Christian Cueva dejó de ser el villano de Sao Paulo para convertirse en el héroe. Depende del peruano la continuidad del estratega Dorival Junior. ¿Qué es lo que tiene que hacer? (Foto: Globoesporte)
Christian Cueva dejó de ser el villano de Sao Paulo para convertirse en el héroe. Depende del peruano la continuidad del estratega Dorival Junior. ¿Qué es lo que tiene que hacer? (Foto: Globoesporte)
Redacción DT

Situaciones difíciles son las que atraviesa el Sao Paulo en el inicio del año. Todavía no ha empezado el Brasileirao, pero el equipo tricolor viene dando señales pobres en el Campeonato Paulista.

El único que está en un nivel aceptable es , quien desde un principio era mal visto por su actitud rebelde luego de que la directiva no aceptara una oferta seductora para venderlo al mercado árabe.

Hoy la historia es distinta en Sao Paulo. La presencia de Christian Cueva ya no se puede discutir. Ha sido perdonado y retribuyó la confianza con un desempeño elogiable, pero que no sirve -hasta ahora- para sacar a flote al conjunto paulista.

Es más, los malos resultados tienen con la soga en el cuello al estratega Dorival Junior, quien es blanco de críticas por su mal estilo desde el banquillo. Los hinchas no lo quieren y han exigido su salida en una manifestación.

En este complicado panorama, Christian Cueva tendrá un papel preponderante. Tiene la misión -un tanto difícil- de salvar el puesto de su responsable técnico. Y podría hacerlo siempre y cuando mantenga su nivel y el resto lo acompañe.

Las estadísticas explican que desde que el volante nacional se reintegró al elenco principal, fue influyente en todos los partidos en los que apareció. Tuvo participación directa en cuatro de los seis goles concretados en dicho lapso.

Lleva tres goles entre Paulistao y Copa de Brasil. Dos de ellos fueron desde los doce pasos y uno con un remate dentro del área. También generó un penal que terminó en el tanto de Nene contra Bragantino. Y asistió a Diego Souza.

El '10' de Sao Paulo es la única esperanza que tiene Dorival Junior para seguir encargándose del equipo desde el banquillo. A más conquistas y pases de gol, que conlleven a victorias, sus opciones de mantenerse en el cargo crecerán. Pero si no hay una mejoría notable saldrá por la puerta falsa, esa que alguna vez estuvo de ser el último camino de Christian Cueva.

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