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Paolo Guerrero
Christian Cruz Valdivia

"Alianza Lima es un sentimiento indescriptible", asegura . Lo dijo con el pálpito acelerado el Día del Hincha Blanquiazul del 2014 luego de haber vestido la camiseta del club victoriano. Esa que apenas usó una vez de manera oficial a nivel profesional en un amistoso pero que defendió con coraje siendo juvenil y que lució con orgullo cuando apenas aprendía a caminar.

Paolo Guerrero de mascota de Alianza Lima de la mano de su tío Gonzales Ganoza. (Foto: Archivo El Comercio)
Paolo Guerrero de mascota de Alianza Lima de la mano de su tío Gonzales Ganoza. (Foto: Archivo El Comercio)

Futbolero de sangre, por ser sobrino de José 'Caíco' Gonzales Ganoza, por sus tíos Gómez Sánchez y su hermano Julio 'Coyote' Rivera, blanquiazul desde siempre, desde que se puso la camiseta para ser la mascota de la mano del tío 'Caíco'. Apenas era un bebé y Paolo ya pisaba los campos de fútbol -también fue mascota en la selección peruana de la mano de Juan Carlos Oblitas en 1985, cuando apenas tenía 13 meses-.

"Desde que su tío le puso la camiseta de Alianza, él siempre quería ponérsela. Desde los 2 años ya era aliancista", recuerda Petronila Gonzales, o Doña Peta, madre de Paolo. Creció en Chorrillos, y con 5 años ya jugaba en un equipo de su barrio.

Doña Peta lo llevaba al estadio, y Paolo se sentía en el cielo. "Cantaba ‘corazón, Alianza, corazón’", recordó hace poco en un diálogo con Juan Pablo Sorín. Luego trasladó los cánticos en arengas. Pasó a jugar en las divisiones menores de Alianza desde 1991 con solo 7 años y se unió a categoría más baja, la de 11.

"Es el futuro crack del fútbol peruano". Así lo presentó Alberto Masías, presidente de Alianza Lima cuando el equipo de la categoría 84 se presentó en el programa de Yola Polastri. Paolo Guerrero tenía 10 y el futuro definido.

Destacaba en la categoría infantil (Sub 13) y en Alianza sabían que estaba creciendo un gran prospecto. "Marcaba mucha diferencia y la manera de seguir acelerando su proceso formativo fue que trabajara en dos categorías más. En la infantil veía que hacía muchos goles con Jefferson Farfán", contó quien fuera su técnico Julio 'Humildad' García.

Fue becado en el colegio Los Reyes Rojos gracias a Constantino Carvallo, donde coincidió con Jeffersón Farfán, Roberto Guizasola y Renzo Benavides. La formación fue completa y rodeada de aliancismo puro.

Paolo con sus compañeros de las divisiones menores de Alianza. Destacan Farfán, Guizazola y Aguirre. (Foto: Archivo El Comercio)
Paolo con sus compañeros de las divisiones menores de Alianza. Destacan Farfán, Guizazola y Aguirre. (Foto: Archivo El Comercio)

"Era un líder, se molestaba cuando no le pasaban bien la pelota", contó alguna vez Julio García. Así fue formando su carácter ganador. Con los menores de Alianza ganó diversos títulos y con la selección de la categoría logró el Torneo Confraternidad en Chile y los Juegos Bolivarianos en Ambato, Ecuador, ambos en el 2001.

Farfán y Guerrero juntos en la selección peruana Sub 17.
Farfán y Guerrero juntos en la selección peruana Sub 17.

Luego llegó su llamado al primer equipo. Muchos esperaban su debut en el 2001, pero ese año fue el turno de su compadre Farfán. Fue ascendido por Franco Navarro en el 2002 e inscrito en la lista de la Copa Libertadores.

El 20 de enero del 2002 llegó la primera y única vez que Paolo Guerrero vistió de manera oficial la camiseta de Alianza. Fue en el amistoso de la Copa El Gráfico. Ingresó en los últimos minutos por Roberto Farfán en la derrota de 2-1. Queda en los archivos la foto en la que vestido de azul intenta encarar a un rival.

Guerrero en aquel partido ante Peñarol. (Foto: Facebook)
Guerrero en aquel partido ante Peñarol. (Foto: Facebook)

El episodio más triste en Matute fue su salida del club por diferencias con la directiva victoriana, que exigía un pago al Bayern Múnich por la transferencia del atacante, mientras que el cuadro alemán y el representante del jugador consideraban que Paolo era libre al no tener contrato vigente con los de Matute. El caso llegó hasta la FIFA y el '9' no pudo jugar el Sudamericano Sub 20 en Uruguay en el 2003.

Ese camino lo llevó a enfrentarse a Alianza Lima, su amado equipo al que espera defender para sellar por fin su pacto de amor eterno. Pero el destino quiere que antes de cerrar ese círculo vuelva a ser rival de su club: este miércoles en el Estadio Nacional.

"Paolo es formado en Alianza y jugó muchos años acá. Hay una expectativa tremenda con el pueblo peruano porque él es muy querido en nuestro país. Para nosotros es importante y necesario hacerle una distinción a Guerrero en el duelo", explicó el gerente deportivo blanquiazul, Gustavo Zevallos.

Paolo será rival de Alianza en la cancha, pero ídolo eterno en el corazón del pueblo blanquiazul.

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