“Cada vez más cerca”, publica Diego Junqueira, entrenador de Juan Pablo Varillas. Cada vez más grande el tenista peruano. El nacional cayó durante la madrugada en un maratónico partido de cuatro horas ante Alexander Zverev (6-4, 1-6, 7-5, 6-7 y 5-7), en un resultado que habla no solo del nivel que mostro Juanpi, sino que confirma que está para el tenis de élite.
“Es un gran jugador. Odié tenerlo al frente”, bromeó Zverev sobre el partido que disputó. La derecha de Juan Pablo, los drop shot y sobre todo la mentalidad de luchar cada bola hizo que el peruano sea un rival incómodo. Ya lo había hecho ante Félix Auger-Aliassime en Roland Garros, ahora lo repitió contra el alemán, el año pasado 2 ATP, hoy número 13 del mundo.
Es que Varillas tiene el nivel para batallar contra tenistas top. “Es un valiente”, decían en la transmisión de ESPN. “Exprimió sus opciones al máximo. Salió con la actitud adecuada, jugó el partido correcto, hizo lo que tenía que hacer, pero este tipo de jugadores (Zverev) terminan sacando la chapa de porqué han ganado lo que han ganado”, nos dice Lautaro Miranda, periodista argentino especialista en tenis.
Y Juan Pablo le ganó dos sets, llevo otro al tie break y obligó a que el alemán tuviera que esforzarse más de lo imaginado en su vuelta a un Grand Slam (se lesionó en Roland Garros 2022). “Esta es la superficie favorita de Zverev y no la de Juan Pablo y le ha hecho un partidazo. Mentalmente ha estado a la altura porque estamos hablando de un tenista de otro nivel”, nos dice Ricardo Montoya, periodista y psicólogo que sigue el tenis con pasión.
Manuel Cabezas, especialista del portal Tenis Peruano analiza otro ángulo. “Lo positivo de estos partidos es que ha demostrado que ya está recuperado físicamente de algunas molestias. En el 2022 tenía molestias en el tobillo. Ojalá Juan Pablo pueda jugar los cuatro torneos ATP de arcilla que vienen en Sudamérica”, nos dice.
Lo que viene
Las cualidades de Juan Pablo están y no hay mucha discusión al respecto. Ahora le toca enfrentar lo que viene para el futuro. Y en el tenis el futuro es inmediato, ya que semana a semana se juegan torneos en los que se debe sumar la mayor cantidad de puntos. Y hoy es lo que más necesita Varillas.
Marcha en el puesto 103 ATP y en el Australian Open sumó 16 puntos por sus dos victorias en la qualy. Eso no garantiza que vaya a subir en la clasificación, ya que deben esperarse los resultados de otros tenistas. La tarea de Varillas hoy debe ser meterse en el top 100, no alejarse de esos puestos.
Esto porque estar en ese rango le permitirá jugar Roland Garros de manera directa, sin tener que pasar por la riesgosa qualy. Además de poder jugar los torneos ATP 250 y ATP 500 que ofrecen más puntos y premios económicos. Es decir, dejar el circuito Challenger y pasar al Circuito ATP.
¿Qué viene para Juan Pablo? Él está inscrito para el Challenger 100 de Concepción, donde es el sembrado número 5. “Juan Pablo necesita acumular más puntos para el ránking. Actualmente tiene 18 torneos puntuables cuando el máximo es 19″, nos explica Manuel Cabezas, del portal Tenis Peruano. Él nos grafica el calendario que tendría el peruano en las próximas semanas.
- Challenger 100 de Concepción – 23 de enero
- Copa Davis – 3-4 febrero
- ATP 250 Córdoba – qualy (alterno 2 para el cuadro principal) – 6 de febrero
- ATP 250 Buenos Aires – 13 de febrero
- ATP 250 Río – 20 de febrero
- ATP 250 Chile – 27 de febrero
“Es importante que cumpla este cronograma a efectos de poder asegurar el top 100 y le permita poder jugar los ATP 1000 de marzo como Indian Wells y Miami. Este es el futuro más próximo, con el objetivo de que pueda ingresar al cuadro principal de Roland Garros”, agrega Manuel.
Ganar un partido de primera ronda de un ATP 250 te garantiza 20 puntos para el ránking. En un Challenger tendrías que ganar tres partidos para acumular 16 puntos. Ahí la gran diferencia de disputar los torneos grandes, claro, donde encuentras a rivales de mayor nivel.
“El Circuito ATP es competitivo y hay que balancear sensaciones, confianza, partidos, malestares. Sentirse cómodo es clave, eso hace mucha diferencia”, advierte Sergio Galdós, tenista recientemente retirado del circuito profesional. Es decir, Juan Pablo eligiría los torneos donde más cómodo se siente. El año pasado en Córdoba llegó a octavos desde la qualy, mientras que en Santiago cayó en la primera fase. Son torneos que se le pueden acomodar.
Hacia la élite
Ya estuvo durante siete semanas en el top 100 a fines del año pasado. Ya saboreó lo que es codearse con los grandes y ganarle, como a Roberto Bautista Agut y pelearle a Aliassime, Thiem y Zverev.
“El nivel de Juanpi está ahí, para competir con los mejores. Esperamos que pueda asentarse para clasificar de manera directa a Roland Garros”, concluye Lautaro Miranda. Todos quieren volver a ver a Varillas en un Major. Ha disputado diez veces la qualy y en dos logró meterse al cuadro principal. Roland Garros 2022 y Australian Open 2023 -como lucky loser- y en ambos torneos dio lucha ante gigantes como Auger-Aliassime y Zverev.
“Te aseguro que con el trabajo que realiza, el cuerpo técnico que tiene y su potencial tenístico, poco falta para que el Perú tenga de nuevo a un top 50/60″, nos dice Sergio Galdós sobre el futuro de quien fuera su compañero en la selección peruana. Un peruano en la élite no pasa desde Lucho Horna en los inicios del 2000. En el agosto del 2004 llegó al puesto 33 ATP y fue Top 100 hasta octubre del 2008. Varillas debe tomar la posta.
“Es un trabajador incansable, comprometido. Esta es la temporada que mejor se ha preparado”, nos decía hace unos días Matías Rizzo, preparador físico de Juan Pablo. Y se nota. Porque jugó tres partidos de qualy bajo las exigencias de Melbourne y sus altas temperaturas y le corrió todo a Zverev en la primera ronda. Físicamente está bien en el inicio de año el nacional.
“No me pongo esa presión [Top 100], solo trato de esforzarme al máximo. Trato de mantenerme tranquilo, partido a partido, torneo a torneo. Eso es una presión que a mí no me sirve”, nos decía el mismo Juan Pablo Varillas hace unos meses. Con la cabeza calma, sabe que tiene el tenis para llegar muy lejos. Tiene 27 años y de acá solo sigue escalar.