La vida está llena de sacrificios y eso lo sabe muy bien Matías Zagazeta. Apenas tiene 16 años, pero se expresa y asume retos con una madurez propia de un veterano. Minutos antes de dejarlo todo para emprender un desafío enorme en tierras británicas, Matías rememora por unos minutos cómo fue el origen de toda esta apasionante aventura en el automovilismo.
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“Yo desde los cinco años empecé viendo autos en la televisión. Me encantó y me metí al mundo del automovilismo. A los siete me subí al primer kart y ahí empezó todo. Yo corría por diversión y me gustaba bastante. Eso me atrapó y me quedé ahí metido en el deporte”, recapitula Matías parte de su infancia que estuvo envuelta en circuitos del karting.
La adrenalina ya corría por sus venas desde muy pequeño y no dudó en estrenarse en las competencias rápidamente. “Un amigo de mi papá que corre rally, Gino Valerga, le pasó la voz de que se corrían karts profesionales en Santa Rosa. Programamos para entrenar un par de semanas después y así empezó mi preparación. A los ocho, en la categoría Mini, corrí por primera vez en el Campeonato Regional en Santa Rosa”, recuerda.
Han tenido que pasar ocho años más para que Matías esté más cerca de sus sueños. El piloto dio el gran salto del karting a la Fórmula 4 a finales del año pasado y ahora asumirá un reto en el campeonato FIA británica 2020 con el equipo tres veces ganador del título, Carlin Motorsport. Las expectativas son altas para el adolescente peruano.
“Es un equipo muy grande (Carlin), ya que tiene base en Fórmula 4, Fórmula 3 y hasta Fórmula 2. Mi mánager británico, que lo conocimos en una carrera de karts, se nos acercó para llevarme a ser piloto profesional. Gracias a él pudimos tener la oportunidad de probar el auto con el equipo y les gustó bastante. Ahora vamos a correr con ellos en la Fórmula 4 británica. Sentí una felicidad inmensa de tener esta oportunidad”, comenta orgulloso Matías.
Para alcanzar ello, Matías siempre tuvo el apoyo de sus padres. Ellos sufren, lloran, ríen, pierden o ganan con él. En cada carrera, mamá y papá le esperan felices al final de la meta, independientemente del resultado. “Mis padres me motivaban y apoyaban desde el inicio. Siempre estuve en el lugar correcto para seguir progresando gracias a ellos”, dice.
Así, desde temprana edad, Zagazeta se fue haciendo un nombre en los circuitos. Su admirable empeño y sacrificio le ha permitido llegar muy lejos. No de casualidad se coronó campeón en el IAME Mini Champion en el 2013, 2014 y 2016. Tampoco fue cuestión de suerte cuando flameó la bandera en el podio de diversas competencias internacionales.
“Me preparo físicamente una hora diaria. A la hora de manejar es más complicado, porque no hay disponibilidad todos los días. Generalmente, solo se pueden manejar fines de semana. Mi entrenamiento dura, entonces, desde las 8:30 de la mañana hasta las 5 de la tarde, ya que tienes que aprovechar todo lo que no has podido durante la semana”, comenta.
-Dificultades mayores-
Muchos pilotos pequeños tienen que abandonar su infancia, sus juguetes, sus amigos, entre otras cosas más, para perseguir sus sueños. Pero eso no es todo. A esta edad, muchos deben conciliar sus estudios con el deporte y eso no es nada fácil. Matías Zagazeta también lo experimenta.
“El mayor problema siempre ha sido mantener el colegio con el deporte. Ha sido muy difícil, pero no imposible. Era muy pequeño y el colegio no me dejaba faltar mucho como lo hago ahora. Durante las competencias, cuando tenía tiempo libre, podía avanzar con unos trabajos de la escuela y ponerme el día”, expresa.
Asimismo, otra de las dificultades que encuentra Matías es que en nuestro país no hay apoyo suficiente para este deporte y eso a veces ha limitado su crecimiento. Por ello, el joven piloto no tuvo dudas en emprender su carrera en otros países como Estados Unidos. Ahí compitió en el campeonato de SKUSA y Matías no defraudó: alcanzó el segundo lugar en el 2017 en el Campeonato Junior X30.
-El gran reto-
Matías nunca olvidará cada vez que se subía al podio. Las hazañas de Indianápolis en el campeonato americano y la del mítico circuito de Le Mans, en el campeonato francés, siempre estarán entre sus mejores recuerdos. Aunque haya quedado en tercer lugar en ambas, se trata de anécdotas muy especiales, pues subirse al podio en competencias de ese nivel era un reto casi imposible.
“Fueron momentos impresionantes. Cuando cruzaba la meta, sentía mucha emoción y alivio inmenso. Ya luego en el podio saltaba de alegría. Todo el equipo estaba ahí para felicitarme y pude llevar nuestra bandera muy alto”, dice.
Ahora quiere repetir la historia compitiendo en la Fórmula 4. Matías ya se encuentra en tierras británicas para la pretemporada con Carlin Motorsport. El peruano tendrá hasta finales de marzo para prepararse.
Zagazeta quiere que su nombre quede marcado en el equipo así como lo lograron figuras de la talla de Lando Norris, Daniil Kvyat, Carlos Sainz, Sebastian Vettel, entre otros que también formaron parte de Carlin. “Trataré de llegar entre los primeros, preferiblemente ganar el campeonato. Pero siempre estar dando pelea todas las carreras adelante, siendo consistente con mis resultados. Y tratar de mantener a todos felices con bastantes podios”, proyecta.
Esa es la meta a corto plazo de Matías, pero lo que más aspira es llegar algún día a la Fórmula 1. “Tengo una muy buena chance para terminar como los pilotos que pasaron también por Carlin. Si es posible llegar a la F1, sería espectacular, sino también tengo otras categorías como Fórmula E, Nascar y más. Pero la Fórmula 1 es la categoría que más aspiro y lucharé por alcanzarlo”, finaliza.
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