Enrique Cáceres busca a Nasser Al-Attiyah para regalarle una cerveza peruana de quinua, pero no lo logra. Luego lo busca por el campamento de Iquique incansablemente, pero olvidó que el piloto catarí no toma bebidas alcohólicas por su religión.
Finalmente el encuentro entre Cáceres y Al-Attiyah termina solo en una foto para el recuerdo pero sin el 'regalo especial'. La cerveza terminó en manos de Alexandre Vigneau, copiloto de Eric Bernard, quien corre con el ‘buggy’.
Nasser Al-Attiyah después del encuentro se pasea por el campamento regalando autógrafos y tomándose fotos con los aficionados. El líder de la categoría disfruta del día de descanso, mientras sus mecánicos trabajan en su Mini para ponerla como nueva para las próximas cinco etapas.
"Estoy liderando y no tengo nada de qué preocuparme. Tengo que seguir y hacer lo mejor que pueda día a día", nos dice Nasser Al-Attiyah. Él ha ganado las dos últimas etapas y no le preocupa mucho lo que venga. “Lo que importa es ganar el Dakar y no las etapas”, indicó.
Antes de partir, Nasser Al-Attiyah --campeón del Dakar en el 2011--- asegura que le gustaría competir nuevamente en nuestro país. "Claro que me gustaría regresar al Perú. Es más arena y eso es mejor, ustedes lo saben".
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— DT El Comercio (@DTElComercio) January 13, 2015
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