Russell debutó en la F1 en el 2019 con Williams, luego de ser piloto de pruebas en Mercedes. (Foto: AFP)
Russell debutó en la F1 en el 2019 con Williams, luego de ser piloto de pruebas en Mercedes. (Foto: AFP)
/ CHRISTOPHE SIMON
Daniel San Román

En una temporada polarizada y con dos equipos protagónicos es fácil perder la vista de algunas figuras que viene teniendo un gran temporada en la . Es fácil hablar de cuando en la pista cada fin de semana regala jornadas de contundencia. Es lógico centrar el foco sobre Charles Leclerc que encadena poles con facilidad y las disuelve con drama.

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Ni qué decir de las segundas butacas de Red Bull y Ferrari. Es sencillo brindar líneas de odas a las victorias de Checo Pérez, que este año se ha mostrado intratable en los callejeros de Montecarlo y Marina Bay, y de admirar los esfuerzos de Carlos Sainz en sacar adelante un monoplaza que le presta ilusiones, pero lo golpea con inconsistencias. Son cuatro protagonistas muy fuertes que además están repotenciados por los antiflamas que visten: el escarlata de Ferrari y el púrpura de Red Bull. Hablar de ellos es lo natural.

Atrás la grilla, además, tiene dos nombres notables más producto del linaje que representan. Ahí están el multicampeón Lewis Hamilton, que perdió la posibilidad de convertirse en el piloto con más títulos en la historia en la última curva de la última carrera del 2021, y el inagotable Fernando Alonso que está a un premio de convertirse en el hombre con más carreras concluidas en la historia de división. Ambos si bien no tienen el protagonismo de siempre mantienen la ilusión, sobre todo para los aficionados más antiguos, que aún podrán dar una jornada increíble más. Es imposible no dejar de mirarlos y a veces, desde la admiración, esperar episodios extraordinarios que cada vez son más ilusorios.

Este gran reparto deja sin embargo una gran injusticia para con un piloto que este año ha hecho casi todo bien en un auto que no tiene las condiciones de los punteros: George Russell. Con escasos 24 años y un auto de poca ambición, el británico se las ha ingeniado para tener la regularidad necesaria y el cuarto lugar de la clasificación general de la temporada. En un equipo como Mercedes, entregado a merced de los caprichos de Lewis, ha logrado desde la segunda butaca despriorizada sumar siete podios y solamente un abandono. En condiciones normales la escudería estaría entregada a él pero es evidente que tras perder el título del 2022, Toto Wolff siente que tiene una deuda personal con Hamilton que la pagará dándole siempre la primera opción. Aun cuando Lewis marche sexto a 33 puntos de Russell.

“Ese momento va a llegar. Ganará carreras y peleará por títulos, creo que lo tiene todo en él. Pero quizás llegue otro título de Lewis antes”, ha comentado el martes Toto Wolff (team manager de Mercedes) a los medios británicos. Esto nos pinta un poco lo que podemos esperar del 2023 donde ambos correrán juntos. Podrá sonar injusto pero lo cierto es que a un lado tenemos a un piloto joven que recién correrá su segunda temporada con el equipo versus un multicampeón que disputará la décima. Lo cierto es que George ha dejado en claro que entiende el momento y el reto. “Tener la suerte de ser compañero de un piloto con la experiencia de Lewis Hamilton es invaluable. Cada jornada es una lección nueva y siento que en esta temporada juntos he aprendido más que en los últimos años”, admite Russell sabiendo que su momento ya llegará. Consciente de que en esta monarquía pronto le tocará gobernar.

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