Lionel Messi sigue ganando trofeos 15 años después de su debut oficial con el Barcelona

El estadio de Montjuic es hoy una pieza de museo, es ya una reliquia donde el balón no rueda más, es un parque temático y también escenario de conciertos tras dejar de ser la casa del Espanyol en el 2009. Ese santuario que dio vida al deporte español con los Juegos Olímpicos Barcelona 92 es también el lugar donde empezó la leyenda de Lionel Andrés Messi Cuccittini (Rosario, 24 de junio de 1987). Hace 15 años, en el derbi catalán, se consagró el bautismo profesional del delantero argentino con el Barza. Siete minutos empezaron a confeccionar una maravillosa historia de pura magia, goles, gambetas y récords que todavía no avizoran el ‘happy end’ cantado en esta fábula del pibito que sufrió de gigantismo en la cancha.

Con el número 30 en la espalda de una camiseta a la que parecía sobrarle tela, con 17 años, tres meses y 22 días de edad, Leo era enviado al terreno por Frank Rijkaard para sustituir al portugués Deco, autor del único gol de aquel encuentro. El mensaje del técnico holandés no advertía encrucijadas: “Haz lo que sabes”. Obediente, al argentino lo tomó como su frase de cabecera, siempre dio la talla, supo recorrer como nadie los vericuetos del campo, supo ser el escapista único de los laberintos defensivos impuestos por sus rudos rivales durante una década y media.

Cinco veces Balón de Oro, 672 goles y 36 títulos resaltan en una trayectoria única, siempre marcada por ir a contracorriente, por ser un alma libre sobre el verde, sin hipotecar jamás ese instinto para resolver todo con la pelota pegada al pie izquierdo cuando la tendencia del fútbol moderno seguía encorsetándose a rígidos sistemas tácticos. Así, sin soltarla hasta descocerla, como en cualquier canchita de barrio, hace rato que cruzó el Rubicón para perennizarse en el Olimpo de los dioses del balón.

Obviamente que la Champions es algo especial y todos los años la queremos ganar, pero la Liga es lo más importante", Lionel Messi (delantero del Barcelona).

Entre tantos elogios recibidos, bien vale la pena resaltar el último piropo que le lanzó James Milner. “Messi te hace sentir un estúpido, es difícil correr rápido con las piernas cerradas”, explicó el mediocampista del Liverpool, quien recordó la huacha que sufrió cuando enfrentó la última vez al argentino. Lo derrotó en semifinales en aquella remontada increíble, pero al británico no se le pasa la vergüenza tras quedar ridiculizado.

En un mundo susceptible a la comparación, se dirá que Cristiano Ronaldo tiene más goles y Champions conseguidas, que Diego Maradona ganó un Mundial con Argentina. Lo fáctico es que ya son 15 años de constancia pura, de una genialidad sin interrupciones. Pocas estrellas en el firmamento fútbol pueden jactarse de ello. Mejor es verlo desde la perspectiva del exfutbolista Jorge Valdano que siempre tiene la definición justa: “Messi es otra forma de ser Maradona”. Porque la genialidad puede tener matices y no tiene sentido valorar cuál es mejor que la otra. El arte simplemente se disfruta.

En 15 años de carrera, la ‘Pulga’ también colecciona récords: es el máximo ganador del Balón de Oro junto a Cristiano Ronaldo (5), más veces Bota de Oro (6), mejor artillero en un año calendario (92 goles en el 2012), goleador más efectivo en una temporada (82 tantos en el 2011-12); goleador histórico de la selección argentina (68 conquistas), de la Liga Española (419) y de las Eliminatorias sudamericanas (21).

Elitista desde que pisó el césped del Montjuic el 16 de octubre del 2004, Messi recibió este miércoles su sexta Bota de Oro como máximo goleador europeo de la temporada. Pasaron 15 años y el fuego del estadio olímpico ya se extinguió. El de Leo es sagrado y se mantiene encendido. Nunca se apagará.

“Esto aún no ha acabado”, advierte Leo.