Si hay una fecha a la que muchos hinchas de la Selección Peruana pudieran volver atrás, sin dudas, sería el 16 de junio de 2018. La mañana de ese sábado (atardecer en Rusia), la bicolor regresaba a la Copa del Mundo tras una espera de 36 años. Cuando una gran parte ya se había resignado a que jamás vería a nuestro combinado en un Mundial, Ricardo Gareca y sus dirigidos cambiaron la historia.
Han pasado tan solo dos años, pero parece que fue ayer cuando nuestros futbolistas estaban en aquel túnel del Mordovia Arena de Saransk, a ocho horas de Moscú en tren, a la espera de salir a la cancha. Vestidos con una polera negra, se les notaba ilusionados por jugar en un Mundial, la misma ilusión de los miles de aficionados peruanos presentes en el estadio y los millones que lo veían por televisión en todo el mundo. El sueño de toda una vida se había convertido en realidad.
El 90% de los 40 mil 502 espectadores en el Mordovia Arena eran, claramente, peruanos. No solo los que tú conoces, sino de todos los rincones de nuestro país y varias partes del mundo, algunas inimaginables. Una parte, incluso, nunca habían conocido el Perú o siquiera sabían hablar español. Habían llegado a Rusia desde viajes muy cortos, hasta recorrer todo el mundo con cuatro o cinco escalas para decir presente. A fin de ese año, todos ganaron el premio a la mejor hinchada de Rusia 2018.
Una marea de compatriotas inundó los 383 km2 de Saransk. Al ser una ciudad pequeña de no más de 300 mil habitantes, la gran cantidad de hinchas de la bicolor que llegó hasta allá fue muy notoria. Restaurantes, plazas, centros comerciales y las afueras de la histórica Catedral del San Theodore Ushakov fueron pintadas de rojo y blanco con camisetas, banderas y canciones de nuestro país. Todos coincidieron en el camino hacia el estadio, haciendo un emotivo momento.
Quizás, el momento más emotivo fue cuando sonó el ‘Contigo Perú’, de manera inesperada, a pocos minutos del inicio del partido. Fue cantado hasta con lágrimas, en especial quienes ya no vivían en el Perú. Luego, los equipos salieron a la cancha y el Himno Nacional de nuestro país volvía a decir presente en la Copa del Mundo, melodía que no sonaba desde 1982. En un fuerte abrazo, nuestros futbolistas no ocultaron su emoción.
Previo a todo esto, Ricardo Gareca había tomado una cuestionada decisión. Paolo Guerrero, goleador y figura de la Eliminatoria y por quien se había peleado para que le levanten una suspensión de la FIFA, que arrastraba desde noviembre de 2017, fue enviado al banco de suplentes. El argentino decidió jugársela por el mismo once -salvo el arquero- de la despedida de la Selección Peruana en Lima ante Escocia.
Es decir, la alineación sería con Pedro Gallese en el arco, Christian Ramos y Alberto Rodríguez como defensas centrales, Luis Advíncula como lateral derecho y Miguel Trauco, izquierdo. En la primera línea de volantes, Renato Tapia iba a la marca y Yoshimar Yotun como mixto. André Carrillo por fuera a la derecha, Edison Flores hacia la izquierda, Christian Cueva como mediapunta y Jefferson Farfán como delantero conformaban el ataque peruano.
Perú empezó dominando, pero al frente tuvo a una ordenada y sencilla Dinamarca. El cuadro europeo jamás se desesperó o sintió menos con el aguerrido inicio de la bicolor. Hasta ese momento, la ausencia de Paolo Guerrero no era un tema a cuestionar, aunque las cosas comenzarían a cambiar de rumbo al filo del medio tiempo.
Al minuto 44, Yussuf Poulsen le cometió una falta a Christian Cueva en el área, que el árbitro ghanés Bakary Gassama no vio a primera instancia. Tuvo que ser advertido por los jueves del VAR (sistema de video arbitraje, la gran novedad de Rusia 2018) para que reviese esa acción. Finalmente, cobró un disparo penal a favor de Perú. Poulsen ya se había librado de una acción similar al inicio del juego.
Tras un breve intercambio de palabras entre Farfán, Carrillo y Cueva, fue este último quien disparó la pena máxima. Muchos hinchas peruanos estaban hasta confiados de que la acción acabaría en gol, pero el remate de ‘Aladino’ se fue hacia arriba. Luego de esto acabaría el primer tiempo. Al parecer, este error afectó a varios seleccionados, quienes no pudieron reponerse para el segundo tiempo.
Un balón perdido en ataque de Perú, más un mal corte de Rodríguez y una desatención en la marca de Advíncula acabó en el gol del mismo Poulsen, a los 59′. Tres minutos después, Paolo Guerrero ingresó al campo por ‘Orejas’ Flores. El goleador tenía la misión de ayudar a voltear el marcador en la media hora de juego que restaba. La tarea no iba a ser fácil.
Un taco de Paolo Guerrero, un remate de Jefferson Farfán atajado de gran forma por Kasper Schmeichel, la figura danesa, sumado a claras opciones de la ‘Foquita', ‘Orejas’ y el ‘Mudo’ antes del gol rival, no cambiaron el destino del partido. Perú perdía 1-0 en su regreso a la Copa del Mundo y la desilusión de muchos fanáticos fue grande. Era el día perfecto, solo nos faltó celebrar el triunfo.
Más allá del resultado, lo más importante, sin dudas, fue haber visto otra vez a nuestro país en un Mundial. Para muchos, era la primera vez que lo hacían y ese recuerdo debe ser imborrable. Se valorará más aún cuando pasen lo años y veamos en el calendario el 16 de junio. Una fecha que debemos recordar en toda nuestra vida.
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