Gino Alva Olivera

El 19 de enero último, horas después de su boda, Daniel Marcos tomó un avión rumbo a Florida, en los Estados Unidos. Viajó solo: sin Katia Ponce, su pareja desde hace casi seis años, ni Abdiel y Lucas, sus hijos de 2 y 7 años de edad. A más de 4.000 kilómetros de casa, Marcos se dedicó a entrenar día y noche, mientras esperaba la oportunidad con la que muchos peleadores como él sueñan, pero muy pocos consiguen: llegar a , la empresa de artes marciales mixtas () más importante del mundo.

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“Esa decisión de sacrificarse y dejar a su familia reafirmó lo que yo vi en él desde que lo conocí: este chico tiene hambre y una fortaleza interna difícil de quebrar”, cuenta Héctor Iberico, maestro y entrenador de Marcos en el equipo Los Perros Sarnosos de Breña, y testigo en su matrimonio.

Minutos después de su triunfo, ‘Sóncora’ conversó con Héctor Iberico y sus compañeros de La Perrera de Breña por videollamada. (Foto: Leonardo Fernández)
Minutos después de su triunfo, ‘Sóncora’ conversó con Héctor Iberico y sus compañeros de La Perrera de Breña por videollamada. (Foto: Leonardo Fernández)
/ LEONARDO FERNANDEZ

“Donde los campeones entrenan”, es el eslogan de American Combat Gym, el gimnasio en la ciudad de Deerfield Beach, al sur de Florida, en el que Marcos entrena desde hace casi ocho meses junto a decenas de atletas. Charles Rosa, un experimentado competidor de UFC, lo alojó en su casa y se ha convertido en uno de sus mejores amigos.

“En estos meses, casi siempre he salido de mi cuarto solo para entrenar”, dice Daniel Marcos a El Comercio.

En el mundo de las MMA lo conocen como ‘Sóncora’ –la palabra corazón invertida– por su empuje e ímpetu al luchar. Marcos debutó como amateur en el 2015, a los 21 años, una edad en la que la mayoría de peleadores con proyección ya tiene experiencia en el circuito profesional.

“Cuando acababan las clases, él se quedaba solo a entrenar y aprendió muy rápido. Esa disciplina y humildad que él tiene es algo que no se ve siempre”, recuerda Daniel ‘Dinamita’ Vásquez, su primer profesor y amigo cercano.

Meses después, tras seis triunfos consecutivos y ninguna derrota, Daniel Marcos empezó su carrera profesional. En solo cuatro años cosechó 12 victorias, todas en el Perú, se mantuvo invicto y se convirtió en uno de los peleadores de peso gallo (61 kg) más destacados del país.

“Él nunca dudó de sí mismo ni de su capacidad. Lo que está viviendo es un premio a su esfuerzo”, expresa Renato ‘Tanque’ Puente, mano derecha de Iberico y entrenador de boxeo de ‘Sóncora’.

Sin excusas ni temor

El 12 de agosto, Marcos recibió un mensaje de su manager: UFC lo había convocado para participar en “Dana White’s Contender Series”, un programa en el que se transmiten peleas en vivo con White, presidente de la compañía, como invitado en primera fila. Para conseguir un contrato no basta ganar, hay que gustar.

Pero al día siguiente, cuando iba a entrenar, sufrió un accidente: la llanta delantera de su scooter se reventó y él cayó a la pista. “Me rompí la cabeza, me pusieron 10 puntos. Me raspé las piernas y los brazos, también me lastimé la rodilla, pero nunca pensé en bajarme de la pelea”, afirma.

Luego de cinco días de descanso absoluto, Marcos volvió al gimnasio. La última etapa de su preparación no fue la ideal: las heridas impidieron –entre otras actividades– sesiones de sparring, claves para plantear una estrategia de combate.

Las patadas al rostro fueron claves en la dominante victoria del peruano Daniel Marcos sobre el estadounidense Brandon Lewis. (Foto: Cortesía Getty Images)
Las patadas al rostro fueron claves en la dominante victoria del peruano Daniel Marcos sobre el estadounidense Brandon Lewis. (Foto: Cortesía Getty Images)
/ Chris Unger

Aun así, el último martes, ‘Sóncora’ obtuvo una contundente victoria por decisión únanime sobre el estadounidense Brandon Lewis (6-1), a quien dominó durante 15 minutos con sus letales ‘low kicks’ (patadas a las piernas), rodillazos voladores y puñetazos al rostro.

“Yo sé que este es el inicio de un camino más duro, pero no imposible”. Daniel Marcos ha comenzado a vivir su sueño.