Mafe Lovatón Espinel

De lunes a viernes, Inés Castillo pasa más tiempo en la Videna que en su hogar entrenando a doble turno para seguir mejorando en su carrera deportiva en el bádminton. Hoy la joven atleta entrena en un coliseo con 10 canchas de nivel internacional, junto con sus compañeros de las otras selecciones y del para bádminton. En estas instalaciones, se respira sudor y sacrificio, entre gritos y órdenes de los entrenadores estos deportistas se preparan al máximo para representar y dejar el nombre del Perú en lo más alto.

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Casi una década ha pasado desde que Inés Castillo empezó a jugar bádminton. Con tan sólo 10 años, la joven peruana llegó a este deporte que jugaba su papá en las canchas del club Regatas Lima. Hoy con 22 años, tiene al deporte como su prioridad con un objetivo claro: participar en los Juegos Olímpicos París 2024.

Tras un gran desempeño en la última edición de los Juegos Bolivarianos Valledupar 2022, Inés regresó a nuestra capital con cuatro medallas de oro bajo el brazo en las modalidades individual, dobles, equipos y dobles mixto. “Siempre es una emoción darle un triunfo al Perú”, asegura hoy, añadiendo que no fue fácil conseguir estas victorias en una cancha donde la altura de 2600 msnm hacia que la pluma fuera mucho más rápida. Para adaptarse a esto, ella y toda la selección de bádminton llegó una semana antes a Colombia, de manera que pudieron aclimatarse y elegir la mejor estrategia de juego.

“Creo que esta ha sido de las victorias más emocionantes porque pasaron los partidos en vivo, lo cual es muy raro, y mi familia y amigos pudieron verme”, cuenta emocionada y contenta. Los sacrificios de la deportista nacional no han sido pocos, en todos estos años ha dejado de lado muchos momentos familiares y de ocio para centrarse en sus entrenamientos y competencias, pero asegura que han valido la pena para llegar a donde esta hoy.

Hoy por hoy Inés estudia en diseño y gestión de moda en la Universidad de Ciencias Aplicadas y si bien es cierto sabe de la importancia de contar con una carrera universitaria, tiene muy claro que en la actualidad el bádminton esta sobre todas las cosas razón por la cual lleva pocos cursos.

Al estar tantos años en el deporte, Inés ha visto en primera fila el gran cambio que trajo consigo los Juegos Panamericanos Lima 2019 y el importante legado que dejó en nuestro país. “Hace 10 años las cosas eran muy diferentes, ahora contamos con instalaciones deportivas de primer nivel que ayudan a elevar el potencial de los deportistas”, nos comenta. Cree, además, que esto ha generado que muchos más atletas sumen medallas y victorias para el Perú.

En el caso del bádminton, hoy en día cuentan con 10 canchas en las que entrenan las diferentes selecciones y ha llevado a que surjan nuevas figuras. “Pienso que ahora más chicos se animan a practicar al bádminton, la Federación viene haciendo un trabajo para masificar el deporte y eso es algo que antes no me hubiera imaginado”. Arequipa, Ayacucho, Trujillo, Piura, Tacna y Tingo María, son algunas de las provincias donde se viene haciendo este trabajo para llevar el deporte a más jóvenes.

Con los Juegos Bolivarianos finalizados, Inés tiene en la mira su próximo destino: el Campeonato Mundial de Bádminton que se llevará a cabo en Tokio hacia fines de agosto, donde la deportista nacional competirá en dobles junto a su pareja Paula La Torre. Para esto se vienen preparando arduamente, con entrenamientos sumamente duros, con el objetivo de llegar en óptimas condiciones para enfrentarse a los mejores del mundo.

Inés Castillo entrenando a doble turno preparándose para el Mundial de Bádminton en Tokio. / Foto: Britanie Arroyo
Inés Castillo entrenando a doble turno preparándose para el Mundial de Bádminton en Tokio. / Foto: Britanie Arroyo
/ GESAC > BRITANIE ARROYO

Seguido a esto, la joven continuará con el ciclo olímpico participando en los Juegos Odesur en Paraguay en octubre. En el largo plazo Inés ya ve en el horizonte los Juegos Panamericanos de Santiago 2023 y conseguir la anhelada clasificación a los Juegos Olímpicos de París 2024, tras la participación de su amiga y compañera de equipo Daniela Macías en Tokio 2020.

Ahora Inés Castillo seguirá entrenando para forjar su carrera como deportista profesional en el deporte que ama. “El bádminton es esencial en mi vida, no me imagino mi vida sin él”, comenta emocionada. A la nueva figura del bádminton nacional le espera un futuro prometedor, en el que esperemos siga llenando de triunfos y alegrías al Perú.