A los 14 años, Thalía Valdivia Magariño tuvo su primer contacto con el atletismo. Se dio en los Juegos Nacionales Deportivos Escolares, en su distrito, San Francisco de Asís, en la provincia de Lauricocha, en Huánuco. Corrió por presión, no por pasión, una emoción, un sentimiento que forjó años después de manera fortuita. En aquel entonces, a la adolescente Thalía no le pasaba nada más por su mente que seguir una carrera universitaria. Dio un paso gigante hacia a ello al acabar una carrera técnica en Computación e Informática. Después, prosiguió con la universidad, estudiando derecho. Seguía al pie de la letra lo escrito en su agenda, lo que buscaba en la vida, lo que para ella consideraba una ruta en busca de una vida exitosa. Sin embargo, le falta algo más, un complemento para ratificar que el camino tomado era el correcto.
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Curiosamente, Valdivia encontró esa chispa en su pasatiempo, el correr. Mientras más kilómetros acumulaba, la conexión era más íntima con el fondismo y poco a poco, entendió que disponía de un talento nato, de cualidades que la podrían llevar a un lugar que nunca pensó alcanzar. Con los Juegos Panamericanos Lima 2019 al frente, en el final de los 20 e inicio de los 21 años, la joven que llegó caminando, ahogada, a la meta de los 1.000 metros planos de los Juegos Escolares 2010 inició una profesión a la que estaba destinada y que le provocó el rechazo de casi toda su familia a excepción de su padre, Vidal Valdivia Leandro, su principal respaldo emocional. “Él sigue aquí conmigo, apoyándome, confiando en mí”, nos dice Thalía señalando su corazón, pues su padre partió en julio del 2020, dos años después de que ella deje San Francisco de Asís, a 3.437 metros, para cumplir su sueño.
Sin ningún sustento económico, emprendió un viaje que recién le ha dado recompensas, al menos, deportivas. Siempre apostó por sí misma. Ha sufrido innumerables caídas, pero encontró las formas para levantarse, reinventarse y así, a sus 28 años, llegar a ser la mejor maratonista no solo del Perú, sino de Latinoamérica, tras competir en sus primeros Juegos Olímpicos. La trayectoria de la huanuqueña ha sido complicado y previo retorno a su distrito, nueve meses después, conversa con Deporte Total sobre su peculiar vínculo con el fondismo, en el que destaca a nivel internacional pese a no tener una formación en su niñes o adolescencia. Valdivia es el nuevo rostro de la maratón femenina peruana, poseedora, inclusive, del récord nacional. Tiene mucho más por entregarle al país, al deporte peruano, pero no solo depende de su habilidad, sino también de un apoyo económico que le ayude a seguir creciendo.
Valdivia ya cumplió con su parte, inclusive sacrificando sus ahorros. Un ejemplo de ello es la búsqueda de la marca para clasificar a París 2024. Armó su propio presupuesto rumbo a la Maratón de Róterdam ganando carreras privadas, sin patrocinadores. Si ella no hubiera creído en su talento, no hubiera marcado los 2h25min23s en Países Bajos en el 2023 y, no hubiera estado en la capital francesa semanas atrás. Pero el destino le tenía preparado algo diferente. Conócela.
¿Qué sensaciones de deja tu primera participación en los Juegos Olímpicos?
La verdad es que terminé esta maratón con emociones encontradas, crucé la meta con lágrimas en los ojos porque es un sueño he cumplido. Cuando yo me inicié en este deporte, mi mayor anhelo era representar al Perú en unos Juegos Olímpicos, estar en unos Juegos Olímpicos. Siempre me pregunté qué se sentirá estar en una competencia de esta magnitud y de hecho que me deja muchas enseñanzas, mucho aprendizaje. He puesto a prueba mi capacidad, qué tal estoy para esta competencia, de cómo llegué. Me preparé un montón y estoy feliz por lo que he conseguido.
Eres relativamente nueva en la prueba de maratón...
En Francia he corrido mi tercera 42k. En Róterdam, cuando hice la marca para los Juegos Olímpicos, fue mi segunda aparición en esta prueba porque mi debut lo hice acá en la Lima 42k, en la maratón de adidas. Yo me preparé un montón para la clasificación olímpica, pues mi único objetivo era hacer la marca. Quizá no pensaba tanto en el récord, pero me dediqué muchísimo y salió la clasificación y el récord. Y sí, me emocioné un montón por todo eso.
