Russo se ha encargado de colocar a Boca nuevamente en lo más alto del fútbol argentino. (Foto: AP)
Russo se ha encargado de colocar a Boca nuevamente en lo más alto del fútbol argentino. (Foto: AP)
Kenyi Peña Andrade

El fútbol es impredecible y la vida de Miguel Ángel Russo es prueba viviente de ello. Como se dice, no hay matemáticas que valgan en el césped. Antes de que se oficializara su vuelta a Boca Juniors en diciembre del año pasado, no había absolutamente nada que hiciera pensar el final feliz que se dio el último sábado para el técnico de 63 años: coronándose campeón de la Superliga argentina en un final de infarto, en el que River Plate jugaba en simultáneo ante Atlético Tucumán y tenía la primera opción de celebrar. Luego de un nefasto paso de Gustavo Alfaro por el banquillo boquense, lo único que permitía al hincha ‘xeneize’ ilusionarse con Russo era la nostalgia que provocaba la última Copa Libertadores que se ganó de su mano en el 2007.

¿Cuáles eran las razones para tomar con pinzas la vuelta de Russo al barrio de la Boca? básicamente, las pésimas campañas que había encargado de liderar con los buzos de Alianza Lima y Cerro Porteño de Paraguay. El crédito que gozaba en ese entonces parecía quedar corto para tomar las riendas de un Boca que había recibido dos golpes certeros que lo habían dejado moribundo: perder la final de la Copa Libertadores 2018 ante River y, seguidamente, ser eliminados de las semifinales de la edición que continuó por los mismos ‘Millonarios’.

Su paso por Alianza y Cerro Porteño

La llegada de Russo a Alianza en diciembre del 2019 fue un bombazo que remeció el fútbol peruano. No todos los días llegan técnicos con el currículum que posee Miguel Ángel. Sin embargo, el rendimiento y los resultados que obtuvo con los íntimos bajo su conducción estuvieron lejos de colmar las grandes expectativas que había. En total, estuvo al mando del primer equipo en 15 partidos, donde solo pudo ganar tres, empatar cuatro y perder en 8 oportunidades, lo que equivale al 32 % de los puntos que disputó.

Russo creó gran expectativa entre la prensa el día que fue presentado como técnico de Alianza Lima. (Foto: GEC)
Russo creó gran expectativa entre la prensa el día que fue presentado como técnico de Alianza Lima. (Foto: GEC)

Para colmo, su paso por La Victoria fue cortísimo. El 24 de abril del 2019, en la previa del duelo ante Internacional en Lima por la Copa Libertadores, ya sin ninguna chance de clasificar a octavos, ya se filtraba la información que sería su último partido. Esto se hizo oficial horas después. ¿Pero cuál fue el motivo verdadero de su salida? el entrenador ya estaba en conversaciones con los directivos del Cerro Porteño de Paraguay y su propuesta era tentadora. Aunque claro, Russo manifestó otra versión en ese entonces. "Mi decisión es pura y exclusivamente personal. Estoy bien con los dirigentes, también con los jugadores, no tengo faltas, hubo un hecho que me marcó y entiendo que no había forma de seguir”, indicó.

Su paso por Cerro no fue más auspicioso ni mucho menos. Las estadísticas en el cuadro paraguayo hablan por sí solas: logró siete victorias, siete empates y cinco derrotas. La directiva guaraní quedó decepcionada y, sumado a los malos resultados, la prensa paraguaya indicó que el técnico nunca logró convencer al plantel de su idea futbolística. Su paso por aquellas tierras fue de apenas cuatro meses. Pero, esta vez no renunció como sucedió con Alianza, más bien fue echado.

Russo fue muy criticado por el hincha y el periodismo paraguayo. (Foto: AP)
Russo fue muy criticado por el hincha y el periodismo paraguayo. (Foto: AP)
Últimos tres clubes de Miguel Ángel RussoPJPGPEPP
Alianza Lima (PER)15348
Cerro Porteño (PAR)19775
Boca Juniors (ARG)7610

La vuelta a Boca

Russo agarró el buzo de Boca en un pésimo momento futbolístico. (Foto: AP)
Russo agarró el buzo de Boca en un pésimo momento futbolístico. (Foto: AP)

Pese a ello, la nueva directiva boquense, liderada por su presidente Jorge Ameal y su vicepresidente, Juan Román Riquelme, decidieron confiar en su capacidad y experiencia. El objetivo era que Boca vuelva a ser un equipo ofensivo en cualquier cancha y, sobre todo, recuperar los ánimos en un vestuario con ambiente de velorio. Y vaya que lo consiguieron. En la última recta de la Superliga, con un River de Marcelo Gallardo que ganaba todo lo que jugaba, la azul y oro remó desde atrás para darle caza. Fue así que, en siete duelos, el Boca de Russo se mantuvo invicto (seis triunfos y un empate).

