Redacción EC

Felipe Ríos es el primer peruano en llegar al campamento del Dakar en el autódromo de San Juan y el cansancio en su rostro muestra lo complicado que ha sido la segunda etapa. Con más de 40 grados de temperatura y luego de correr toda la mañana, el peruano por fin puede respirar aire en vez de polvo.

"Ha sido lo más duro de mi vida", dice a media voz Felipe Ríos debido al cansancio producto de 518 kilómetros de carrera, sobre todo en la última parte. "Ha sido interminable", asegura por los últimos 180 kilómetros entre arena y vegetación, que finalmente fue cortada por los organizadores para los competidores que aún no terminaban.

Felipe Ríos lamenta el hecho de haber corrido algo que finalmente fue cortado para otros, pero eso no le quita las ganas de seguir. "Que pena que no lo suspendieron cuando estábamos adentro", se queja entre risas.

Felipe Ríos se mantiene en su ritmo en la carrera. Apenas perdió cuatro ubicaciones respecto al día domingo, esto debido a que una piedra lanzada por una cuatrimoto rompió el radiador de su vehículo.

La meta de Felipe Ríos es mejorar el puesto 38 que logró en el Dakar 2013. En el 2014 no corrió, por lo que en esta edición va con mucha fuerza.

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