Empieza el Abierto de Australia con una mala noticia para el mundo y otra solo para los peruanos.
La primera es conocida: los incendios que devastaron el país-continente no solo tuvieron consecuencias catastróficas en vidas humanas y animales, en daños a infraestructuras y en una enorme contaminación ambiental, sino que, en el sector deportivo, obligó a retrasar el primer gran evento del año. En este contexto, los tenistas han logrado revestir el torneo de cierta legitimidad al realizar donaciones por cada ‘ace’ en este inicio de temporada (Auckland, Adelaida). Es una forma de mostrar compromiso y hacer evidente que las grandes estrellas tienen los pies en la tierra, lo que nunca está de más recordar. La bolsa supera ya los US$5 millones.
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La noticia local es que Juan Pablo Varillas no logró superar la ‘qualy’ a pesar de haber obtenido una victoria en su primer encuentro. Los aficionados peruanos confiamos en que pronto logre entrar al top 100 del ránking ATP y, así, aumente su presencia en torneos de fuste, que es donde se gana experiencia, puntos y premios. El año pasado tuvo un desempeño meritorio y este debería ser el de salto y consolidación.
En el ámbito internacional, las expectativas son un tanto repetidas: Nadal y Djokovic rigen en cada mitad del fixture y cada uno deberá resolver sendos desafíos.
El español va en busca de los 20 ‘grandes’, cifra que le permitiría alcanzar a Federer en su peculiar mano a mano por ser el más grande de todos los tiempos. Para ello tendría que superar a Djokovic en una hipotética final, pero antes deberá dar cuenta de Khachanov, Kyrgios, Thiem y, sobre todo, de Medvedev, quien lo llevó al extremo en el Abierto de EE.UU. pasado y crece a un ritmo vertiginoso. Ha declarado el ruso: “Para hacer un buen Abierto de Australia tendría que ganarlo”, lo que confirma que al desempeño suma ambición. Si Nadal logra alcanzar el último partido, estará posponiendo –nuevamente– a la ya retrasada ‘próxima generación’.
Djokovic, en su parte del cuadro, tendrá la posibilidad de enfrentarse a Federer, Tsitsipas, Bautista Agut, Shapovalov y Dimitrov antes de confirmar los 2.000 puntos que obtuvo el año pasado. ‘Nole’ ha obtenido siete veces este Abierto y viene de alzar la primera Copa ATP luego de derrotar al balear, lo que lo convierte en favorito. A esto se debe sumar un dato determinante: Nadal no vence al número 2 del mundo en superficie rápida desde el 2013. Este es el tipo de información que pesa en lo psicológico.
Como se ve, el 2020 será un año que renovará viejas discusiones, pues en potencia es el primero en que Nadal tendrá la chance real de superar a Federer en ‘majors’. Pero así como los dos gigantes acortan la distancia que los separa, Djokovic empieza a consolidar una idea muy potente: tiene récord positivo contra ambos y es, por edad y estado físico, quien más carrera profesional tiene por delante.
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