WWE: Dean Ambrose vs AJ Styles, el reto más grande del campeón

Dean Ambrose se perdió como campeón. La historia de Kevin Owens en Monday Night Raw, entre muchas otras cosas, opacó su reinado en WWE. Enfrente tiene la oportunidad de sacudirse de su letargo: competir con el tipo que siempre atrae la atención de todos, AJ Styles. 

El medio lunático sabe entretener, pero su hegemonía en SmackDown solo se ve reflejado en unos pocos minutos que no sacan lo mejor que él. Esto fuerza el sentimiento que el público siempre tuvo pese a ser uno de sus favoritos: que es débil.

Sin embargo, el campeón mundial de WWE supo hacer del rótulo de débil una carta a su favor: cuando más derrotado parece saca a relucir su locura y su autodenominada condición de indestructible para salir airoso.

Styles es un tipo que aprovecha cada segundo para demostrar que es fenomenal. Pese a las situaciones cómicas a las que fue forzado, no hay razón para descartar que le arrebate el título mundial a Ambrose en la lucha estelar de esta noche en Backlash.

El personaje de Styles llega con mucha confianza desde que venció a John Cena en SummerSlam. Su ego está tan por las nubes que parece sentir que él merece más que nadie ser campeón. Y a la vez, como si estuviese en el primer turno de la lista de espera del espaldarazo de Vince McMahon.

UN LOCO INCONFORMISTA
Ambrose sabe dar actos sutiles, y a la vez extraños, que lo hacen alguien especial. Es el único capaz de ejecutar el papel de su personaje en WWE: el de un luchador que no se conforma con nada. Esto lo hace impredecible y un héroe fuera del estereotipo de la empresa. 

La misma personalidad que lo hace ser querido es también lo que infunde dudas sobre su capacidad de campeón. Esta idea creció con la lucha mediocre que ofreció junto a Dolph Ziggler en SummerSlam. 

Styles tiene un talento especial, sabe sacar lo mejor de su contrincante. Él es superior en el ring. Es un técnico purista. Eso lo hace el luchador más peligroso al que Ambrose tiene la obligación de vencer: para retener su título, recuperar credibilidad y dejar de ser un simple personaje y ser un luchador completo. 

UN FENOMENAL POST-CENA
AJ Styles es el villano más importante de SmackDown. Es el antagonista por naturaleza de Dean Ambrose. Sobre el papel, juntos tienen que hacer de la marca azul un programa capaz de competir y superar a Monday Night Raw. Pero sigue siendo el segundo lugar.

Hace menos de tres meses que Ambrose es campeón. Necesita de más tiempo para consagrar su carrera. Styles puede prescindir de esto, pero también tiene mayor capacidad que su rival para cumplir con su trabajo de cara de la marca. 

El Fenomenal está preparado para ser campeón de WWE desde mucho antes de entrar a la empresa. Ya demostró sus cualidades al público esporádico. Ya es más que admirado. No necesitaría de mucho esfuerzo para labrarse la credibilidad que Ambrose perdió. Pero su oportunidad tiene que aguardar. 

EL SENTIMIENTO DE LA GUERRA
La rivalidad Ambrose - Styles necesita tiempo para madurar. Los seguidores de WWE tienen la oportunidad de ver dos estilos completamente distintos en convergencia hacia un espectáculo inédito. Pero con números cómicos y venganzas no lo lograrán. 

El campeonato mundial de WWE es demasiado importante como para no vender una historia bien contada, argumenta el columnista de "Bleacher Report" Tom Clark. Es cierto que Styles será titular tarde o temprano, pero no se necesita correr hacia ese objetivo. Por lo que solo queda decir: WWE, por favor, cuenta bien la historia. 

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