Roger Federer cayó ante Grigor Dimitrov en cuartos de final del US Open. (Foto: AFP)
Roger Federer cayó ante Grigor Dimitrov en cuartos de final del US Open. (Foto: AFP)
Marco Quilca León

, por títulos, comportamiento, profesionalismo y vigencia, es, para la gran mayoría, el mejor tenista de todos los tiempos. Sin embargo, los Grand Slam no le sonríen hace mucho. Entre el 2003 y el 2009, el suizo ganó 15 grandes títulos (tres Abierto de Australia, un Roland Garros, seis Wimbledon y cinco US Open). Pero desde esa fecha hasta la actualidad solo consiguió cinco: tres Abierto de Australia (2010, 2017 y 2018) y dos Wimbledon (2012 y 2017). Nada más. Dato no menos importante: Con la sorpresiva derrota en cuartos de final ante el búlgaro Grigor Dimitrov en cinco sets (3-6, 6-4, 3-6, 6-4 y 6-2), Roger, con 38 años y monedas, encadenó once temporadas consecutivas sin consagrarse en la Gran Manzana. Además, es el sexto año que no se corona en ninguno de los cuatro torneos mayores del circuito desde que estrenó su palmarés en el 2003, tras quedarse en blanco en el 2011, 2013, 2014, 2015 y 2016.

Los factores de su caída en el US Open ante un rival que venció en las siete veces que se enfrentaron antes pueden ser muchos. La edad, dicen algunos. Las lesiones, alegan otros. Lo primero podría haberse desvirtuado en julio de este año cuando enfrentó a Novak Djokovic en una final histórica para Wimbledon: fue la más duradera (4 horas y 49 minutos) y llevada por primera vez en ‘tie break’ a 12-12 tras el cambio de las reglas del torneo. “Espero que esto sirva para que mucha gente crea que a los 37 años no hay que darse por vencido”, reflexionó en aquella oportunidad.

Lo segundo puede entrar en debate. Porque Roger es de los pocos tenistas que menos problemas físicos ha sufrido a lo largo de su carrera, pero esta vez, según lo que dijo, parece haber sido la razón de su caída. Antes del quinto set recibió atención médica y después del partido señaló: “Tuve algo raro desde la tarde, no me sentía bien pero estaba listo para jugar. Estoy decepcionado ahora, aunque me volveré a levantar. Necesitaré tratamiento en la zona superior de mi espalda, pero este es el momento de Grigor [Dimitrov], no de cómo está mi cuerpo”. Incluso en la derrota, Federer muestra su grandeza.

Al de Basilea le sobra el talento, pero la edad no perdona. Se marchó del US Open aquejando dolencias en la espalda. Consagrarse en otro Gram Slam es complicado, pero no imposible para él. "No sé si voy a ganar otro grande con 38 años, no tengo una bola de cristal", reflexionó tras el adiós ante Dimitrov.

Los cinco tenistas números 1 con más edad:

-Sus lesiones-

Las lesiones han sido escasas en la carrera de Roger Federer, pero las que tuvo marcaron mucho su carrera. A continuación presentaremos los problemas físicos que tuvo el suizo.

Mononucleosis: En el 2008, Federer se encontró seis semanas afectado por el virus, que lo afectó en el Abierto de Australia y en el ATP de Dubái. “Los médicos no estaban seguros de que lo hubiera superado, pero ahora produzco anticuerpos y eso demuestra que lo hice. Aunque perdí gran parte de mi estado físico”, manifestó en aquel momento.

Problemas en la espalda: ocurrió mientras jugaba la semifinal del Masters de Londres en 2014 frente a Stan Wawrinka, en un partido muy largo. Logró avanzar a la final pero finalmente no salió a jugar frente a Novak Djokovic. “Siento estar aquí con un chaleco, pero no estoy en condiciones de jugar. No puedo competir a este nivel con Novak. Sería demasiado arriesgado a mi edad”, señaló Federer frente al público. Y luego agregó: “Me hubiera encantado jugar. No quería que el final fuera este. Lo he intentado todo”.

Operación de meniscos: La única lesión física importante que sufrió en su carrera la vivió en el 2016. Federer sufrió un problema en la rodilla el día después de la semifinal en el Abierto de Australia ante Novak Djokovic. “Después de conseguir las pruebas cuando regresé a casa, se determinó que había roto el menisco“, explicó.

Incluso para un fenómeno como él, el tiempo es inexorable, deja huellas en físico. El fin de la carrera de Federer puede no estar cerca, pero sí el de sus épocas maravillosas cuando su tenis estaba intacto. Nada es para siempre, y menos con 38 años y en un circuito tan exigente como el ATP.

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