Pero no fue obra del azar, Russo tuvo varios méritos. Entre ellos, le dio un mayor protagonismo a Carlos Tévez. El ex Manchester United había sido borrado por Alfaro y, se decía, que el ‘Apache’ no veía con malos ojos la posibilidad de colgar los chimpunes. Sin embargo, Russo lo hizo nacer de nuevo futbolísticamente hablando.

Y claro, el atacante respondió con buenas actuaciones y goles, como el del título ante Gimanasia. Otro aspecto a hacer hincapié es que Boca recuperó el ADN, fue a proponer a todos los estadios, más allá de cual sea el sistema táctico o los once titulares. Pero no es la primera vez que un técnico que pasó por el fútbol peruano luego alcanza la gloria. A continuación revisamos algunos casos.

Jorge Sampaoli

En Bolognesi de Tacna, Sampaoli llegó a dirigir a Johan Fano. (Foto. GEC)
En Bolognesi de Tacna, Sampaoli llegó a dirigir a Johan Fano. (Foto. GEC)

A principios del 2002, fue contratado por el Juan Aurich, su primer club como entrenador de Primera División. Luego, tuvo campañas más que aceptables en Sport Boys y Coronel Bolognesi, para finalmente recalar en Sporting Cristal. Con 47 años, el argentino buscó campeonar con los rimenses en el torneo Descentralizado del 2007, pero se estancó en la décima posición en la tabla. Pasaron 8 años para que el 'hombrecito' llegara a la cabeza de la selección chilena y lograra campeonar en la Copa América 2015. Esta exitosa campaña en Chile le valió para ser considerado como el Mejor Entrenador para la Copa Mundial de Fútbol del 2014.

Paulo Autuori

El técnico brasileño fue campeón nacional con Alianza Lima (2001) y Cristal (2002), pero no le fue bien en la selección peruana. (Foto: GEC)
El técnico brasileño fue campeón nacional con Alianza Lima (2001) y Cristal (2002), pero no le fue bien en la selección peruana. (Foto: GEC)

El brasileño es el claro ejemplo de la frase: ‘Fracasa en Perú, triunfa en el extranjero’. Si bien llegó con un cartel de un técnico ganador y ganó el Apertura 2001 con Alianza y el título nacional con Cristal en el 2002, su paso por la selección peruana lo condenó a una mala imagen en el país. Su tiempo en la Bicolor estuvo plagado de críticas y quedamos en la cola en la lista de clasificación del Mundial Alemania 2006 con solo 18 puntos. Luego de pasar el mal rato, el brasileño fue contratado al poco tiempo por el Sao Paulo, ganado la Copa Libertadores, torneo que ya había ganado con Cruzeiro (1997), y el Campeonato Mundial de Clubes Toyota Japón del mismo año.

Juan Antonio Pizzi

Pizzi no la pasó bien cuando le tocó dirigir a la Universidad San Martín. Los resultados no lo acompañaron. (Foto: GEC)
Pizzi no la pasó bien cuando le tocó dirigir a la Universidad San Martín. Los resultados no lo acompañaron. (Foto: GEC)

El argentino marcó su paso por aquí en el 2006 como entrenador de la San Martín. Los resultados no estuvieron de su lado y realizó una campaña 'regular' con el club 'santo', quedando sextos en la tabla. Pero, cuatro años después, logró en Chile lo que no consiguió acá. Alzó el título con la Universidad Católica de Chile en el Campeonato de Primera División. Posteriormente, dirigió a la selección chilena y la de Arabia Saudita.

Diego Aguirre

Diego Aguirre tuvo un paso discreto por La Victoria, al no haberse podido consagrar como campeón nacional. (Foto: GEC)
Diego Aguirre tuvo un paso discreto por La Victoria, al no haberse podido consagrar como campeón nacional. (Foto: GEC)

El uruguayo también fue otros de los entrenadores que llegaron al club de la Victoria. ‘La Fiera’, quiso amoldar al equipo a su estilo de trabajo, pero no logró ni siquiera clasificar a la Sudamericana. Los ‘Grones’ quedaron en el 5° lugar de la tabla acumulada del torneo en el 2007. El charrúa recién encontró un mejor destino con Peñarol, cuando el en 2011 se coronó subcampeón en la Copa Libertadores. Mientras, con el Al-Rayyan de Catar ganó cuatro trofeos.

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