Jürgen Klopp vive sonriendo. Está alegre siempre. “Desde que nació mi hijo me di cuenta que el fútbol no es a vida o muerte. El fútbol debe ser inspiración y alegría, especialmente para los niños”, escribió para el “The Players Tribune” luego de ganar el The Best a mejor técnico el pasado lunes.
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La historia de Klopp, más allá de los resultados que ha logrado como el citado premio, está marcada también por hechos peculiares, curiosos, que él mismo cuenta sin sonrojarse, porque considera que el error es constante en la vida de cualquiera.
SUS HISTORIAS
La charla con Rocky IV
En el artículo titulado “Quizás estoy soñando”, Klopp empieza contando una curiosa situación que vivió cuando dirigía al Dortmund en el 2011. El alemán es amante del cine y previo a un duelo ante el Bayern en Múnich pensó que la mejor idea de motivar a sus jugadores era mostrarles escenas de Rocky IV, en la que el boxeador se mide ante Ivan Drago.
“¿Ven? El Bayern Munich es Ivan Drago. ¡Lo mejor de todo! ¡La mejor tecnología! Las mejores maquinas! ¡Es imparable! Nosotros somos rocosos. Somos más pequeños, sí. ¡Pero tenemos la pasión! ¡Tenemos el corazón de un campeón! ¡Podemos hacer lo imposible!”, arengó a sus jugadores, pero no encontró respuesta en ellos. Casi ninguno de sus muchachos había visto dicha película y solo dos levantaron la mano ante la pregunta de a quién le gustaría ser como Rocky.
“¡Tonterías! Era el partido más importante y el jefe gritando de tecnología soviética. Tuvo que comenzar mi discurso de cero”, cuenta.
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Sin redes sociales
“Creo que la decisión más inteligente que tomé en mi vida es no usar redes sociales”, contó en una entrevista con ESPN. “No las leo. Si la gente me criticase en las redes sociales, ellos pueden escribir lo que quieran y yo nunca lo vería”, continúa.
La explicación que da es que considera que se debe atender a la gente que se esconde en una pantalla. “Nunca creí que es correcto escuchar a la gente que no te muestra su cara”, asegura y considera que los que critican desde sus teléfonos no se interesan en la gente y graficó lo que le pasó a Lorius Karius cuando tuvo el error en la final ante el Real Madrid en la Champions del 2018.
Ebrio de felicidad
Su personalidad extrovertida ha hecho que viva situaciones más extremas que quedar en ridículo frente a sus jugadores. Esa misma temporada, en el 2011-12, el Dormund logró el campeonato, y la celebración fue a más no poder, tanto que Klopp despertó en un lugar donde no tenía idea de cómo había llegado.
“Me desperté en una camioneta en un garaje. NO recuerdo nada que tenga sentido, no tengo idea de las horas previas”, contó en un documental sobre el Dortmund en Amazon.
Al despertar encontró a Aki Watzke (Hans-Joachim Watzke, CEO de Borussia Dortmund) y con él se fue al club, ya que ese día tenían programada una celebración en la ciudad. Aki detuvo un viejo camión y le pidió que los llevara por 200 euros. "Yo intenté dormir, pero escucha un 'cluck, cluck, cluck. Pensé que era un sueño, pero no. El camión estaba lleno de pollos", cuenta entre risas.
Tom Hanks es Forrest
Amante del cine, Klopp considera que se debe mostrar la saga de Rocky en todos los colegios. Sin embargo, hay una película que está por encima del esfuerzo de Balboa: Forrest Gump.
"Eso es historia, eso es arte, eso... no sé, ese es Tom Hanks en su mejor momento. Me tomó 10 años pensar que no era Forrest Gump cuando veía otras películas. Realmente me encanta la película", contó sobre su film favorito. "Forrest Gump es el número 1 y luego seguro Rocky. Por lo general, me gusta este tipo de películas de acción como Bourne o también soy un gran fan de James Bond".
Dentadura de Bob
Klopp decidió hacerse un arreglo dental por temas de salud. Le colocaron coronas y tuvo que tomar antibióticos y medicamentos durante un tiempo luego de que le quitaron el amarillo de su dentadura.
Sin embargo, fue cuando conoció a Roberto Firmino que se dio cuenta qué tipo de dientes quería. "No fue como cuando vi los dientes de Bobby y dije 'los quiero'. Oh, sí, Firmino tiene dientes de clase mundial, pero son realmente muy, muy, muy blancos. Es brillante", contó alguna vez, quizás sin saber que el delantero brasileño también se había hecho un blanqueamiento.
Creyente máximo
El gol de Origi ante el Barcelona fue quizás uno de los grandes momentos en su carrera, pero no lo pudo ver porque estaba conversando con su asistente. Esa jugada cambió la historia de la Champions, pero para Jürgen, es la crucifixión de Jesucristo "el momento más decisivo de la humanidad". Él es muy creyente y por tanto desliga a Dios del fútbol y de las grandes figuras de este deporte asegura que "no son dioses. Simplemente nunca renunciaron a su sueño", dice y menciona a sus jugadores como Salah, Mané y Firmino.
Y en busca de que muchos niños más cumplan sus sueños. Klopp se ha unido al movimiento Common Goal. El proyecto consta en que los futbolistas donen el 1% de sus ganancias para empoderar ONG de fútbol en todo el mundo. "Es nuestra responsabilidad como personas privilegiadas devolver algo a los niños de todo el mundo que solo necesitan una oportunidad en la vida", asegura.
“No pretendo ser algún tipo de misionero, pero si alguien me pregunta sobre mi fe, doy información”, aseguró en una entrevista a la BBC en el 2016. Es que Klopp es muy creyente y considera que Jesús es la persona más importante de la historia. “Es muy sencillo. Él viene al mundo con una visión clara que no es fácil de cumplir”, reflexiona.
Ese es Jürgen Klopp, un técnico que lleva la risa fácil en el rostro y que ha hecho que el éxito sea una recompensa al trabajo realizado, pero que se debe más a los que lo apoyan, a su familia, a los suyos. “Después del Liverpool me tomaré un año sabático. Ese es el trato que tengo con mi familia”, ha dicho. Aún tiene hasta el 2022 para seguir ganando antes de su descanso familiar.