Lewis Hamilton apareció en el Gran Premio de Brasil con la indumentaria de la selección que ganó la Copa del Mundo en 1994. (Foto: Agencias)
Lewis Hamilton apareció en el Gran Premio de Brasil con la indumentaria de la selección que ganó la Copa del Mundo en 1994. (Foto: Agencias)
Daniel San Román

tiene dos fechas de localidad: el GP de Gran Bretaña y el . Si bien, al inicio, la relación con la afición brasileña no fue de las mejores como consecuencia de la definición del 2008, cuando Lewis Hamilton le ganó el campeonato en casa a Felipe Massa por apenas un punto, los gestos que ha tenido el inglés para con la verdeamarilla y su abierta admiración por Ayrton Senna han logrado que lo vean como uno de los suyos. Ante la carencia de pilotos brasileños corriendo en la categoría, Lewis ha sido adoptado y defendido con pasión. Este amor, que empezó por el odio, tuvo su punto máximo de comunión cuando celebró su victoria en 2021 en el circuito de Interlagos, emulando a Senna. Así, en la vuelta de honor, la que precede al cruzar la meta como ganador, Lewis empuñó la bandera brasileña y la ondeó por el autódromo José Carlos Pace. Como si fuera poco, en el podio subió enfundado con la verdeamarilla como capa, una costumbre y modo que tenía Senna.

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“Senna ha sido mi mayor inspiración. Era su forma de competir, su pasión por la vida y por el deporte. Pero más que nada fue la forma en que se enfrentó solo a un sistema que no siempre fue amable con él”, comentó en un documental sobre las máximas influencias que tocaron su vida. Además, en sus inicios en el kartismo, Hamilton lucía un diseño similar al de Senna, amarillo y con las líneas verdes y azules de forma horizontal. Este diseño incluso lo mantuvo en sus primeras carreras en la Fórmula Uno. Lewis Hamilton ama a Senna, y Brasil ama a Ayrton. La comunión, ante la orfandad de pilotos locales, ha sido casi natural, y por ello el piloto británico este fin de semana corre de local en el río asfáltico de Interlagos.

Hace una semana, Checo Pérez tuvo la oportunidad en casa, en el Gran Premio de México, de ampliar su ventaja en su camino a la adquisición del subcampeonato. La expectativa era que Sergio, al mando del letal Red Bull, consiguiera convertirse en el primer piloto local en celebrar en el podio azteca. En la pista, pasó todo lo contrario: Sergio abandonó en la primera vuelta, y la distancia que tenía frente a su más cercano perseguidor, Lewis, se redujo a escasas 20 unidades. Dos decenas de puntos a falta de tres jornadas. Hoy, a Lewis, que parte quinto en la parrilla, tres ubicaciones por delante de Checo, le toca devolverle la localidad al mexicano en su circuito adoptivo. Es seguro que dado el entorno, Hamilton saldrá en busca de la victoria en un autódromo que ya ganó en tres ocasiones (2016, 2018 y 2021); sin embargo, si el triunfo no se da, el objetivo seguirá fijado en lo que ha venido haciendo las últimas semanas: limar la ventaja de Pérez y acercarse al subcampeonato de la temporada actual.

El Red Bull, esta temporada, es un auto superior al Mercedes, pero Checo no está mentalmente mejor que Lewis. El mexicano está pasando sus horas más negras en la categoría: clasifica mal, abandona en casa, y cada día son más los rumores que indican que Red Bull no lo quiere en sus filas para el 2024. Como si fuera poco, su compañero de equipo, Max Verstappen, lo trata como un fiscalizador de aduanas. Ante las consultas de los medios sobre si ayudaría a Checo cediendo la posición en algún momento de estas próximas carreras para que pueda puntuar más, la respuesta ha sido descorazonadora: “Creo que al final del día, no debería depender de mí que consiga los puntos”, respondió con un claro mensaje. Y agregó: “Confío en que Checo pueda mantenerse delante (de Lewis), porque creo que en promedio tenemos el auto más rápido”. Ouch.

Si Lewis no hubiese sido descalificado en Austin, habría llegado a Brasil a solamente 2 puntos de Checo. El británico está teniendo una definición de campeonato plagada de regularidad y protagonismo. Quitando su error en Qatar y la desastrosa jornada de Austria, el hombre de Mercedes ha terminado entre los seis primeros puestos en todas las jornadas y ha logrado seis podios en la temporada actual. Como si fuera poco, el nuevo paquete de actualizaciones de Mercedes, aplicado en Austin, ha mostrado buenos resultados. En el GP de Estados Unidos, terminó segundo, a 2 segundos de Max, y en México repitió la posición. La tendencia dice que Lewis debería imponerse a Pérez, la historia dice que tiene con qué, y la afición empuja desde las tribunas por otra jornada histórica de su hijo adoptivo.


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