Ganar es lo más importante del fútbol. A veces se nos olvida. Pero si alguna lección hemos aprendido los peruanos en el último tiempo es que no podemos jugar sin pensar en los arcos. Enamorados del sombrero, el taco y la huacha, nos hicimos de una reputación en el continente de ser tan virtuosos como los brasileños. Pero no nos detuvimos a reflexionar con el mismo ahínco sobre nuestra ineficacia para sacar adelante los resultados.
Hoy estamos dirigidos por un estratega, como Juan Reynoso, que está obsesionado en que sus equipos sean infranqueables. Un entrenador cuyo objetivo es que a los demás les resulte muy difícil anotarles. A partir de esa solidez defensiva plantea una ofensiva que hace de la pelota parada una de sus grandes banderas.
Los equipos de Reynoso cuidan la ventaja como si fuera un botín. Si se ponen adelante en el marcador son cautos en dejar espacios por buscar el segundo. Poseen esa tranquilidad para no alocarse y quedarse sin nada por el entusiasmo de querer anotar un gol y otro. Los apostadores ya lo deben haber entendido. Si no, sufrirán las consecuencias.
La selección peruana lleva tres triunfos consecutivos. Es un dato que no debe pasar desapercibido. En un nuevo proceso, ganar da confianza. Valida el trabajo. Siempre es mejor corregir en el triunfo, que hacerlo en la derrota. Salvo el traspié inicial ante México, Perú ha goleado a El Salvador y ha vencido con lo justo a Paraguay y Bolivia, dos rivales con los que se topará en las Eliminatorias. Si los guaraníes se encuentran en plena etapa de reestructuración para recobrar viejos bríos, los bolivianos recién están conociendo a su nuevo entrenador, el argentino Gustavo Costas, un conocido nuestro.
Ayer, en Arequipa, la Bicolor no jugó su partido más vistoso. Pero le sirvió a Reynoso para seguir observando a quienes desean hacerse un lugar. Son siete los jugadores que el ‘Cabezón’ ha hecho debutar en la selección en apenas cuatro partidos. Se ha tomado en serio eso de “agrandar el universo”. Con otro entrenador, Roberto Villamarín difícilmente hubiese tenido una oportunidad como marcador derecho por citar un ejemplo.
Si algo ha quedado claro en los partidos ante Paraguay y Bolivia es que no tenemos un hombre orquesta con la conchudez de Christian Cueva. Quispe todavía es un pichón. Y ‘Canchita’ Gonzales posee otras características. Aunque no lo haya dicho, otra de las tareas del comando técnico de Reynoso es evitar la codependencia.
Que Luis Iberico haya anotado el gol del triunfo, tras una genialidad de Cueva, no debería sorprenderle a nadie. Iberico se encuentra en su mejor momento. Ya ante Paraguay había avisado con dos remates en los minutos que le tocó jugar. Hemos ganado un delantero que todo lo ve arco. No será un dechado de virtudes, pero no teme en rematar una y otra vez.
Positivo que Bryan Reyna se asiente en la selección. No nos sobran extremos encaradores. Y los mejores años de André Carrillo ya pasaron. Así se cierra un año, con grandes expectativas para las Eliminatorias. Proteger el cero y ganar con lo justo es una filosofía para la que el hincha promedio no está acostumbrado, pero debería. Sucederá más de una vez en la era Reynoso. Ganar es la consigna. Y está bien.
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