Es el verano del 2007, y una bebe de seis meses llega por primera vez a la piscina en brazos de su madre para su primera clase de natación.
Mientras otros padres solo estimulan el gateo de sus hijos, Patricia Acuña y Lorenzo Sotomayor optaron por que su pequeña Alexia forjara su seguridad bajo el agua. Al fin y al cabo, nadar es la prolongación de esos nueve meses donde nos preparamos para salir al mundo.
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Pero Alexia Sotomayor no solo ganó desenvolvimiento. Realmente lo disfrutaba. Se ponía feliz en cada chapoteo grácil. Sus padres, un karateca amateur y una nadadora que en algún momento integró el seleccionado nacional, se dieron cuenta de inmediato. Solo era cuestión de tiempo para que la natación acabara siendo su pasión principal.
A los 5 años, Alexia ingresó a un equipo y comenzó a competir en torneos regionales, nacionales e interclubes. A los 11 ya lograba marcas inusuales para su edad que la clasificaban a campeonatos internacionales a los que no podía asistir por su edad. Y a los 12 años ya formaba parte de la selección nacional.
Su especialidad: el nado de espalda, como su madre. Aunque también ha desarrollado destreza en los estilos libre y mariposa.
A pesar de ser todavía una quinceañera, Alexia Sotomayor cuenta con los pergaminos del nadador más experimentado: se calcula que ha superado 70 récords nacionales en las distintas categorías.
“Mi principal sueño es competir en unos Juegos Olímpicos. Siempre he soñado con eso desde muy chica. Busco dejar el nombre del Perú en lo más alto”, ha dicho en más de una oportunidad. Tiene los objetivos claros y la capacidad pulmonar para conseguirlo.
Proezas en Rosario
La noche del último miércoles, Alexia Sotomayor llevó la bandera peruana en la ceremonia de inauguración de la tercera edición de los Juegos Suramericanos de la Juventud Rosario 2022.
Junto al tenista Gonzalo Bueno, la nadadora lideró la delegación nacional de 121 deportistas. Muchos de ellos mayores que ella en edad.
No se equivocaron quienes la han elegido como la abanderada: Alexia ha aportado dos preseas para el medallero peruano en apenas dos días de competencia. Un aviso expreso y contundente de que nuestros talentos no han ido de paseo a tierras argentinas.
El primer oro para el Perú lo obtuvo en la prueba de 50 metros espalda, donde hizo un tiempo de 29:72 segundos, dejando atrás a la colombiana Jimena Leguizamón (30:02) y la argentina Juana Ortiz (30:63).
No contenta con ello, ayer se colgó en el cuello la medalla de plata en la prueba de 100 metros espalda. Esta vez la cafetera Leguizamón le ganó por milésimas. Cronometró 1:03:65 mientras que Alexia registró 1:03:86.
Para Renzo Manyari, presidente del Comité Olímpico Peruano, además de su evidente talento, la nadadora marca la diferencia por el sacrificio que le imprime a su preparación.
“Las medallas de Alexia representan el sentir de más de 30 millones de peruanos y el progreso en América de nuestros deportistas. Ella es una chica muy enfocada, que además ha regresado en gran forma de una lesión”, comenta Manyari.
En efecto, estas son las primeras distinciones de Alexia Sotomayor en los últimos meses tras superar notablemente algunas molestias físicas.
El presidente del IPD, Rubén Trujillo, también tiene elogios para la nadadora: “Es un premio a la constancia. Ella ya ha triunfado en los Juegos Escolares Asunción 2019 a los 13 años”.
Pero los Juegos Suramericanos recién arrancan para ella: hoy disputará las semifinales de 200 metros espalda y mañana domingo irá por un nuevo podio en los 50 metros libre. En gran parte, Alexia sigue siendo la bebe que aprendió a nadar a los seis meses.