Llegamos a lo grande y nos fuimos a lo grande. Perú arribó a Toronto 2015 con la delegación más numerosa de su historia (158 deportistas) y se va, 17 días después, conla cuenta de medallas más abultada desde la primera edición de 1951. A continuación, el balance de los Juegos Panamericanos.
UN NUEVO CAPÍTULO
No hay vuelta que darle: Perú ha ganado en Toronto 2015. Con 4 medallas de oro, 3 platas y 6 bronces el país consiguió su mejor participación en la historia panamericana. Hasta antes de Canadá, nuestro medallero general contaba con solo 5 campeones en el evento (el último hace 12 años). El objetivo oficial de la delegación era superar lo conseguido en Guadalajara 2011 (2 platas y 5 bronces). Le dimos vuelta.
Definitivamente, la presencia peruana en el medallero responde no solo a la calidad de nuestros representantes sino, también, a un aumento del presupuesto nacional dedicado al deporte, que permite una mejor preparación y desarrollo del atleta. En el 2015, el dinero asignado fue de 30 millones de soles –el doble que en el 2014–. Esto es, aproximadamente, el 0,02% del presupuesto nacional. Igual nos falta muchísimo. En Guatemala, por ejemplo, un país con la mitad de población que el nuestro, se entrega el 3%. Ahí los vemos en el puesto 10 del medallero con 6 oros. No basta el talento para formar campeones, se necesita inversión.
LOS DE SIEMPRE
Los deportes de contacto, el tiro y el fondismo volvieron a sacar la cara por Perú. Entre el karate y la lucha, nuestra delegación consiguió 5 (un oro, una plata y tres bronces) de las 13 medallas totales. Tradicionalmente, estas disciplinas –sumadas al taekwondo y el judo– son responsables de sumar a la cuenta bicolor en los torneos internacionales. No en vano la última presea dorada panamericana antes de Toronto la había conseguido el karateca Alexis Carbajal. Ni qué decir del tiro. El deporte peruano más exitoso en nuestra historia sumó dos medallas más (el oro de Pancho Boza y el bronce de Marko Carrillo) a su cuenta. Lo que es casi una obligación, ahora, es construir un centro de tiro deportivo en el país tanto para pistola como para escopeta. En el CAR ya se está implementando un espacio para entrenar pistola, pero Perú no cuenta con un polígono y cancha oficial de competencia. Potencial hay, si lo trabajáramos podríamos dar más sorpresas.
Las pruebas de fondo también aportaron: Gladys Tejeda (oro) y Raúl Pacheco (plata) cumplieron en la maratón, mientras que las lesiones de Inés Melchor y Karina Villasana (10 mil) nos privaron de otras opciones importantes de medallas.
Durante la clausura de los Juegos Panamericanos de Toronto 2015 se bailó marinera. (Foto: AFP)
ANTIDOPING
El positivo de Mauricio Fiol, más allá del caso puntual del nadador, dejó en evidencia las graves falencias que tiene Perú en cuanto al antidopaje. En nuestro país no existe un laboratorio de análisis antidoping, lo que significa que los deportistas no pasan por estos exámenes antes de viajar a competir. Así, llegamos indefensos al extranjero exponiéndolos a ellos y a la imagen de Perú a situaciones comprometedoras. Las pocas muestras que se recaban deben ser enviadas a laboratorios en países vecinos (así sucedió en los Juegos Bolivarianos Trujillo 2013, por ejemplo).
Para Lima 2019, es requisito que la ciudad sede tenga un centro de análisis antidoping validado por la Agencia Mundial Antidopaje. Solo en Toronto 2015, por ejemplo, se realizaron más de 1.500 controles. Aunque en el 2007 se formó la Comisión Nacional Antidopaje, adscrita al IPD, esta no tiene actividad constante desde hace años. Una grave ausencia que en los Juegos Panamericanos nos ha pasado factura.
EN SUDAMÉRICA
Perú, a pesar de sus 4 oros, sigue estando en la mitad inferior de Sudamérica, la realidad más cercana del deporte nacional. Sí, hemos avanzado, pero los otros países también. El gran ejemplo es Colombia que, aunque detrás de Brasil, sigue en alza gracias a una gran política deportiva. Los cafeteros consiguieron 27 oros para superar, así, los 24 de Guadalajara 2011. Argentina, Ecuador y Chile continúan con un nivel bastante superior al nuestro.
A diferencia de la edición anterior de los Juegos Panamericanos, Perú subió un puesto entre los sudamericanos: en el 2011 fuimos octavos por detrás de Uruguay, hoy estamos séptimos por encima de ese país.
CAMINO AL 2019
A nivel deportivo, Toronto era importantísimo para ser un paso firme hacia adelante con miras a lo que será Lima 2019. Lo primero era traer a una delegación con presencia joven. Se hizo. 61 de 158 deportistas que llegaron a Canadá tienen 20 años o menos. Su proyección es enorme. Allí están Natalia Cuglievan (18), oro en esquí acuático; María Alejandra de Osma en la misma disciplina; Diego Elías, plata y bronce en squash; Luis Oblitas de taekwondo; o las mismas chicas del nado sincronizado que por primera vez lograron clasificar a los Juegos Panamericanos.
Generar un plan de preparación deportivo en estos cuatro años restantes para nuestros deportistas es vital. En Lima 2019, Perú debería tener representación en todas las disciplinas y el objetivo debe ser competir y no solo participar. Queda la tarea para el IPD.
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#Toronto2015 se clausuró y dio la posta a #Lima2019 ⏩ http://t.co/XFABE1ynOj pic.twitter.com/773rZmVi6F
— DT El Comercio (@DTElComercio) julio 27, 2015
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