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WWE se tomó un respiro de sus 'problemas' en el último Raw - 4

El 4 de julio es la fiesta nacional de Estados Unidos. Es una fecha dedicada a fiestas de comida y pirotecnia en muchos lugares del país norteamericano. También es una oportunidad para muchas empresas, pero a la vez problemas para otras como es el caso de

La compañía de lucha libre batalla por elevar el ráting semanal. Es previsible que en fiestas nacionales la audiencia baje de forma considerada. Pero WWE decidió no hacer un esfuerzo de más y optó por el camino fácil: presentar un show patriótico y 'olvidando' un poco sus propias historias. 

Desde el inicio de Monday Night Raw se evidenció que WWE solo quiso cumplir con una programación que apele a la celebración del Día de la Independencia de EE.UU. Esta es la razón de la guerra de comidas al inicio, poner como primera lucha de la noche el desagradable triunfo de un anti-americano y varios pasajes de comedia.

Prueba de lo dicho líneas arriba se observa en el semanal 'top 10' que WWE comparte cada martes en : cinco resultados de peleas, la furia de un canadiense por el 4 de julio, el regreso de una ex gerente de SmackDown y solo tres segmentos que nutren las rivalidades de la historia.

Los puestos asignados en YouTube resultan evidentes: en primer lugar la imagen triunfal del campeón mundial de WWE, Dean Ambrose, sobre Seth Rollins; y en segundo lugar la victoria de un equipo estadounidense contra un resto del mundo en una lucha eliminatoria de ocho contra ocho. El resto solo fue seleccionar momentos de forma aleatoria. 

Llama la atención que el segmento de New Day con The Wyatt Family haya sido excluido de la serie de YouTube de WWE "Top 10 Raw moments". Esto considerando que desde el inicio de la rivalidad siempre fue considerado entre los tres primeros lugares. 

WWE merece también un respiro. Valorar el espectáculo en un día de fiesta en lugar de nutrir con esfuerzos rivalidades que poca gente iba a tener en cuenta -por la especulación a bajas audiencias- es una estrategia comercial válida. Pero esto solo deja un deseo tácito: que el trabajo creativo del próximo lunes será más prolijo.

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