No son buenos días para Los Angeles Lakers en la NBA. La franquicia púrpura y amarilla, tras 10 partidos, cuenta con récord perdedor de 4-6, con muchas complicaciones en los cierres y con más dudas que certezas. Luke Walton luce angustiado porque la situación es evidente: fallan en las decisiones en los momentos claves y denotan desconcentración, incluso le pasa a LeBron James.
Los Lakers cuentan con una rotación muy joven: Brandon Ingram con 21 años al igual que Lonzo Ball, Josh Hart (23), Kyle Kuzma (23), y los experimentados Lance Stephenson (28), Javale McGee (30), Rajon Rondo (32) y LeBron James (33).
De ellos, solo los últimos tres tienen experiencia en instancias definitivas de Play Offs y consiguieron el ansiado anillo. Incluso, los primeros cuatro no han jugado en la post temporada, pese a estar más de una temporada en la NBA.
Último cuarto, la pesadilla del equipo de LeBron James
El equipo dirigido por Luke Walton, en estos primeros 10 partidos, ha llegado con ventaja al último cuarto en cinco oportunidades y en desventaja en otras cinco. Causa mucha suspicacia esas ocasiones en las que llegó abajo en el marcador al cuarto decisivo. Echemos un vistazo a los reducidos márgenes en el último periodo.
Como se puede apreciar, solo fueron capaces de voltear el marcador en una de las cinco ocasiones que entraron perdieron al último cuarto y peor aun, el resultado se les escapó de las manos en los instantes finales, como frente a los Spurs (las dos veces) y Timberwolves.
¿Concentración o falta de jerarquía?
Robert Weinberg y Daniel Gould acuñaron la siguiente definición de concentración: "capacidad de mantener el foco en las señales relevantes del entorno". Asimismo, Gonzáles Portales determinó que la atención se determina por el "intenso enfoque de la conciencia sobre un objeto. Se caracteriza por la intensidad y limitación de la atención". Ahí fallan los Lakers.
LeBron James es un jugador que ha ganado todo en el basket: medallista de oro olímpico, multicampeón en la NBA, distinguido como MVP tanto de la temporada regular como de las finales en más de una ocasión; en síntesis, está preparado para los momentos claves.
Sin embargo, está rodeado de un equipo que no tiene los mismos rasgos competitivos: no han estado expuestos a pesar de estar en un mercado grande como Los Ángeles. Asimismo, los focos de atención no han sido puestos en ellos, nunca han estado 'obligados' a ganar, como si lo ha estado LeBron James desde que pisó la NBA.
Los momentos 'clutch' son adversos debido a que los jugadores de los Lakers no mantienen la atención durante todo el partido. A un gran nivel como la NBA, los detalles terminan ganando juegos.
Esa también es tarea de Luke Walton, un estratega que aun no se convierte en mentor ni goza del estatus de un Gregg Popovich como para no inmiscuirse en temas de atención/concentración.
Por último, la atención a los estímulos. En los momentos definitivos, los rivales siempre han estado más atentos al balón, a los cortes, a las pantallas, que los jóvenes Lakers. También a las emociones agradables y dejar de lado las desagradables, como le suele suceder a Rajon Rondo.
¿Eso quiere decir que no pueden triunfar? No es definitivo, es un equipo nuevo, comandados por un jugador con el denominado 'gen ganador' como LeBron James. Sin embargo, la conferencia oeste obliga a darse al máximo, física y mentalmente, durante los 48 minutos, no solo durante 40 o 42. Material humano tiene, pero hay que trabajar mucho.