Tu caso es excepcional, pues no tuviste una formación de niña o adolescente en el fondismo. ¿Cómo se explica tu aparición en el atletismo recién a los 21 años?
Yo me inicié tarde en este deporte. La verdad, cuando era niña o adolescente, no tenía ni idea de lo que era el atletismo. No conocía el mundo del deporte. De hecho, cuando terminé el colegio mis expectativas eran otras. Quería estudiar una carrera universitaria, postular a la universidad. Y cuando ya estuve en la universidad es cuando me inclinó más en el atletismo. También, los Juegos Panamericanos de Lima 2019. Fue un plus como para dedicarme un poco más e indagar más lo que era el atletismo. Y después me empezó a gustar. En realidad, me gustó correr. Al inicio lo hacía por hobby, por tener una buena salud, más que todo por ello, pero después pasó a ser profesional.
¿Tus primeras pruebas de fondo fueron de 5k y 10k?
Inicié corriendo distancias de cinco kilómetros, tres o diez. Esas fueron mis primeras pruebas. En realidad, cuando empecé a representar al Perú mi primera modalidad fue los 10.000 metros planos.
¿Y esas primeras pruebas se dieron en la categoría Sub 23?
Sí. Recuerdo mi primera clasificación a un sudamericano en Ecuador, Cuenca, y fue en la categoría Sub 23. Veía la competencia muy fuerte, en ningún momento pensé en ganar la medalla de oro. No estaba en mi mente porque yo sabía que no era fácil competir en el exterior y que me faltaba mucho por trabajar, ya que era nueva en el atletismo. Era consciente de eso, pero quería realizar una buena competencia. Y al final terminé ganando los 10.000 metros.
Esa primera gran actuación se dio en setiembre del 2018. ¿Pensaste que años más tarde te convertirías en maratonista?
La verdad que no, porque no es que conocía bien todas las disciplinas o modalidades del atletismo. Yo solo quería correr. Y es que inicie así, corriendo nada más. No tenía idea de la maratón, pero después, con el transcurso del tiempo, de lo que van pasando los años, pensé en correr una maratón. De hecho, no fue fácil mi carrera deportiva y tampoco fue fácil tomar la decisión de correr una maratón porque yo sabía que era la prueba más dura del atletismo.
Se podría decir que estás destinada al atletismo...
Sí, diría que sí. Cuando yo estaba en el colegio tenía una docente de educación física que me obligó prácticamente a correr en los Juegos Escolares, que se desarrollan en todos los lugares. Me obligó a prácticamente correr la prueba de 1.000 metros planos. Yo tenía 14 años, entonces la maestra me obligó a correr en atletismo porque mis otros compañeros participaron en otras disciplinas. Yo no quería y me dijo que si no corría me iba a poner cero. Yo le pedía explicaciones de por qué me obligaba. Y sabes, no sé, quizás por ahí veía mis capacidades. Fui a los Juegos Escolares de mi distrito y quedé segunda. A mí me costó, pues nunca había corrido. Es más, llegué caminando a la meta.
¿Ya en la universidad decides meterte de lleno en el atletismo?
Ahí es donde tomo más consciencia, empiezo a indagar más y como que toma la decisión y digo “ahora sí quiero dedicarme a esto, quiero ser deportista”. Ya estaba cursando una carrera universitaria. Yo trabajaba y estudiaba en ese tiempo porque ya había estudiado una carrera técnica, computación e informática. Trabajaba en diferentes áreas relacionado a ello y también estudiaba. Medio tiempo trabajaba y medio tiempo estudiaba mi carrera universitaria. Antes del atletismo también me gustaba el gimnasio, iba bastante al gimnasio y eso era mi vida, pero estaba en la búsqueda de lo que a mí me gustaría hacer, lo que podría disfrutar y podría ganar, que podría vivir con eso y en esos años como que no lo encontraba. No encontraba algo que podría disfrutar como ahora sí lo hago.
La familia seguro quería que primero acabaras tu carrera universitaria...
