Eitan Shaked tiene 23 años, es de Israel y, como cualquier joven, suele compartir una parte de su vida a través de las redes sociales. Así lo hizo incluso cuando haciendo trekking de montaña cayó y quedó atrapado en una grieta de un glaciar de Ushuaia (Argentina) durante más de 24 horas.
El joven se hallaba realizando una caminata en el glaciar Ojo del Albino, a 20 kilómetros de Tierra del Fuego, cuando se confundió de camino y cayó 10 metros en una grieta, quedando atrapado por más de un día en una zona desolada de la montaña. Las posibilidades de que alguien lo viera eran nulas.
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Con una herida en su ojo derecho y fracturas en la pelvis, pierna y codo, Eitan pasó su tiempo pensando cómo sobreviviría y pese a todo decidió registrar con su celular la aterradora experiencia. Videos que, desde el hospital donde continúa internado, compartió a través de su perfil de Instagram.
“Me caí, espero que mi ojo se arregle. Creo que me he roto la mano y el pie. No sé qué pasará, el ojo me duele mucho”, dice en uno de los pocos fragmentos que se pueden escuchar en un relato grabado en hebreo, muy débil y a pocos minutos después del accidente. “Soy un tonto”, se quejaba Eitan.
Su estado físico en los videos habla por sí solo. La sangre le corría por la cara a raíz de los profundos cortes, le costaba moverse y hasta mantener el habla. Los rescatistas lo encontraron más de 24 horas después de su caída y cuando ya estaba sufriendo los primeros síntomas de un cuadro de hipotermia.
“El último miércoles salí a dar un paseo por Ushuaia y me caí unos 10 metros. Esperé 24 horas para el rescate, desconectado sin ingerir agua ni comida y también con mi pelvis y codo rotos. Cuando me encontraron estaba al borde de la muerte por hipotermia”, contó Eitan en un post de Instagram.
Cómo sobrevivió 24 horas
Eitan fue compartiendo diferentes momentos de sus 24 horas en la montaña, donde estuvo a la intemperie y debió atravesar una noche con temperaturas de hasta 5 grados, con poca comida y agua de un arroyo cercano.
“Muchos helicópteros que cada vez que pasaban esperaba que me estuvieran buscando”, dijo sobre una grabación que mostró en la cual se los ve volando por encima suyo, sin alertar su presencia.
“Estas son las galletas que tenía en la montaña en mi mochila. Planeaba comer dos todos los días y beber agua del riachuelo hasta que me salve, con la esperanza de no morir”, señaló con una foto publicada desde el hospital. Eitan tuvo que soportar un hilo de agua helada que caía sobre él y que le permitió hidratarse.
Un guía que pasaba por la zona escuchó sus gritos de socorro y alertó a las autoridades que de inmediato iniciaron un operativo de rescate para salvarlo.