La decisión fue tomada hace más de tres meses. Esa tarde de octubre del 2019 hacía mucho frío en la capital de Ucrania. El técnico del Dínamo de Kiev, Alekséi Mikhailichenko, había comentado en conferencia de prensa que no pensaba contar con Carlos Zambrano para lo que restaba de la temporada. El termómetro ambiental marcaba menos de cinco grados y un defensor peruano sentía que sus días y su carrera se congelaban.
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“Me tengo que ir de aquí”, le comentó Zambrano a su grupo de representantes. En diciembre era un hecho: el ‘León’ iba a irse del Dinamo. Tenía que hacerlo. Lo de Mikhailichenko fue una durísima sentencia previa. “Si quieren verlo jugar, esperen a que lo haga con su selección”, dijo con dureza e ironía.
¿Por qué no jugaba Zambrano? Mijailichenko, campeón olímpico de fútbol con la Unión Soviética en Seúl 88, fue un habilidoso volante que llegó hasta el Calcio (Sampdoria) y la liga escocesa (Rangers). Apareció en el álbum de figuritas del Mundial Italia 90, pero no pudo jugar ese torneo por una lesión. Un deportista ucraniano de la vieja escuela, nacionalista y firme en sus puntos de vista. “Si eres extranjero, es difícil que tengas oportunidades en el Dínamo con ese técnico”, explicó Zambrano en una transmisión en vivo que hizo a través de sus redes sociales después de la Copa América.
Él mismo nos contó más detalles de esos días tristes en Kiev. “Sinceramente no me sentía cómodo allí por algunos problemas que tenía el equipo y si sale algo interesante espero que sea en una buena liga, si es Alemania mejor”, dijo en julio de este año. Desde el último piso de un edificio de malecón, este zaguero ya quería respirar buenos y nuevos aires.
Los dos últimos dos meses han sido inciertos para Carlos Zambrano, costó mucho que se defina su futuro deportivo. “Me preocupan Zambrano y Cueva”, nos comentó en Videna el director deportivo de la Federación Peruana de Fútbol, Juan Carlos Oblitas. El ‘Ciego’ se refería a la inactividad de estos dos jugadores claves en el segundo proceso de Ricardo Gareca y a la urgencia para que consigan un nuevo club.
El sueño del ‘León’ siempre fue volver a la Bundesliga. Eso ya no pudo darse, tampoco se extendió su vínculo con el Basilea de Suiza, donde Zambrano recuperó continuidad deportiva. Desde La Victoria llamaron a sus representantes. Alianza Lima lo quería en su equipo 2020 y estaba dispuesto a hacer un fuerte desembolso económico. La respuesta fue cordial: que lo esperen unos días porque tenía importantes ofertas del extranjero. Una de ellas era, sin duda, la de Boca Juniors.
Desde la Major League Soccer también contactaron a Zambrano. El zaguero quería volver a jugar, sin embargo habían dos factores que debía solucionar antes de negociar con otros equipos: rebajar sus pretensiones económicas (y no esperar ganar lo mismo que en Ucrania) y desvincularse definitivamente del Dínamo de Kiev. Hasta hoy eso fue lo que más ha detenido su fichaje en otro equipo.
-A pedir de Boca-
Después de tres buenas temporadas con el América de México, el defensor argentino Paolo Goltz volvió a su país para ponerse la camiseta de Boca Juniors. Fue titular hasta el año pasado. La llegada de Carlos Izquierdoz y Lisandro López lo fueron alejando del equipo base xeneize. Hace unas semanas pidió irse a Gimnasia y Esgrima de La Plata. Quiere volver a jugar.
Ese deseo de Goltz no encontró resistencia en Boca. La nueva dirigencia del equipo le abrió las puertas y rápidamente buscó a un jugador de jerarquía para fortalecer su plantel: apareció, entonces, el nombre de Carlos Zambrano.
Ha sido una semana de negociaciones, con el peruano pasando exámenes médicos y aceptando la propuesta económica del cuadro boquense. Zambrano ha recibido muchos consejos en los últimos días, uno de los últimos ha llegado desde el comando técnico de la selección peruana. Desde Videna le han sugerido poner, por esta vez, a lo deportivo como prioridad sobre lo económico. Es imposible que en Boca gane lo mismo que en el Dínamo. Pero es una oportunidad para recuperar protagonismo en un campo de juego.
Hoy podría tener un desenlace este romance entre Zambrano y el barrio de la Boca. Lo que falta es que el peruano se desvincule totalmente del Dínamo de Kiev. Los empresarios del zaguero de la selección están apelando a una deuda que tiene el club ucraniano con el defensor para liberarlo definitivamente. Es lo único que falta, si eso se soluciona rápido tendremos a un peruano en la Bombonera. Como Meléndez, el zaguero que pedía permiso para quitar la pelota. Como Solano, el ‘Maestrito’ que nunca desafinó con su pie derecho. Desde Kiev, donde ya están en grados bajo cero, debe llegar esa comunicación para que Carlos Zambrano salga de sus cuarteles de invierno.