Sí me lo dijeron, mis hermanos. Mi mamá en un momento me dijo “primero estudia y después corres”. Más familiares del entorno también me lo decían. No les gustaba lo que estoy haciendo. Me decían que era una pérdida de tiempo o algo así. Ahora me imagino que se sienten orgullosos de lo que estoy logrando. Yo también los entiendo. Quizás por desconocimiento como que piensa que no es el camino correcto para ti. No hay una cultura deportiva.
Talentos como tú debe haber no solo en tu distrito de San Francisco de Asís, sino en diversas partes del país. Además, ahora eres un ejemplo para muchos niños y jóvenes...
Yo creo que sí hay mucho talento. Espero que esto (su participación en los Juegos Olímpicos) motive a muchos jóvenes, muchos niños que están detrás, que se les incentive a practicar algún deporte, porque como siempre he dicho, el deporte cambia vidas y se aleja de muchos vicios, de muchos problemas sociales en realidad, que hoy en día muchos jóvenes y niños están propensos a caer.
¿Pensaste en algún momento que ibas a ser no solo la mejor peruana en la 42k de París 2024, sino la mejor latinoamericana?
Cuando empecé mi preparación para París, yo solo dije “quiero dar todo de mí, dejar todo en la competencia”. Esa era mi meta. Quizás no tanto viajé con esa tensión de ser la mejor latina, de meterme en el top 20, pero sí he trabajado un montón, he entrenado muchísimo, me he esforzado bastante, he superado muchos obstáculos y pues fui a dar todo de mí, dejar todo en la pista, hacer una buena competencia. Yo creo que cuando tú lo haces de corazón, cuando vas a competir con el corazón, cuando lo haces por tu país, lo resto ya cae por sí solo.
Dejaste Huánuco para ir a Cusco...
En ese entonces mi entrenador era de Cusco. Tomé la decisión de dejar mi carrera universitaria en el 2019. Fue una decisión muy triste. Uno hace un gran sacrificio para ingresar a la universidad y dejarlo, como que, a mi entorno, a mis familiares no les gustó. Prioricé el atletismo para buscar la marca para los Juegos Panamericanos de ese año en la prueba de los 10.000 metros planos. Salí de vacaciones, a finales del 2018 y en enero del 2019 ya estaba en Cusco. Ya no retorné a casa. Me quedé en Cusco hasta una etapa de la pandemia. Luego volví a Huánuco.
Esa etapa de la pandemia complicó el desarrollo de todos los deportistas...
Sí. Y en medio de la pandemia sufrí pérdidas familiares, dejé de entrenar como muchos todo el 2020, cuando ya estaba en Huánuco. Cambió mi vida. La pérdida familiar me afectó mucho y dejé de trabajar con mi entrenador de ese entonces. Me afectó todo un montón. En realidad, se me acumularon muchos problemas familiares, de otro entorno también. Tuve una caída bastante fuerte. De ahí, en el 2021, intenté retornar al atletismo. Me costó un montón. Empecé con todas las ganas del mundo, pero sufrí una lesión. Mi primera lesión en mi carrera, la cual me frustró, nuevamente. En el 2022 estuve recuperando de a poco el nivel y otra vez me lesiono, ahora con un tiempo más largo. En realidad, estaba agarrando un buen nivel en el 2019-2020. Fui al Panamericano de Cross Country y obtuve la medalla de bronce. Estuve en un buen momento, pero luego de ello caí. Me costó un montón recuperar el nivel o el rendimiento que ahora estoy mostrando.
¿Raúl Pacheco te entrenó cuando decides volver de lleno al atletismo, ya en Huancayo?
No. Tuve otros entrenadores. Ahora ya estoy entrenando con Raúl Pacheco.
Gladys Tejeda es una de tus referentes y no solo la superaste en posición en París 2024, sino también en el 2023 le despojaste el récord nacional...
Cuando inicié esto, la atleta de la que todos hablaban era Gladys Tejeda. Era bastante reconocida a nivel nacional. Escuché su nombre, indagué un poco y me inspiraba. Admiraba su carrera deportiva, lo que había hecho por el país y era una inspiración para que yo también pudiera hacerlo, como ella.
Debes extrañar mucho a tu papá, pero él estaría muy orgulloso de ti, de todos los obstáculos que superaste para convertirte en la mejor maratonista latinoamericana del 2024...
