hans-Dieter ‘Hansi’ Flick. El alemán de 54 años, que tomó las riendas del Bayern Múnich de forma interina a principios de noviembre, en reemplazo del criticado Niko Kovac, fue confirmado como técnico del conjunto bávaro hasta fin de la temporada. En teoría, es un reto enorme para alguien que no cuenta con mayor experiencia como entrenador.
► Cristiano Ronaldo y una realidad lejos de los títulos en la Juventus
► Lionel Messi y una relación imperecedera con el gol año tras año
“El FC Bayern está muy contento con el trabajo de ‘Hansi’ Flick”, declaró el presidente del directorio del club, Karl-Heinz Rummenigge, citado en el comunicado del domingo: “Bajo su dirección como entrenador jefe, es destacable el desarrollo deportivo, tanto en calidad de juego como en resultados”.
¿Cuál fue la razón de su designación? Sumó ocho triunfos en diez partidos que le tocó estar al mando y devolvió al Bayern a pelear los primeros lugares de la Bundesliga, como lo obliga su historia. En el presente, el gigante teutón se encuentra a cuatro unidades del líder y sorprendente RB Leipzig. ¿Pero quién es Flick?
Aunque no le sobran partidos con el buzo de un club de Primera División, menos con un equipo con los galones del Bayern, Flick conoce a fondo el mundo de las libretas, la pizarra, los análisis exhaustivos de los rivales y todo lo que tiene que ver con entrenar en el primer mundo futbolístico.
El asistente eterno
Flick se hizo conocido tras su genial aporte al tetracampeonato de Alemania en el Mundial Brasil 2014, pero también tuvo una fugaz pero enriquecedora experiencia, después de retirarse como jugador, como entrenador de la Tercera División del club TSG 1899 Hoffenheim durante cinco años antes de ser despedido en el 2005. Luego trabajó como asistente en el FC Red Bull Salzburg.
Ya en la selección alemana, fue Löw quien se llevó todas las luces, pero era Flick el genio escondido que se encargaba de ser la mano derecha del técnico de la ‘Mannschaft’. ¿Cuál era su función? Era el encargado de coordinar la estrategia y táctica del cuadro teutón, su papel fundamental no fue el más vistoso, pero sí fue decisivo para obtener resultados.
Asimismo, era el jefe de los coordinadores defensivos y ofensivos de la ‘Mannschaft’ ente el 2006 y el 2014, teniendo gran importancia en el subcampeonato de la Eurocopa 2008, el tercer lugar del Mundial Sudáfrica 2010, así como en la semifinal alcanzada en la Eurocopa 2012. Además, era el más activo de dicho comando técnico incluso, dicen los periodistas locales, era más comunicativo y expresivo con los futbolistas que el mismo Löw.
Una oportunidad de oro
Tras los malos resultados de Kovac, de quien era asistente técnico también en el Bayern, Flick debutó como interino en la cuarta fecha de la fase de grupos de la UEFA Champions League con una victoria 2-0 ante el Olympiacos de Grecia. Ese resultado le dio la clasificación a octavos de final a los de Baviera.
Más allá del primer triunfo, en el equipo se empezó a ver su sello al ordenar la casa: el francés Benjamin Pavard volvió a ser lateral derecho, Joshua Kimmich pasó al centro del campo y de un 4-2-3-1 ante el club griego el esquema cambió a un 4-1-4-1 ante el Borussia Dortmund y contra el Fortuna Düsseldorf. Los resultados le dieron la razón: sendos 4-0 en casa y de visita, respectivamente.
Todavía es muy prematuro para aventurarse y afirmar que Flick será un gran entrenador. Pero lo factible es que su Bayern es una versión mejorada del que dirigió Kovac. Que un club grande de Europa se la juegue sentándolo en su banco es un claro síntoma de la confianza que hay en la capacidad de ‘Hansi’.