Yo recuerdo que mi papá era una de las personas que siempre apoyaba mi carrera. Confiaba en mí y él estaría orgulloso, estaría recontra orgulloso, porque el sueño de mi papá era que un día yo sea grande en el deporte.
Más allá de que un inicio no quería que te dedicaras al 100% en el atletismo, tu mamá también debe tener sentimientos encontrados por tus logros...
Mi mamá luchó bastante por mí, me enseñó a tener buenos valores, siempre me enseñó a luchar por mis sueños, a nunca rendirme, pese a lo que encuentre en el camino, y ser una persona independiente y luchadora. Siempre eso lo llevo en mente y en los momentos duros que me toca pasar lo recuerdo siempre.
Se viene un nuevo ciclo olímpico. ¿Ya estás enfocado en ello?
Yo voy a seguir trabajando como siempre lo he venido haciendo. Me voy a seguir esforzando al 100% como siempre lo he hecho, como he llegado hasta donde estoy ahora. Y sé que mientras yo siga haciéndolo, trabajando de corazón y enfocándome en lo que viene, lo resto va a llegar. Ya habrá más noticias. De hecho, que sí, ahora tenemos más competencias en adelante. Se viene otro ciclo olímpico, se vienen los Juegos Panamericanos 2027 que van a ser en nuestro país, campeonatos mundiales. También voy a estar en distancias cortas. Voy a seguir trabajando y creciendo deportivamente y para poder representar al país de la mejor manera.
¿Retomaste tu carrera universitaria?
Sí, estoy estudiando la carrera de derecho. Este año ya estoy terminando mi carrera, que también es un sueño más que voy a cumplir.
¿Cuentas con el apoyo del Programa de Maratonistas?
Sí. El apoyo del IPD está allí. Claro, es mínimo, digamos. De hecho, que se necesita mucha inversión, que también las empresas privadas se sumen. Eso sería como que un soporte importante para mí en mi carrera deportiva y de esta manera me ayudarán a lograr mis objetivos, digamos, de manera más corta. Cuando yo inicié en la maratón, por ejemplo, para viajar a Róterdam, yo pagué mis gastos. No es que me pagó el IPD, la federación. No tenía apoyo de la empresa privada. No tenía a nadie. Yo me fui por todo, gano o pierdo. Es como que arriesgar y un viaje allá, a Países Bajos, no es nada barato. Yo fui a cubrir todos mis gastos, pasaje, absolutamente todo. Cuando ya realicé la marca, cuando clasifiqué a París 2024, recién ingresó al Programa París 2024 del IPD. Antes de eso no, tenía lo mínimo. Entrenaba en Huancayo, tenía una subvención económica, pero que es mínimo.
¿Esa subvención económica es para todos los atletas que está en el CAR, en tu caso de Huancayo?
Es para los atletas que cumplimos un estándar de marcas y como yo fui a los Juegos Panamericanos de Santiago de Chile, entonces por ese lado tenía ese sustento económico.
Tu clasificación a París 2024 es totalmente tu trabajo físico, mental e inclusive económico...
Yo pagué absolutamente todo para buscar mi clasificación. Prácticamente me arriesgué. Mis recaudaciones las hice con competencias (carreras) privadas. Ganaba y eso iba recaudando para mi viaje.
¿Y previo París 2024 se sumaron algunas empresas?
Tengo a la marca Amalie (Lubricantes), es mi patrocinador y cuento con adidas para las indumentarias deportivas.
Si queremos verte mejorar tus tiempos necesitas de más apoyo....
Por eso digo siempre a las empresas privadas que apoyen mi carrera deportiva y sí tengo el respaldo de ellos, se me facilitará cumplir mis objetivos y representar bien a nuestro país en estas competencias futuras.
Nadie te tenía en el mapa del fondismo y apareciste por sí sola a los 21 años. ¿Crees que falta un programa de captación de talentos?
Claro que sí. Yo creo que sí hay muchísimos (casos de talentos en el país). Iniciar en cualquier disciplina, en mi caso el atletismo, como que es muy difícil para muchos. Cuando uno inicia, nadie cree en ti. Tú te tienes a ti mismo, cuando caes, estás bien o mal, te tienes a ti mismo. Y a veces para muchos levantarte o salir de una caída es muy difícil. A mí me ha pasado. Si yo no hubiese sido suficientemente fuerte para superar muchos obstáculos que tuve en el camino, no estaría aquí. Y todo lo que logré fue por mis propios méritos o inversión propia. Yo creo que muchos talentos se pierden por eso, por falta de incentivo, porque los gobiernos locales y regionales no incentivan el deporte, no hay ese apoyo al deportista. En lugar de abrir las puertas que cierran las puertas.
¿Las autoridades de tu región, de tu distrito, no te han apoyado en ningún momento de tu carrera?
En mi región, Huánuco, las autoridades del Gobierno Regional, en mi provincia, en mi distrito, yo creo que no saben que existo. La verdad que sí, yo diría sí. Nunca me han dado un apoyo, absolutamente nada. Nunca recibí algo de ellos. Las veces que intenté, me han cerrado las puertas y como digo, no sé si saben que existo. Yo creo que no, no saben que existo. Espero que se enteren por ahí como las empresas.
Seguramente ahora sí intentarán acercarse a ti...
Eso es lo que hacen a veces muchos políticos. Cuando uno está arriba recién todos quieren subirse ahí, colgarse del deportista y decir que sí han trabajado. Pero en realidad uno necesita el apoyo de ellos cuando está luchando por ese sueño, cuando estás tratando de sobresalir, pero a veces no es así.
¿Tienes alguna meta trazada para Lima 2027?
Sí voy a trabajar para ello, para Lima 2027. Voy a seguir esforzándome con un objetivo a los Juegos Panamericanos. Vamos a ver qué distancias vamos a estar. Así que nada, voy a seguir trabajando. Por ahora no pienso en medalla, todo está tranquilo, pero como digo, voy a seguir esforzándome al 100% como lo he venido haciendo para esta prueba de maratón de París 2024, para Róterdam. Quizás muchos no me conocían, no sabían de mí y también muchos no confiaban en mi carrera deportiva, no apostaban por mí. Por ejemplo, mi federación, que mejor no lo menciono.
¿Por qué no mencionas a tu federación?
Mi federación no sé si existe. La verdad no sé si sabe que hemos estado en París 202, la verdad no sé, pero bueno.
¿Es solo tu caso o el de todos?
Es el caso mío y realidad de todos, pienso. Desde mi punto de vista diría que la federación se ponga a trabajar más, que sea más comunicativa con los deportistas y que también corresponda bien a su trabajo y también con los entrenadores.
¿Hay un calendario de competencias para lo que resta del año?
Por ahora no. No lo he planificado. Todavía no hemos planteado nada con mi entrenador. Después de esto me tomaré un descanso, voy a Huánuco, retorno a Huancayo y plantearemos lo que viene.
Enfrentaste a las mejores maratonistas del mundo, en su mayoría africanas. ¿Qué tan lejos estamos de alcanzar ese rendimiento?
En realidad, yo creo que hay bastante diferencia. No es que no podamos, obvio que sí. Tenemos las condiciones, las capacidades de hacerlo, de que en las próximas competencias estemos a la par de ellas, pero de hecho que se necesita más inversión en el deportista. Que el Gobierno invierta en el deporte, que hagan alianzas con el deportista. Eso nos ayudará mucho, porque las africanas, las mejores del mundo que estuvieron ahora en los Juegos Olímpicos, tienen bastante sustento económico de grandes empresas a nivel mundial. Eso marca la diferencia y también la tecnología, la medicina deportiva, la ciencia, están ahí.
Enfrentaste a las mejores maratonistas del mundo, en su mayoría africanas. ¿Qué tan lejos estamos de alcanzar ese rendimiento?
Yo les digo que luchen por lo que quieren, que nunca se desanimen, porque el camino no es fácil, pero cuando tú eres resiliente, perseverante, en algún momento vas a lograr lo que tú quieres. Que nunca se desanimen, porque el deporte es lo más bonito que te puede pasar en la vida. Hay que hacerlo de corazón, hay que esforzarse al 100%, hay que dar todo. Cuando tú das todo de ti, pones todo de tu parte, creo que las cosas te van a ir bien. En algún momento va a llegar tu mejor versión.
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